EL POETA RENACIO AL AMANECER (*)
Renació a los 100 años siendo el mismo
que vió brillar el sol de Parìs
por el agujero de una media.
Renació a los 100 años. El olvido
no lo habìa alcanzado.
Renació a los 100 años con una estrella viva
palpitando en su pecho
y un pájaro en el hombro.
Traía un sueño eterno de hombres liberados
de yugos y cadenas.
Traía una serena mirada que anhelaba
el techo del crepùsculo
y el gris de la aurora.
Volvió por el llamado de un pueblo de gorriones
aleteando poemas.
A buscar a las muchachas que salen por el alba
a iluminar el día.
A encontrar los otoños en las viejas plazas
donde piensa la tarde.
A indagar la noche febril de algún gris
bodegón de arrabales.
A sentir a Carriego
otra vez por sus calles
Renació a los 100 años siendo el mismo
que gritara sufriendo Madrid: ¡què no pasen!.
Saludaron su vuelta los fantasmas del barrio:
los roncos organitos
y el pálido tranvía que viajó hacia la nada
del más ilustre río de la patria;
las calesitas de esquinas y baldíos,
sortija y piberío;
los carnavales, los cafés,
y las calles sin nombre que ahuyentan a la muerte;
las rejas y los empedrados;
las milongas con calor de patio
-esos patios de rosas y glicinas,
madreselvas y tangos-.
Saludaron su vuelta los rincones bohemios
de Florida y Boedo.
Y los tramoyistas y las desnudistas
de alegres salones cercanos al puerto
que ofrecen ranuras que por veinte guitas
liberan al alma de toda atadura.
Renació a los 100 años con esa ternura
de niño dormido
con la que habìa vivido.
Renaciò a los 100 años siendo el mismo
que regresaba siempre
desafiando al Futuro.
Siendo el mismo que regresará siempre
desafiando al Pasado
y a cualquier presente.
Renació a los 100 años siendo él mismo.
A mostrar que un poema puede cambiar el mundo.
Ernesto Pierro
ernestopierro@yahoo.com.ar
(*) Textos que sugirieron el poema: La calle del agujero en la media, El poeta murió al amanecer, La calle sin nombre, y Regreso a Buenos Aires de Raúl González Tuñón.
Renació a los 100 años siendo el mismo
que vió brillar el sol de Parìs
por el agujero de una media.
Renació a los 100 años. El olvido
no lo habìa alcanzado.
Renació a los 100 años con una estrella viva
palpitando en su pecho
y un pájaro en el hombro.
Traía un sueño eterno de hombres liberados
de yugos y cadenas.
Traía una serena mirada que anhelaba
el techo del crepùsculo
y el gris de la aurora.
Volvió por el llamado de un pueblo de gorriones
aleteando poemas.
A buscar a las muchachas que salen por el alba
a iluminar el día.
A encontrar los otoños en las viejas plazas
donde piensa la tarde.
A indagar la noche febril de algún gris
bodegón de arrabales.
A sentir a Carriego
otra vez por sus calles
Renació a los 100 años siendo el mismo
que gritara sufriendo Madrid: ¡què no pasen!.
Saludaron su vuelta los fantasmas del barrio:
los roncos organitos
y el pálido tranvía que viajó hacia la nada
del más ilustre río de la patria;
las calesitas de esquinas y baldíos,
sortija y piberío;
los carnavales, los cafés,
y las calles sin nombre que ahuyentan a la muerte;
las rejas y los empedrados;
las milongas con calor de patio
-esos patios de rosas y glicinas,
madreselvas y tangos-.
Saludaron su vuelta los rincones bohemios
de Florida y Boedo.
Y los tramoyistas y las desnudistas
de alegres salones cercanos al puerto
que ofrecen ranuras que por veinte guitas
liberan al alma de toda atadura.
Renació a los 100 años con esa ternura
de niño dormido
con la que habìa vivido.
Renaciò a los 100 años siendo el mismo
que regresaba siempre
desafiando al Futuro.
Siendo el mismo que regresará siempre
desafiando al Pasado
y a cualquier presente.
Renació a los 100 años siendo él mismo.
A mostrar que un poema puede cambiar el mundo.
Ernesto Pierro
ernestopierro@yahoo.com.ar
(*) Textos que sugirieron el poema: La calle del agujero en la media, El poeta murió al amanecer, La calle sin nombre, y Regreso a Buenos Aires de Raúl González Tuñón.
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