martes, 26 de agosto de 2008

Ernesto Pierro: El poeta renació al amanecer


EL POETA RENACIO AL AMANECER (*)



Renació a los 100 años siendo el mismo

que vió brillar el sol de Parìs

por el agujero de una media.

Renació a los 100 años. El olvido

no lo habìa alcanzado.

Renació a los 100 años con una estrella viva

palpitando en su pecho

y un pájaro en el hombro.


Traía un sueño eterno de hombres liberados

de yugos y cadenas.

Traía una serena mirada que anhelaba

el techo del crepùsculo

y el gris de la aurora.


Volvió por el llamado de un pueblo de gorriones

aleteando poemas.

A buscar a las muchachas que salen por el alba

a iluminar el día.

A encontrar los otoños en las viejas plazas

donde piensa la tarde.

A indagar la noche febril de algún gris

bodegón de arrabales.

A sentir a Carriego

otra vez por sus calles


Renació a los 100 años siendo el mismo

que gritara sufriendo Madrid: ¡què no pasen!.


Saludaron su vuelta los fantasmas del barrio:

los roncos organitos

y el pálido tranvía que viajó hacia la nada

del más ilustre río de la patria;

las calesitas de esquinas y baldíos,

sortija y piberío;

los carnavales, los cafés,

y las calles sin nombre que ahuyentan a la muerte;

las rejas y los empedrados;

las milongas con calor de patio

-esos patios de rosas y glicinas,

madreselvas y tangos-.



Saludaron su vuelta los rincones bohemios

de Florida y Boedo.

Y los tramoyistas y las desnudistas

de alegres salones cercanos al puerto

que ofrecen ranuras que por veinte guitas

liberan al alma de toda atadura.


Renació a los 100 años con esa ternura

de niño dormido

con la que habìa vivido.

Renaciò a los 100 años siendo el mismo

que regresaba siempre

desafiando al Futuro.

Siendo el mismo que regresará siempre

desafiando al Pasado

y a cualquier presente.

Renació a los 100 años siendo él mismo.

A mostrar que un poema puede cambiar el mundo.


Ernesto Pierro
ernestopierro@yahoo.com.ar



(*) Textos que sugirieron el poema: La calle del agujero en la media, El poeta murió al amanecer, La calle sin nombre, y Regreso a Buenos Aires de Raúl González Tuñón.

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