domingo, 3 de agosto de 2008

Silvia Loustau: Carta a los genocidas


señores genocidas

a ustedes que impusieron el reinado del miedo

ustedes que danzaban frenéticos

mientras el terror caía como nieve

en verano y en invierno

caían muertos los gorriones

desaparecían los pájaros

morían acuchilladas las palabras.

ustedes señores genocidas

arrancaban las alas de todas las gaviotas

volar era prohibido

arrastrase / cual serpiente / era la moda.

ustedes señores genocidas


jugando a ser herodes

convertían cada día en 28 de diciembre.

ustedes señores genocidas

helaban los lagos y los ríos

y amanecían ciegos los más bellos cisnes negros.

ustedes señores genocidas

violaron cada casa

entraron en los cuerpos

desgarraron vaginas

inventaron el más feroz de los aullidos.

ustedes señores genocidas

calentaban sus garras junto a la hoguera de los libros

e impusieron leyes imperiales

el miedo y el silencio.

pero ustedes señores genocidas

hay algo que no saben

con el cuerpo y la casa violada

los libros quemados

las cicatrices para siempre

hemos aprendido una inolvidable lección

los huecos fueron hechos

para llenarlos con nueva tierra fértil

sembrar semilla virgen

crecer alas para restituir gorriones.

y sepan

ustedes señores genocidas

aunque estén libres

jamás

sabrán volar con libertad .


Silvia Loustau
www.silvialoustau.blogspot.com
Poema publicado en la Revista de Abuelas de Plaza de Mayo
Representó a Argentina en encuentros de Derechos Humanos
en Alemania y Nicaragua.
Fuente: Artesanías Literarias
www.artesanias.argentina.co.il

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias amigo, por publicar este poema, doloroso en lo que digo y muy doloroso en su creación.Nunca olvidaré cual fue la primera imagen que disparó el resto .Por todos los queridos ausentes. Un abrazo de

Silvia Loustau
visita mi blog. Espero tu opinión y encontrarás una sorpresa

S .M.T dijo...

Carta a los que defienden a genocidas:

Uds que defiendes a los hombres de hierro no olviden: ellos fueron los que mandaban, los que desde su poder se creyeron impunes.
Los Cecilia Panda que aun dan vueltas , arranquen sus lienzos de los ojos, de los oídos para entender que quienes mandan deben ser( aun mandando por capricho,) ejemplos y no delicuentes .