miércoles, 30 de diciembre de 2009

Para recibir a 2010



El derecho de soñar

Últimos "tecleos" del 2009... "La Máquina de Escribir" quiere agradecer a todos/as aquellos/as lectores/as y colaboradores/as que nos han venido acompañando desde la primera hora y a quienes se han sumado en éste año... invitándolos a continuar transitando este camino que nos une y reúne...
A todos/as van nuestros mejores deseos para lo que vendrá...

Despedimos a 2009 y recibimos a 2010 con este texto del maestro Eduardo Galeano que escribió cuando se acercaba el año 2000 y que todavía se conserva tan fresco y vigente como entonces...



"...El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.

Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:

En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.

El aire estará limpio de los venenos de las máquinas, y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el super-mercado, ni será mirada por el televisor.


El televisor dejará de ser
el miembro más importante de la familia,
y será tratado como la plancha o el lavarropas.

La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.

En ningún país irán presos
los muchachos que se nieguen
a hacer el servicio militar,
sino los que quieran hacerlo.

Los economistas no llamarán
nivel de vida al nivel de consumo,
ni llamarán calidad de vida
a la cantidad de cosas.

Los cocineros no creerán
que a las langostas les encanta
que las hiervan vivas.

Los historiadores no creerán
que a los países les encanta
ser invadidos.

Los políticos no creerán que
a los pobres les encanta
comer promesas.

El mundo ya no estará en
guerra contra los pobres,
sino contra la pobreza, y la
industria militar no tendrá más
remedio que declararse
en quiebra por siempre jamás.

Nadie morirá de hambre, porque nadie
morirá de indigestión.

Los niños de la calle no serán
tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.

Los niños ricos no serán tratados
como si fueran dinero,
porque no habrá niños ricos.

La educación no será el privilegio
de quienes puedan pagarla.

La policía no será la maldición
de quienes no puedan comprarla.

La justicia y la libertad, hermanas
siamesas condenadas a vivir
separadas, volverán a juntarse, bien
pegaditas, espalda contra espalda.

Una mujer, negra, será
presidente de Brasil y otra mujer,
negra, será presidente de los
Estados Unidos de América.
Una mujer india gobernará
Guatemala y otra, Perú.

En Argentina, las locas
de Plaza de Mayo serán
un ejemplo de salud mental,
porque ellas se negaron a olvidar
en los tiempos de la amnesia
obligatoria.

La Santa Madre Iglesia corregirá
algunas erratas de las piedras
de Moisés. El sexto mandamiento
ordenará: "Festejarás el cuerpo".
El noveno, que desconfía
del deseo, lo declarará sagrado.

La Iglesia también dictará
un undécimo mandamiento,
que se le había olvidado al Señor:
"Amarás a la naturaleza,
de la que formas parte".

Todos los penitentes serán
celebrantes, y no habrá noche
que no sea vivida como si fuera
la última, ni día que no sea vivido
como si fuera el primero. "

Eduardo Galeano

Virginia Edit Perrone: 2010 - Nosotros, Una Ciudad Luz



“La Fiesta es lo que se espera. Lo que espero de la presencia prometida,
es una suma inaudita de placeres, un festín; me regocijo...”
Lacan-Barthes.


Pasado en 2009 el Rabo de Nube pedido, y que escampó en revancha de aguacero,
Bendigo y Agradezco: la Palabra , el Amor, la Creación, las Sensualidades de la Vida y de la carne.
Tanta Luz que somos capaces de recibir y de dar. Que la Palabra siempre continúe y que sepamos
leer sus altos como una manera del Trazo.

En la Fe irreductible que no teme ni pierde su más candorosa emoción, pido:
La Fuerza y la Valentía del Mar que urge y precede en la misma arena, siempre otra.
El Regocijo del Sol al trigo.
La Armonía amarrada fruta.
La liviana Libertad la Soltura la caprichosa Independencia del Ala puesta Pájaro.
Que nos amen y amar en el sosiego de la mesa compartida pan del Universo patio.

Que en las décadas por venir nuestra Existencia sea una “Ciudad Luz”, un París iluminado,
La Fiesta Esperada.
Cautivemos el Trazo de Luz...
Todos Nosotros.

Diciembre de 2009.

Virginia Edit Perrone
http://virginiaperrone.blogspot.com/

sábado, 26 de diciembre de 2009

Sandra Russo: La mejor parte del amor


Imagen: Pablo Piovano

Seguramente los apropiadores de niños sienten amor por ellos, o al menos eso deben creer. Quién sabe qué siente alguien que oculta una verdad atroz; que obliga al ser presuntamente amado a una reciprocidad que él mismo viola. Nadie está, sin embargo, preparado para fingir toda su vida. Ese amor que los apropiadores sienten por esos bebés que hoy son hombres y mujeres de treinta y pico debe haber tenido fallas, grietas, lapsus, desbordes inevitables de la verdad. Un hijo apropiado debe saber, en alguna parte sí, alguna forma de la verdad. Seguramente huele el tufo de ese amor, su hedor, el rastro de un crimen. Hay cuatrocientas personas todavía viviendo esas tensiones soterradas.
Hay mecanismos psíquicos y sociales que permanentemente bloquean el amor y lo reemplazan por sus simulacros. Estamos todos tan confundidos con el amor, que aceptamos sus sustitutos, sus malas copias. Los apropiadores de niños les han dicho a lo sumo a esas personas que son hijos adoptivos, bebés que ellos sí aman, en reemplazo de madres que los abandonaron. Desde el punto de vista de ese tipo de víctima, el hijo abandonado, ser hijo de un desaparecido es una enorme descarga de angustia. Es constatar que no hubo abandono. No son hijos biológicos de una madre que eligió seguir su vida sin ellos, sino que fueron bebés arrebatados de las manos de sus madres. Sus madres no siguieron sus vidas, no formaron otras familias, no tuvieron otros hijos. Fueron asesinadas.
Lo innombrable del abandono es el desamor. Cualquiera que haya sido abandonado en una circunstancia amorosa sabe que lo anímicamente intragable del abandono es el desamor. Una de las razones que siempre esgrimieron las Abuelas como motores de su búsqueda es hacerles saber a sus nietos que fueron bebés muy deseados y amados por sus padres y sus familias. Quieren hacerles saber algo que puede curarles un trauma y sanarles la vida.
Cuando esos bebés llegaron a la adolescencia, cuando pudieron hacer lo que un niño pequeño no puede, muchos hijos adoptivos fueron por sí mismos a la sede de Abuelas. Querían saber si eran hijos de desaparecidos. Buscaban su identidad, pero también buscaban, probablemente, ese consuelo terrible: no haber sido bebés abandonados, sino víctimas de crímenes políticos. Esto no tiene nada de ideológico, en principio. Se trata más bien de distintas dimensiones del amor y el desamor. Nuestras vidas penden de esas nociones. Nuestros dolores y pasiones nacen allí, a la sombra de cómo fuimos o no fuimos amados.
La idea que tenemos del amor, eso que reconocemos en los otros y en nosotros mismos como amor, no puede germinar en la mentira, sólo en la libertad. Nadie puede obligarnos a amar. No podemos tampoco obligarnos a nosotros mismos a hacerlo. Es un sentimiento que está fuera de nuestro control, que aparece y también desaparece, pero que suponemos sólo posible entre criaturas libres. Cuando la mentira atraviesa la circunstancia amorosa, no hay amor. Hay manipulación.
La manipulación en el amor, sin embargo, no es cosa extraña. El mercado Vero Peso, en la desembocadura del Amazonas, es enorme y extraordinario. Hay interminables filas de puestos que venden los mangos más grandes del mundo, pescados de diseños exóticos, instrumentos musicales de madera maciza. Allí hay un sector de hechiceras que vende frasquitos de esencias y aceites para curar la salud y para recuperar o afirmar el amor. Esas mujeres de etnias amazónicas la agarran a una de la pollera cuando pasa, le ofrecen felicidad. Un embrujo no es otra cosa que manipulación. O simulación.
Traje de allí un pequeño volante que no es indígena, es afro. “Mae Triana Cartomante Exotérica” se llama la mujer vidente. Promete traer a la persona amada rápido, “amarrada a tus pies”. El amarre es un tópico de la hechicería. Hay brujas urbanas en todo el mundo especializadas en amarres. Los amarres pretenden reemplazar al amor por fascinación. Ese es un truco posmoderno. Una prestidigitación tecnológica que hace llamar amistad a lo que pasa en Facebook. Es un atajo virtual para el atajo que siempre en todas las culturas se buscó: tomar por amor un sentimiento sintético que no se regocija en el bienestar del ser amado, sino en la propia necesidad de conexión.
A fin de año la palabra “amor” se multiplica. Son palabras. Las palabras tienen la particularidad de ser nada menos y nada más que palabras. Pueden ser decisivas o intrascendentes, pueden estar llenas o vacías.
Venimos terminando un año en el que las palabras fueron aligeradas, violentadas, subvertidas por el establishment. Se llegó a tal extremo que tuvimos que escuchar, como una reivindicación política de la mentira, que los hijos de Ernestina Herrera de Noble son nuestros hijos. Llama muy poco la atención que la lucha de las Abuelas sea cuestionada desde sectores golpistas que participan del juego democrático justo cuando esa lucha roza a una mujer muy poderosa. Cuando roza al poder. Eso pasa no inadvertido, sino no dicho.
Este año se puso en jaque a los derechos humanos. La primera en hacerlo fue Susana Giménez, entretenedora exquisita para la videopolítica. “Esa estupidez de los derechos humanos”, dijo aunque quedó sonando la otra parte de la frase, “el que mata tiene que morir”. Después se cuestionó a las Madres y a las Abuelas por la ley de ADN y se alzó nuevamente la frase hecha de que “los derechos humanos son sólo para los delincuentes”, y no para las víctimas de “la inseguridad”. Las coberturas políticas y policiales se entremezclaron. Abel Posse tuvo que renunciar, pero pasamos por el trance de tener unos días un ministro de Educación porteño que volvió a reivindicar el terrorismo de Estado. El huevo de la serpiente se instala en muchos nidos.
Nuestra veta fascista tiene sus dirigentes, pero tiene también muchos voceros en las calles, hombres o mujeres comunes y corrientes que de pronto se entreveran en conversaciones en las que piden matar a unos cuantos.. La muerte es una de nuestras tradiciones. Una pulsión argentina que se regodea en soluciones finales. Matarlos a todos es una ilusión degenerada.
Hubo una época bastante reciente en la que los mataron. A todos los que pudieron. Hubo uno o dos años, durante y después del Juicio a las Juntas, en los que el horror sacudía las almas. Habían hecho cosas como tirar a la gente viva de los aviones o como asesinarla y robarse a sus hijos. Eso no es de izquierda ni de derecha. A veces uno se pregunta, en este país jodido, si acaso es de izquierda o peronista haberse quedado atravesado por la decisión de “nunca más”. Este año, uno ha tenido la sensación de que si apareciera un liderazgo bestial, tendría sus bases en esa gente que tiene mucho y no quiere perderlo, o en los que tienen muy poco, quizá un freezer y un auto, o una casa propia y un plazo fijo en el banco, y sin embargo arengan la muerte de los que tienen menos que ellos.
Si se me permite, quisiera dedicar esta columna de fin de año a las Madres y a las Abuelas, por muchas razones. Pero entre ellas, la más firme y convencida es el agradecimiento por haber tramitado su dolor con lucha, y no con venganza. Por haber pedido siempre justicia, y haberse avenido a la mala, la poca, la lenta justicia que obtuvieron. Por haber estado dispuestas siempre a ofrecer a sus victimarios las garantías que sus hijos y sus nietos no tuvieron. Porque a pesar de sus diferencias y de sus líneas internas, siempre todas se pararon allí, en ese escalón que separa la civilización de la barbarie. Y porque en este país que aún conserva su horrible pulsión hacia la muerte, ellas la saltaron, se sobrepusieron, la reciclaron, la gestionaron hacia la vida. Porque son parte de lo mejor que somos, y somos peores si lo olvidamos.

Sandra Russo
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http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index.html

Carta Abierta 7



Declaración de la Pirámide de Mayo
Los dos años próximos: una eternidad metida en el pliegue diario de la historia.


El tiempo que viene


1. El tiempo no es una abstracción sin contornos. Imperioso, es una cuchilla que nos clava fatalmente al presente. No es posible omitir la realidad coyuntural. Juraron los nuevos diputados, estremecen los robos que desembocan en asesinatos, la prensa arrecia en sus campañas, los movimientos entre las fuerzas enfrentadas no cesan. Ante los micrófonos y en la calle se alzan voces de degüello. Un nostálgico del orden dictatorial es nombrado ministro de educación de la Ciudad de Buenos Aires. Los sectores conservadores, que venían largamente agitados de antemano, han conseguido sonar verosímiles al acusar al gobierno nacional de provocar la agitación. Franjas considerables del viejo pensamiento progresista aceptan el dictamen y entregan a las derechas un inusual protagonismo. ¿Pero no hemos hablado ya de todo esto? Sí, porque en los tramos más inmediatos y condensados de la historia se presentan las tensiones del gran tiempo que se habita, las premuras, las urgencias que no dejan de conmovernos.

2. Pero sólo es posible iluminarla si nos sustraemos de lo más evidente de esa temporalidad. Si nos tomamos un tiempo capaz de vivirse en su maceración pasada, en la vivencia de lo heredado, pero también con una imaginación dispuesta al futuro. Hacer propio el tiempo es tan necesario como hacer aquello que ya hicimos, y en esta Carta insistimos: hacer ejercicio vivo de la palabra, juego activo con la lengua, afectuoso encuentro con sus potencias. Este ciclo que vivimos necesita replantear y fortalecer la línea persistente, pero quebradiza, de la autonomía social y popular. Se trata de hablar distinto del hablar de los medios de comunicación masivos. Distingamos nuestras urgencias de las suyas; pensemos nuestros proyectos sin sus ataduras. La coyuntura nos merece como mujeres y hombres no sometidos a sus coacciones evidentes. La crítica a los medios de comunicación es la necesaria crítica a la razón de la época y sus enseñanzas son materias reconstructivas de la comunicación tecnológica y humana. Sin ahondar en su poderosa significación, en su capacidad para crear sentido común y articular los lenguajes de las derechas contemporáneas resultará muy difícil dar la batalla cultural indispensable, esa que nos permita disputar los relatos de la patria.

3. Se dirá que pedimos grandes encuadres históricos cuando es preciso vivir en el fervor de una coyuntura. Alertar precisamente sobre la necesidad de una mirada que abarque un ciclo mayor de tiempo es el motivo de esta Carta. Estamos ante dos años que condensan tramos de tiempo muy vastos, en los que se jugarán para el pueblo argentino los horizontes mayores de justicia, democracia y economía pública distributiva. No nos sometemos, entonces, al dictado de la inmediatez ni a la ilusión de un plan autosuficiente, pero sí reclamamos un horizonte más amplio. Hablemos pues del tiempo por venir. Contemplar más secuencias exige interpretar el momento que vivimos con más riqueza conceptual. Una épica social debe salir de este juego entre la estructura del presente y sus puntos de condensación más dramáticos; una épica social que trabaje para un vuelco consistente de la situación, porque peligra una experiencia sustantiva en la vida política de los argentinos. Su fin puede sobrevenir, amasado por fuerzas que, expertas ya en la construcción de seductores climas de apariencia diáfana, han logrado capturar los imaginarios de un amplio sector social, allí donde no se han movilizado recursos simbólico-culturales capaces de dar cuenta del presente, aglutinar la voluntad colectiva y dar para esa voluntad colectiva una épica. ¿Cuáles serían esos trazos épicos en una sociedad desmenuzada por lógicas de acumulación y consumo que sustraen las vidas de lo público? Los sectores medios urbanos que en otros momentos cultivaron la modernización cultural y política, hoy se dejan entusiasmar por el barniz eficientista de las derechas, cuando esa tintura enmascara el huevo de la serpiente: el anudamiento de la retórica securitista, la sensibilidad del caceroleo y la defensa del terrorismo de Estado. Es necesario desarmar estos complejos acertijos, porque los dos años próximos serán una eternidad metida en el pliegue diario de la historia.

4. Con esa perspectiva, no decimos nada nuevo si advertimos que, sin tener asumida la dimensión latinoamericana, las acciones políticas nacionales se ven menguadas en su potencia y su horizonte. Las situaciones y las experiencias en las naciones de nuestra región son disímiles y requieren ser tomadas en relación al mundo histórico del que surgen, sin anteponer estereotipos de cofradía frente a las realidades singulares. Los recientes pronunciamientos electorales en Uruguay y Bolivia reafirman la persistencia del proceso histórico abierto con el inicio del nuevo siglo para los pueblos del continente, al tiempo que se inscriben en lo profundo de sus tradiciones populares y libertarias. Alentadoras situaciones reparatorias entran en pugna con diversas formas de restauración conservadora. En cada uno de nuestros países se juega hoy el destino de la región toda, y el conjunto entero es puesto en riesgo cuando uno de sus eslabones se rompe. La cruda realidad del procedimiento golpista en Honduras obliga a nuevas modulaciones tan firmes como preocupadas que sepan, por un lado, desnudar las complicidades de los poderosos de siempre y, por el otro, desarmar las retóricas que esgrimiendo supuestas virtudes republicanas vienen a horadar a los gobiernos democráticos acusándolos (si han elegido proyectos de transformación) de ser responsables de un vaciamiento de esas mismas instituciones. Nuestro tiempo y nuestro porvenir merecen la profundización de la integración latinoamericana y la alertada denuncia de las políticas imperialistas.

5. En la sal inmediata de los acontecimientos argentinos percibimos recrudecer las acciones de un vasto bloque político que actúa para debilitar el mandato presidencial y dar por agotado un ciclo para que llegue mortecino al 2011. No nos resignamos a que un conjunto de críticas al gobierno –a las que en ciertos casos no restamos validez–, sean el pretexto para entronizar mediocres derechismos, con sus exaltadas patronales, sus monaguillos pretendidamente republicanos y sus tribunos jacobinos que hablan por izquierda para zambullirse sin disgusto en la correntada neoconservadora.

6. Pero no apresuremos los trazos. Muchos son los conflictos que agitan las calles de la política argentina, y verlos bajo un único régimen de significación se parece a no verlos. Algunos provienen de una extendida conflictividad social, otros de una situación inédita de polarización política, y otros expresan los temblores de una sociedad que engarza sus temores con una interpretación provista por las maquinarias mediáticas. Esto es, no debemos poner en las mismas columnas las disputas por recursos encaradas por los movimientos sociales, las acciones parlamentarias de los dirigentes opositores, las movilizaciones urbanas bajo las banderas de la seguridad. No debemos hacerlo nosotros cuando son muchos los que procuran incluirlos en una misma narración que, enlazando esas vetas heterogéneas, las haga confluir como única fuerza de demolición. No es así. Constituir otra explicitación que haga momentáneo el acuerdo parlamentario de heterogéneos grupos es necesario, así como actuar sensiblemente en dirección a las izquierdas y los progresismos sociales y políticos es ineludible para el recorrido político que defendemos, tanto como hacerlo con nuevas ideas y vocabularios. Del mismo modo, esas fuerzas están exigidas de una responsabilidad mayúscula: la de evitar su confluencia –sean cuales fueran las razones o las coartadas- con las acciones de la oposición que buscan hacer girar en un sentido regresivo el tiempo de la historia.

7. Las necesarias argumentaciones no se constituyen en el interior de un palacio, ni siquiera en la amistad que nos reúne en un colectivo político. Requiere entramarse con los hilos diversos de la movilización social, con las palabras recreadas de los distintos grupos, con las demandas antiguas y nuevas de una sociedad dañada. Una narrativa entonces debe ser consecuencia de una novedosa estrategia de composición y de una voluntad crítica capaz de desmenuzar la actualidad y, dentro de la actualidad, los problemas que ponen en juego las nuevas derechas, pero también los que arrastran los movimientos populares y las fuerzas gubernamentales.

8. Esta narración debe poder decir los nombres adecuados para hechos efectivamente acaecidos. No tiene derecho a obviar las palabras necesarias y tiene la obligación de proveer las que faltan para que no sean sugeridas por el equívoco, la mala fe o la ignorancia. Algunas medidas gubernamentales muchas veces se presentan despojadas del marco interpretativo que dé cuenta de su real importancia. Porque esa interpretación reclama una discusión sobre qué significan la idea de desarrollo, las formas contemporáneas del trabajo y la situación del Estado. ¿Qué son hoy las instituciones estatales? ¿Cuál es su capacidad de incidencia y realización de políticas para todo el territorio nacional? ¿Cuánto arrastran de modos burocráticos, cuando no de confrontaciones mezquinas por recursos escasos en las que la alusión a lo público es más una mascarada que una efectiva apuesta a su reconstitución? ¿Se han desprendido esas instituciones de lo que una profunda reconversión neoliberal instauró en ellas o adormecen sus contornos más nítidos bajo otra lengua ideológica? Cada una de las instituciones estatales puede verse como un terreno minado de conflictos entre lógicas distintas, y una de las deudas del momento es poder diferenciarlas para apostar a la expansión de sus núcleos más renovados. Las economías contemporáneas tienen vastas zonas de ilegalidad que permean, con sus lógicas de acumulación y de reparto, algunas instituciones. No estamos hablando de resonantes actos venales, sino de un funcionamiento que atraviesa la vida social y exige renovadas consideraciones éticas y políticas. Un Estado renovado debe surgir de estas críticas para hacer más creativos sus recursos y las posibilidades expresivas de sus propios trabajadores.

9. Del mismo modo, la movilización social no puede considerarse sin situarla, en cada momento, bajo las preguntas de su condición y legitimidad. No para menoscabarla en nombre de una empresa ordenancista, sino para considerarla en sus ambigüedades y contradicciones. La vida democrática alberga entre sus pliegues más vitales las expresiones públicas y las luchas por derechos. La experiencia gubernamental en curso supo poner como enunciado central la renuencia a la represión. Lo sostuvo, sustrayéndose con valentía a la airada vociferación del orden. Esto no impide reconocer que los conflictos laborales, las representaciones sindicales, los movimientos sociales, configuran un mapa de reclamos por la justicia tanto como –paradójicamente- una superficie de disputa que a menudo se ve atravesada por el desdén hacia lo público en función de intereses privados o sectoriales. Nuestro país tiene profundas reservas democráticas, las tiene en su idea del conflicto, en los usos de las calles, en su sistema educativo. Y ninguna de esas prácticas está eximida del riesgo de caer en alguna forma de cooperación involuntaria con la destrucción de la vida colectiva.

Un Bicentenario con compromiso social

10. Sigamos revisando lo que acucia. Cuestiones como la de la seguridad exigen un trato capaz de abrevar en las fuentes profundas de la democracia argentina, no para negarlas en tanto problema sino, por el contrario, para sustraerlas de la gritonería linchadora. La vida en las grandes metrópolis mundiales registra la dificultad de resolver los abismos en los que caen porciones enormes de poblaciones desplazadas. Actos de violencia irracional son llevados a cabo por jóvenes al servicio de una economía ilegal que a veces involucra tramos oscuros del mismo Estado. Existen distintos estratos de culpabilidad para tratar esto, lo que no excluye la interpretación exacta del momento culpable en que alguien dispara un arma homicida. Es para bien del conjunto que hay necesidad de mantener una sociedad abierta, sin concesiones a las formas medievales de vindicta. Leer con perspectiva crítica una escena urbana atravesada por complejas formas de anomia y de violencia no puede hacernos soslayar la significación que estos dramas de lo cotidiano tienen en el interior de las conciencias públicas y privadas. El dolor que vuelve fundamental al tema, exige apartarlo de los argumentos premoldeados de vendetta disfrazada de nuevos ordenamientos socialmente regresivos. Son las derechas a cielo abierto las que se solazan cada vez que una voz humilde grita su desgarramiento. Argumentos que ni siquiera deben tener forma argumental: les basta con golpes comando de sensiblería y gimoteo, no el auténtico dolor de las víctimas sino el inducido por el gabinete de asesores en el marketing lagrimeante. El progresismo no ha sabido tratar estas cuestiones. Ni el problema del Estado, ni las características de las luchas, menos aún la violencia de las sociedades contemporáneas. Esa incapacidad abona la causa de aquellos que creen resolver los dramas reales con el grito de orden. No debemos olvidar de qué modo la travesía del miedo suele concluir en el sumidero del autoritarismo y la represión socialmente aceptados.

11. Es necesario responder con imaginación específica y trazar razonamientos de largo plazo, en estos asuntos y en todos los que inquietan y demandan soluciones concretas, sean muy visibles o no. También configurar un mapa de encuentros y alianzas que procuren la preservación de las mejores políticas desplegadas en estos años. Se requieren, por ejemplo, observaciones más agudas sobre el movimiento social y las orientaciones democráticas que se mueven en el ámbito de las representaciones laborales, y en esa dirección, son bienvenidas las medidas cautelosas pero progresistas en relación a los trabajadores del subterráneo. Esto en lo inmediato, en lo que llamamos la cuchilla del presente, pero todo punto complejo del presente irradia hacia adelante. Creemos en una Argentina con esferas y agremiaciones sindicales en las que, a la vez que resuene la voz del tradicional movimiento obrero, también los nuevos movimientos puedan esbozar sus primicias, actuando con la lucidez que requiere un país sometido al ataque de fuerzas reaccionarias bien conocidas.

12. No hay hilos conductores pensados de antemano que puedan conducir los hechos a su puro arbitrio. Pero un sentido general de los hechos políticos puede y debe ser enunciado por parte de un arte de gobierno. Se vuelve imprescindible desplegar los trazos que vayan diseñando un proyecto capaz de irradiar convicción y entusiasmo, figuras sin las cuales la política queda huérfana de actores y prácticas fundamentales para realizar toda voluntad transformadora. Romper el hechizo neoliberal de los noventa implica regresar creativamente sobre una idea de política que sea portadora de una amalgama de sueños utópicos y de proyectos históricamente realizables. Es necesario recorrer el Bicentenario y el año 2011 munidos de una nueva imaginación pública, democrática y movilizadora. Lo solemos denominar un proyecto y más modestamente un plan, un tejido de previsiones. ¿Se le puede imponer a la historia una retícula cargada a priori? Sabemos que no. Pero una previsión general sobre el devenir puede y debe ser explicitada. Convoquemos nuevos pensamientos para hacer leyes sociales, reformemos la educación para elevar su nivel teórico y social, y para que el justo afán de sus luchas gremiales no descuide una convivencia productiva con la preservación de la escuela pública como sujeto social atesorado en la memoria democrática argentina.

13. La realidad de la escuela pública habla, con la gravedad de un alerta, sobre el destino completo del país. Su fundación estuvo entre los logros más relevantes de una política laica y republicana que funciona como la imagen invertida de lo que llaman republicanismo las derechas contemporáneas. La actualidad de la educación pública exige una transformación profunda, capaz de retomar su sentido democrático. En la década del noventa, bajo la idea de reforma se hizo trizas el sistema educativo. No sólo por una cuestión de escuálidos presupuestos, también porque se dejó cada región y cada escuela a su suerte, y el Estado nacional se privó de la facultad de intervenir en programas, en regulaciones y en la formación docente. Porque no fue sólo un problema económico, es que los dramas de la educación pública actual no se resuelven con la bienvenida expansión presupuestaria. Son problemas no tan sólo de calidad, sino de sentido, de formación y de derechos. Porque una escuela pública disminuida es un mecanismo de profundización de las diferencias sociales, como lo prueba el incesante crecimiento de la enseñanza privada. Lejos de la escuela igualadora, estamos ante el abismo de instituciones que en muchos casos acentúan la polarización social.

14. La política es una apuesta sobre el tiempo que vivimos y el tiempo que adviene. No debe quedar encallada en la nostalgia de un pasado irreversiblemente ido ni en un posibilismo incapaz de escapar a su propia orfandad de futuro. Es así que son necesarias imaginativas movilizaciones en la ciudad y en la mente colectiva dispuesta a la aventura del pensar crítico. Un hito legal se ha instituido: la ley de servicios audiovisuales. Ahora, precisamos canales mediáticos de expresión renovada, poéticas comunicacionales y a la vez un nuevo rigor en la información que recree la objetividad pública de las noticias. Un país no puede vivir facciosamente todos los años de su historia, pues para atrás, no sabrá interpretar su linaje, y hacia delante, se deshace.

La Pirámide

15. Modesto monumento republicano, la Pirámide de Mayo testimonia un recorrido, la necesidad de evaluarlo y el deseo de no postergar el anuncio concertado de nuevos proyectos. Los gobernantes deben hacerlo. La sociedad argentina también debe hacerlo sin ira y con pasión transformadora. El Bicentenario y el 2011 no deben transcurrir huecos de imaginación. Es preciso detener a las fuerzas conservadoras que se mancomunan para el batacazo. Podremos hacerlo con despliegues públicos de la economía justa y soberana, propuestas educativas que favorezcan la lucha por el conocimiento clásico, moderno, técnico y humanístico, con nuevos horizontes del pensamiento social, científico y tecnológico. Todos podemos presentar nuestros enunciados. Invitamos a hacerlo y este es el momento. Lo decimos frente a la Pirámide, con ánimo fundador que se sabe deudor de lo mejor de su pasado, obelisco sugerente de la presencia conductora del pueblo histórico y del pueblo que busca respuestas inmediatas. Somos parte de ambos pueblos.

16. ¿A quién le hablamos? A las conciencias desprovistas de gratuitos ensañamientos. A las conciencias provistas de la tolerancia necesaria para evaluar aciertos y deficiencias. Por suerte son mayoritarias esas conciencias. Pero es preciso pronunciar las palabras adecuadas para abrir sus corazones. ¿Estamos seguros de poder hablar? Frente a la Pirámide es necesario decir: hablar reclama del ejercicio de múltiples direcciones de discurso y acción. Pero no se trata de la comunión de todos los santos. La Pirámide deberá decirle no a las abstracciones publicitarias euforizantes que se presentan como plan de gobierno, lo mismo da un Lacalle, un Cobos, un Piñera o un De Narváez, o desarrollismos que se llaman productivos para no pronunciar –como Duhalde– el verdadero nombre de un giro a la derecha. Cualquier proyecto de transformación igualitario y democrático debe buscar sus enlaces con la anómala experiencia política abierta en el 2003. No son tolerables los retrocesos ni las menguas, como pretenden los adalides de la restauración. Pero la persistencia de los hechos más valorables no es concebible si muchos de los que dependen de su destino no son conmovidos por la revelación de ese enlace. No para sumarse o aprobar a ciegas, sino para ser protagonistas directos en un pie de igualdad de una tarea común en una etapa nueva.

17. Habrá que bosquejar un tejido de previsiones, un proyecto sensible a las exigencias de la época, promovido a la manera de una gran convocatoria social. Ni el Bicentenario puede ser un conjunto autosatisfecho de celebraciones ni el 2011 pura reiteración de lo ya hecho. Perdura lo que cambia y cambia lo que sabe barajarse de nuevo. Se precisa una política que aglutine voluntades. Que provea un armazón de signos donde cobijar los hechos aislados, a veces necesariamente incompletos o atomizados, que caracterizan una sociedad argentina con convicciones astilladas. Es necesario admitir que las convicciones han sido suplantadas por cábalas, intrigas y maquinaciones, aunque ningún cenáculo de conspiradores pueda ser superior a la historia socialmente abierta.

18. Sugestivo monolito, la Pirámide de Mayo tiene en su interior otra pirámide y en su exterior, la plaza que la rubrica con sus sonidos. ¿Qué escuchamos? ¿Qué intuimos? Que revistiendo una esperanza hay otra esperanza, como verdadera moral de los insistentes. Que el pueblo quiere saber de qué se trata en materias que van desde una seguridad ciudadana, que no surge de la voz de los trogloditas, a una política económica que lo tenga como protagonista, una economía con el universo de soberanías eficientes que el hilo conductor de nuestra historia siempre ha reclamado. Sin concesiones a las formas más cuestionables de la globalización. El sujeto popular, a la vez, debe ser definido como origen y destinatario de toda perseverancia y convenio político. No es una condición premasticada sino el hecho a investigar por las políticas de la hora y las intervenciones estatales. ¿Qué tipo de instituciones harían posible la participación y el protagonismo popular?, ¿qué tipo de actividad de escucha y de consideración haría posible la expansión de los derechos?

19. La Pirámide: lugar de una invocación o de un llamado. Le habla a los que procuran ahondar las medidas de justicia desde la centroizquierda, a los movimientos sociales, a los sindicatos en su reflexión madura sobre nuevas representaciones del trabajo, a las izquierdas que unan la pasión de un legado a las duras enseñanzas recibidas, a los liberales capaces de juzgar sin odios redundantes, al peronismo en su archipiélago incesante, buscando nuevas palabras orientadoras para sostener los cambios de época y una nueva época de cambios. ¿Y cómo se debe hablar? No hay otras fórmulas que la que proviene de haber escuchado a todas estas insignias y formaciones antiguas o recientes de la sociedad argentina.

20. Escuchemos las voces. La economía justa reclama que las explotaciones de la naturaleza, las políticas extractivas y agropecuarias atiendan los reclamos de los movimientos que cuidan la casa común del hombre. Se deben presentar los pliegos perseverantes que privilegian la emancipación y decir de qué modo en los años venideros se deberán realizar y promover esas economías de la tierra sin ofensas al medio ambiente y sin arbitrariedades en la esfera de la custodia eficaz de los recursos que provee. No en nombre de un ecologismo globalizado que considera esas cuestiones con olvido de su horizonte de realización. Más bien, desde la perspectiva de las ideas que surgen en los socavones mineros o en las organizaciones campesinas cuando reclaman formas no destructivas del trato a la naturaleza. Una economía más justa reclama también una revisión del sistema de transporte, que coloque al ferrocarril en su centro. Razones hay de todo tipo para hacerlo. Económicas, sociales, laborales, de integración regional. Dificultades también de todo tipo: las brutales concesiones y desguaces realizados en los noventa dejaron una escena catastrófica, pueblos abandonados, vías levantadas, estaciones cerradas, material vendido como chatarra.

21. Economía con autonomía creativa, decimos entonces. Aludimos a la revisión de lo que por momentos es sancionado como imposibilidad y al salto necesario sobre las vallas que restringen la redistribución de los ingresos. Tributos más progresivos y un sistema impositivo renovado son imprescindibles si el horizonte es el de la distribución de los recursos económicos hacia los más desposeídos. La reforma financiera lo es para orientar el flujo de los capitales a zonas de rentabilidad social y ampliación laboral. Nos espera un duro trabajo de demolición de los valores y las prácticas de la injusticia y de la desigualdad que se han vuelto parte de un sentido común naturalizado por los ideólogos del mercado y de su inexorabilidad incuestionable. Esfuerzos de la inteligencia y del compromiso que tramarían los hilos subterráneos de las casi desvanecidas memorias de la equidad y de la solidaridad.

22. Los nuevos facciosos han avanzado mucho. Se presentan en nombre del interés general. Han fabricado la figura de los gobernantes advenedizos, del falsario y del impostor para señalar a una experiencia política que, sin embargo, en una fisura inesperada de la historia, originó cambios a partir de 2003, los balbuceó de improviso, indudablemente con menguas y desperfectos pero abriendo un surco sin el cual seguiríamos encerrados en la pura lógica de lo testimonial. Y muchas veces los plasmó con oportuno sentido de la excepcionalidad que encarnaban. Una parte de la sociedad y el invisible esqueleto minoritario que anima los cánones de la conflagración general contra el gobierno, combate las aspiraciones generales a la transformación de la vida colectiva. Están más activos que nunca los destituyentes mientras a los constituyentes nos hacen aparecer como errantes en un desierto por apoyar a un gobierno democrático. La palabra corrupción, la palabra seguridad, están listas para provocar el escandalizado martillazo final. Son cuestiones graves, para las que hay desechar las soluciones inmediatistas de una derecha que asume aspiraciones militantes, y las de periódicos que dan como noticia buena el fruto de un activismo social que antes repudiaban y en el fondo siguen repudiando, pero que es motivo de festejo si permite la zancadilla y el escarnio que irá a mellar los ámbitos gobernativos. La política mundial está munida sin excepciones de recursos sigilosos y economías favorecidas por tratos excepcionales realizados en las penumbras, tema sobre el cual, en nuestro caso, hay que intervenir más enérgicamente y al mismo tiempo, señalar la diferencia entre hechos reales acontecidos y el modo en que se apodera de ellos el elenco estable de gacetilleros de la desestabilización.

23. El lenguaje ha sido detonado por dentro. La Pirámide en su intencionada mudez no puede aceptarlo. No puede ser ella el sepulcro de la memoria del pueblo argentino y la pérdida de sus nociones orientadoras de progreso y crítica. No puede contemplar pasivamente el espectáculo de los que se frotan las manos cada vez que una porción popular se opone con masculladas injurias a las mismas medidas que objetivamente los favorecen. ¡Algo grave ha pasado! A la objetividad le falta subjetividad; a la intimidad le falta constitución pública efectiva. Una parte del país recibe con apatía lo que debía reanimarlo, y los que perciben su misión reanimadora cargan vacía, demasiadas veces, la mochila del largo plazo, del lenguaje material y efectivo de la promesa a ser cumplida. Precisamos ver nuevamente la política como promesa y proyecto. Y la precisamos ver todos, incluso quienes aún no sospechan que formarán parte del tendal de víctimas de los descabezadores y aplanadores que no se detendrán en un gobierno ni en un sector social –la historia argentina es pródiga en ejemplos–, a la hora de la cosecha y la revancha.

24. La situación actual, tan compleja que es, sigue manteniendo sin embargo una apertura histórica. Es necesario saber que las operaciones de cierre de ciclo que pululan por doquier tienen a su favor el estado real de agrietamiento en la opinión general, sometida a operaciones de escepticismo, folletín moralizador y miedo. La cancelación de expectativas es un martilleo diario. ¿No lo escuchamos presentado de muchas maneras? Con gravedad, con inocencia, con taimadas denuncias ante los gobiernos extranjeros. En el colmo de la estulticia, son acusaciones permanentes que minan la creencia pública, pues lo importante es generar el cuadro mayor de incredulidad y el hartazgo. En nombre de la política procuran la despolitización general. El enredo argentino está elaborado con la estopa de la desesperanza y la incredulidad. Desde un pastoso anonimato, gritos tenebrosos dicen ¡basta! y al no declarar su autoría parecerían una voz popular extensa cuando sólo es la saña amplificada de los juramentados a favor del gran retroceso.

25. Es necesario crear e imaginar nuevos lenguajes. La Pirámide es símbolo laico y profundo de un republicanismo democrático y social, no de un republicanismo que haga retroceder a la democracia. En ella, la República Argentina es una memoria que viene de la infancia y adquiere la gravedad de un mejor destino para todos, argentinos y hombres y mujeres del mundo que habiten la Argentina, aunque ese destino requerirá tramarse con formas políticas nuevas y quizás ajenas a esa tradición. La Pirámide fue un lenguaje nuevo con las madres de Plaza de Mayo y sigue siendo a la vez clásico. Es la forma geométrica y conmemorativa de los antiguos, viviente en las culturas milenarias de los pueblos americanos preexistentes y de los revolucionarios que inauguraron el siglo XIX sudamericano. Este lugar nos reclama hablar de otra forma de problemas antiguos y releer la historia para tratar problemas nuevos. Los nuevos lenguajes no deben ser innecesariamente complejos ni presentados como exhalación de preclaros individuos, sino descubrimientos a los que debemos abrir nuestra conciencia. Partes redimidas de todos los lenguajes anteriores deben habitar en él. Se trata de combatir la estridencia de voces necias con una soberanía de pensamiento de los más; se trata de la emancipación siempre dificultosa de nuestros propios costumbrismos para poder hacer justicia a los hechos con la narración que les correspondería. Por la necesidad imperiosa de recuperar lenguaje y memoria, por darle curso a sueños y poéticas emancipatorias, leemos esta carta en el corazón de una patria urgida y que nos reclama intensidad reflexiva, pasión del espíritu y compromiso con el pueblo al que pertenecemos.

Espacio Carta Abierta
www.cartaabierta.org.ar/

Cristina Villanueva: Cajas con besitos, abracitos y poemas de regalo

Imagen: Paula Ratti

Apenas

Una gota de piel
un roce en la muñeca
hebras del cuerpo.

Se oye el ir y venir. El tiempo:
una tapicería de dulces jaguares

sobre la seda
del espacio pequeño del contacto



El bello durmiente

Ella, la princesa azul, lo besó para despertarlo. Cuando él se levantó de su largo letargo, se fueron juntos soñando. Otro mundo es posible se decían, amándose las diferencias tan encantadoras. Un mundo en el que no sea necesario adormecer a otros. Un mundo en el que la violencia no imponga sometimientos aletargados. Un mundo en el que se prendan las luces de lo múltiple para iluminar el placer de los descubrimientos.


Googleando

Perdidos los espacios de tiempo en que los misterios, las curiosidades, las dudas deambulaban en nuestro interior.
Todo está allí sin espera.
Esa dirección vaga, esa obra de teatro cuyo nombre casi no recordamos, ese hombre, ese bar, esa mujer, eso apenas esbozado. Eso que nos llevaba a revolver librerías. Eso apenas entrevisto a través del delicado arte de la combinación de miradas, preguntas y silencio.
Como Dios que dicen que está en todas partes pero al revés. Todas las partes están allí.

¿Y el azar y el olor de los azahares y el estremecimiento de la sorpresa, y el vagar sin sentido hasta el encuentro?


Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar

Ana Silvia Mazía: Dos Poemas



Yo lo vi



Azul fuego

Lo vi

luz que ciega.

Yo lo vi

enorme

diminuto.

Me aplastó

contra la tierra.

Me disparó como una flecha

hasta el sol.

Oí su música

melosa

brava.

Sentí en la lengua

su viscosa dulzura.

En las yemas de los dedos

su aspereza

caliente

su frío de seda.

Me sacudió

de pies a cabeza

como un relámpago violeta.

Me meció en sus brazos

hasta dormirme

sonriente.

Me dio de mamar

hasta el hartazgo.

Me hizo estallar

en lágrimas

en carcajadas.

Sentí sus pasos mudos

cuando ya era tarde.

Lo celebré

lo padecí

lo compartí.

Guardé un poco

para tiempos magros.

Se esparció como

el polen

el viento

la lluvia

la nieve.

Un simún de arena

que arranca la piel.

Un estruendo que

en sor de ce.

Una inmensa flor

amarilla

que te traga.

Una ola gigante

que te arrastra

por el fondo del mar.

Un susurro sonámbulo.

Mano que roza

apeeenas

y enciende enciende

enciende.

Fragante

suntuoso

verde necesario

arrasador.

Me lleva de la mano

por la vida

y no me suelta más.

Mejor así.






¡Ave, César!


A César Vallejo



Ave sangrante

emplumada

desplumada

negra, amarilla, roja.

El corazón emplumado

de flechas

que gotean.

Una pluma clavada

en el ojo

en ese ojo.

Un palpitar antiguo

antiguo.

Un latir que crece

hasta retumbo, erupción

cataclismo

Y la tierra que cae

no cae

Estalla dispara

Pedazos de gente

de mares

de peces

de frutas

entran en la órbita del sol

y se acabó.

Se acabó.



Ana Silvia Mazía
http://www.diariodeunadiariera.blogspot.com/
http://www.radioyentesdelmolino.blogspot.com/

Diana Poblet: Mi reino por una estrella



Desde la ventana de mi pieza veo la cúpula del Barolo
sólo tengo una porción mínima de cielo
yo,
que fui dueña de todas las estrellas
deambulo
ojos descalzos por la cornisa
equilibrista, una paloma me roza
arrulla mi nostalgia.

Sólo ella percibe
la dimensión de mi pérdida.


Diana Poblet
de De Pétalos y Espada

Miguel Angel de Boer: "Rantés está vivo" (*)



Es lo que dijo Eliseo Subiela, director de la película «Hombre mirando al Sudeste», al referirse a la difusión de la misma -por primera vez en un canal abierto- en la televisión argentina.
A partir de un tema simple -harto repetido en la cinematografía- cual es la aparición de un personaje que dice ser un extraterrestre con la misión de investigar a los seres humanos, Subiela despliega la posibilidad de que el espectador se proyecte e identifique espontáneamente, sin acotaciones forzadas y genere, desde sus propias vivencias, todas las lecturas imaginables.

La historia.

En lo manifiesto, Rantés es un loco, un delirante que -como tal- debe ser tratado y curado. Nada se sabe de su pasado. Es un N.N. No tiene historia. El psiquiatra que lo atiende encuentra en ese «caso» una oportunidad de recuperar su propia identidad. Pues él sí -el psiquiatra tiene una historia: de fracasos, de tristeza, de soledad. Poco a poco Rantés le va planteando la cruel, despiadada, miserable, violenta realidad de la vida humana. Cuestionando la irracionalidad, la injusticia, la insensibilidad, la hipocresía, la deshumanización. Pero Rantés es un «loco» y hay que «sacarlo» de la locura. Pero le sacan la vida. Se muere. Sólo queda como único testimonio material de su existencia una foto recortada a la que le falta un pedazo. La historia sigue, aún cuando en la pantalla aparece la palabra FIN.

Psicosis.

La psicosis (o locura) es un estado mental que se caracteriza fundamentalmente por una pérdida del sentido de realidad por cuanto existe una percepción alterada de la misma. Los síntomas predominantes son los
trastornos en el curso del pensamiento, en la asociación de ideas, desorientación en el tiempo y el espacio; con fenómenos de despersonalización, conductas extravagantes, empobrecimiento afectivo y severas dificultades en la comunicación. Dos elementos suelen estar siempre presentes: las alucinaciones y los delirios.
Existen distintos tipos de psicosis y son variados los modos en que se puede manifestar. Asimismo, son múltiples las causas y motivos predisponentes y desencadenantes. Quien padece una psicosis vive una
verdadera pesadilla estando despierto. Su mente se halla fragmentada, disgregada, «estallada». Los límites se pierden y la identidad se despedaza. Es un «horror sin nombre», un infierno en vida. Los fantasmas se hacen reales y la realidad se torna fantástica. La esencia del ser se licua en un agujero que lo devora.

Rantés.

Nos plantea el enigma de siempre: en este mundo, en esta sociedad, ¿quienes son los locos?. La locura, la psicosis, existe. No es un invento. Pero -entiendo- están las víctimas y están los victimarios. Están los
«sanos» que enloquecen a sus semejantes y están los «locos» que padecen la «sanitud» de los «cuerdos».
Rantés no ha muerto. Su locura es una locura bella, tierna, esperanzada. No es dañina. Quienes pudimos conocerlo no lo olvidaremos jamás. Y ojalá nos animemos, en su memoria, a bailar con alegría la Novena Sinfonía de Beethoven, aunque más no sea por dentro, disimuladamente, para no exponernos al riesgo de que nos encierren.

Miguel Angel de Boer
(*) Escrito en 1986. Incluido en "Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos) 1993.

Mario Capasso: Cambalache



Mi casa es un cambalache. Creo que hasta Discepolín se negaría a poner un pie acá adentro. Es una inmensa pila de cosas al pedo y en la cima, por ahora, quedó la máquina de escribir que me sirve para dejar testimonio de lo que pasa.
Todo comenzó a agravarse anoche, cuando mi vecina vino a buscar su ración acostumbrada y se agachó a tal efecto y algo que hasta ese momento no se había roto, se rompió. Pero ya la voy a encontrar, en algún lado debe estar, aunque por ahora no tengo ninguna pista y tampoco un perro que me ayude a olerla.
Es sólo cuestión de paciencia, ella lo decía siempre cuando se iba de aquí, más bien defraudada por mi falta de carácter o por alguna otra cuestión no resuelta o resuelta con excesiva rapidez. Esta manera de pensar acerca de las ventajas de la paciencia, supongo, debe ser su sostén en estos momentos, en que los gritos del marido intentan confundirme y de paso tirar la puerta abajo y convertir mi cabeza en un cambalache, tal vez parecido al de mi casa, en el que mi vecina debe estar esperándome, inmersa entre las muchas cosas sin sentido, supongo.

Mario Capasso
http://www.textos-en-escombros.com.ar/

Alfredo Di Bernardo: Prohibido decir adiós



La peña terminó hace un rato y, lentamente, La Urdimbre se va deshojando de público. Son casi las 6 de la mañana del domingo, y el sueño se me instala en la cara como un par de anteojos de pesados cristales. Pero cuesta irse. Cuesta animarse a disolver la borra de una noche en la que hubo charla, música, cerveza y amigos arriba y abajo del escenario. Cuesta aceptar que el reggae que escuchamos media hora atrás fue el último tema, pero el último de veras, porque pronto este será un salón vacío y mudo, un paisaje deshabitado a la espera de vaya a saber qué nuevas historias que lo pueblen. Cuesta, más que nada, recordar que mañana a la siesta habrá que volver para desarmar todo y empezar con la mudanza provisoria, esa que nos dejará suspendidos en una especie de Purgatorio hasta que se defina un nuevo lugar donde podamos seguir adelante con los proyectos de El Puente. Cuesta y duele saber que habrá que deshacer lo que con tanto amor y esfuerzo se logró construir. Y cómo no va a costar, si aún sobrevuela el recuerdo de tres años atrás, el de aquel sábado épico en que, a sólo cuatro horas de la inauguración, el lugar todavía parecía una obra en construcción, pero una cuadrilla improvisada de catorce o quince voluntarios trabajamos contra reloj, atornillando, clavando, conectando, limpiando, baldeando, acomodando, decorando, hasta conseguir lo que a las seis de la tarde parecía imposible: que todo quedara prolijo y presentable, listo para recibir al público justo cuando el público empezaba a llegar.

Cuesta irse, claro que sí. Y me viene a la memoria "El largo adiós", de Raymond Chandler, con aquello de "Hasta la vista, amigo. No le digo adiós. Se lo dije cuando tenía algún significado. Se lo dije cuando era triste, solitario y final". No cabe decir adiós, entonces. Porque es triste irse de acá, por supuesto, pero la gente que colmó la sala para estar en la peña de despedida demostró que de ninguna manera es solitario. En cuanto a lo de final, sabemos que, más tarde o más temprano, aparecerá un nuevo lugar y entonces proseguiremos, tercos y felices, nuestra tarea de militancia cultural. "Lo mejor está por venir", decían los viejos animadores de televisión. Me río de la muletilla, tan gastada, pero no puedo dejar de reconocerle esa dosis de razón que tienen todos los lugares comunes.

Me pongo de pie y saludo a los que están más cerca. Resisto la tentación de darme vuelta para ver nuestro centro cultural vivo por última vez. Tengo demasiadas postales hermosas de La Urdimbre en la memoria como para permitir que la última, justo la última opaque a las anteriores con una pincelada de melancolía que sería inevitable. "No le digo adiós", insiste Philip Marlowe en mi cabeza, y me incita a atravesar la puerta de una buena vez. Me recibe la claridad atenuada de un amanecer sucio de nubes. Empiezo a caminar sin apuro, silbando "La canción de la ciudad".

Alfredo Di Bernardo
De "Crónicas del hombre alto" Nº 56
http://cronicasdelhombrealto.blogspot.com/

Honduras: Yo soy la resistencia




----- Original Message -----
From: Angelina Llongueras
Sent: Saturday, December 19, 2009 2:11 AM
Subject: Poema de Navidad - Christmas poem "Yo soy la resistencia" by Jessica Isla (Feministas en Resitencia - Honduras) - Poem "I am the resistance"by Jessica Isla (Feminsits in Resistance)


Estimad@s amig@s:
Ahora que la prensa ya ha "olvidado" Honduras les mando este poema como regalo de navidad urgente para cortar el silencio "pragmático" que, como no, se ha acabado imponiedo - no puedo evitar pensar que quedan, por supuesto, verdugos al viejo estilo, tipo Micheletti (y quedan y se quedan!!) pero quizás lo "mejor de todo" sean esos conocidos que tiene una, de la escuela post-moderna (no estamos en los 70s en que la escuela de tortura de Dan Mitrione estaba en su apogeo, no, por favor!!), que comprenden a la perfección que si un presidente como Zelaya tienen el "mal gusto" de "atentar contra la democracia" de las élites que priman a los bancos por sumir a la humanidad en la pobreza, y darle un poquirrinín más de voz al pueblo, (porque la "revolución" no la iba a hacer) los que le rodean puedan "dar un golpe de estado para defender a la democracia", claro!...más o menos, como lo de que "hacer la guerra es una manera de trabajar por la paz", delicioso, no??
En fin, no me quiero extender, porque seguro que alguien me dirá que todo esto es muy subjetivo, que no estoy al día, que no soy imparcial ni veo las cosas con claridad...gracias, Benedetti, por entre millones de otras cosas, haber sentado cátedra sobre los "imparciales"...así que entro en el silencio personal de nuevo y aquí les llega el poema, porque, claro, sigue vigente...

Dear friends,
Now that the press has already "forgotten" Honduras, I a emailing this poem as an urgent Xmas present to cut the "pragmatic" silence that has indeed regained dominion of the public sphere - I can't help thinking that there are still some old-school butchers indeed, Micheletti sort (and they remain!!) but perhaps what's "best" is those acquantainces one has, that belong to the post-modern school (we are not in the 70s any longer where Dan Mitrione's torture schools called the shots, oh no, please!). Those acquaintances that understand perfectly that if a president like Zelaya has the "lack of breeding" to "conspire against the democracy" of the elites that reward the banks for getting humanity to sink into poverty and give a tiny little bit more voice to people (he wasn`t onto any "revolution") those around him are totally entitled to "give a coup to defend democracy", indeed!! ...quite similar to saying that making war is a way of working for peace, delightful, isn't it?
Anyway, I don't want to go on becasue for sure someone will let me know that I am being very subjective, that I am not up to date, that I am not impartial and don't see things with clarity...thanks, dear Benedetti, for having given a master lesson about the "impartials", among a million more things....so I enter again personal silence and here comes the poem (with its English translation after) that, indeed, remains in force:

Merry Xmas - Feliz Navidad
Angelina


Yo soy la resistencia

(A la poeta y activista Suyapa, quien inspiró este poema)

Soy este cuerpo dibujado a golpes
que camina día tras día bajo el sol,
bajo este cielo incierto de máquinas aladas,
en medio de ráfagas de humo y
el sonido de fusiles.
Soy infinidad de rostros:
el de un chico asesinado,
el de la abuela que camina
el de la gente lenca armada de una paciencia infinita,
el de la pintora de mantas,
el de la chica de las muletas
que se enfrentan de a pedazos o en conjunto
a las murallas verde olivo cargadas de violencia

Puedo decir que de mi cuerpo salen muchos olores
El de la montuca fresca
el de la tortilla y los frijoles
El de las manos sudadas y cuerpos cansados,
pero también
el olor de sangre derramada
el de gas y pólvora
el olor a muerte y a miedo.

Mi garganta
está poblada de voces:
estoy en las discusiones acaloradas de las asambleas
en el grito de la maestra
en el relato de la joven violada,
en la protesta de los golpeados, de los torturados
en la voz que canta en las calles

Soy miles de sombreros y
cientos de palabras
soy abrazos, lágrimas,
ternura, carcajadas.
Estoy llena de
sonrisas que iluminan el día
colores que vienen de todas partes
tengo alegría, ganas de bailar,
tengo esperanza.

Porque sin mí las calles
se quedarían solas,
porque sin mí las paredes no dirían nada
porque soy tus manos, tus pies cansados,
tu voz.
Jessica Isla.



Yo soy la resistencia

ENGLISH TRANSLATION by Laura Mannen, Radical Women, Portland, Oregon

(To poet-activist Suyapa.who inspired this poem)


I am this body marked by blows
that walks day after day under the sun,
under this uncertain sky of flying machines,
among gusts of smoke and
the sound of rifles
I am an infinite number of faces:
the murdered boy,
the grandmother walking,
the Lenca people armed with infinite patience
The woman painting banners,
the girl on crutches,
Each facing alone or joined together
The olive green walls weighed down with violence

I can say that from my body many odors emanate
The fresh-cooked montuca
The tortilla and the beans
the sweaty hands and tired bodies,
but also
the smell of shed blood
of gas and gunpowder
the smell of death and of fear

My throat
is crowded with voices:
I am in the passionate discussions at meetings
in the teacher's shout
in the story of the young woman who was raped,
in the protest of the beaten, of the tortured
in the voice that sings in the streets

I am thousands of hats and
hundreds of words
I am embraces, tears,
tenderness, bursts of laughter.

I am full of smiles that illuminate the day
colors that come from every place
I have joy, an urge to dance,
I have hope:

Because without me the streets
would be left alone,
because without me the walls would say nothing
because I am your hands, your tired feet,
your voice.

I am the resistance.

Jessica Isla.



Besos,
Angelina


--
When love speaks
the voice of all the gods
makes heaven drowsy
with the harmony.


Marcelo O'Connor: Perversidad más ignorancia



¿Hay algo peor que la perversidad? Sí, cuando se le suma la ignorancia o la estupidez. Porque les da sensación de omnipotencia y elimina todo freno racional.
Esas vaguedades reflexivas me surgieron en ocasión de ir a declarar en el juicio oral por la desaparición de mi viejo amigo y compañero Aldo Bustos. El Tribunal me señaló a los acusados, a quienes nunca había visto, y me sorprendí a mi mismo que más que odio o rencor, me causaban una sensación de extrañeza por la condición humana. ¿Qué clase de personas eran estos dos señores maduros, por debajo del rango militar? ¿Estos últimos treinta años, durmieron bien, vivieron con rutinaria normalidad? Hanna Arendt, en ocasión del juicio a Eichmann, estudió estos recovecos del espíritu humano que banaliza el mal. El peligro de la “irreflexión”, como ella dice. Un asesino común lo es por pasión o codicia. Tiene conciencia de su condición criminal y busca su expiación. Lo aterrador en estos casos que recién treinta años después se están juzgando, es la frialdad en las ejecuciones, fundadas sólo en abstracciones como son las formas de pensar, sin otra motivación de sentimientos, aunque sean malos.
Pero aún más que este aspecto sórdido y oscuro, me intriga cómo funciona esa “irreflexión” que los llevó a creer en una impunidad absoluta. Me cuesta creer que individual o colectivamente, como institución, no se les ocurrió que lo que estaban haciendo, tarde o temprano, se conocería. Que no hay crimen perfecto cuando éste tiene esas dimensiones masivas. Realmente hay que ignorar la Historia o ser muy estúpido para no percibir las consecuencias. Tenían el ejemplo de Nûremberg, pero decían que esos juicios lo hacían los vencedores y ellos habían ganado una guerra. Como serán, que hasta el día de hoy no se han dado cuenta de que si es que eso fue una guerra, la perdieron.
No hay nada más peligroso y dañino que la estupidez institucionalizada. Y en tal sentido el Ejército ha dado ejemplos históricos que son tragicómicos. En 1943, hasta el más distraído, luego de El Alamein y Stalingrado, sabía que Alemania tenía la guerra perdida. Los militares argentinos no; en su mayoría jugaron la carta nazi. En 1982, creyeron que podían ganar o empatar una guerra con Gran Bretaña y que los Estados Unidos serían, al menos, neutrales. En una época manejaban una hipótesis de guerra con el Brasil y por años se opusieron a la pavimentación de las rutas de Entre Ríos y Corrientes, un lodazal cuando llovía, para obstaculizar una eventual invasión. Claro, nosotros tampoco podíamos pasar, hubiera o no guerra.
Asesinaron, robaron, violaron, torturaron y secuestraron; todo convencidos que eran los modernos Cruzados que defendían los valores del mundo occidental y cristiano. Hasta el día de hoy no entienden por qué ese mismo mundo fue el que los condenó y repudió.
No estoy muy convencido de la utilidad de las penas, pero en el caso debería estar acompañada por una adicional que los obligara a estudiar para comprender el mundo y su humanidad. Y extender esa asignatura a las nuevas generaciones, civiles y militares, para que realmente esto sirva para afirmar que nunca más se repetirán hechos que nos avergüenzan como seres humanos.

Marcelo O'Connor
marcelooconnor@yahoo.com.ar
Fuente: Semanario Redacción -Entre Columnas-
Salta, sábado 12 de diciembre de 2009

Evo Morales en la Cumbre del Cambio Climático



Intervención del Presidente Evo Morales en la Cumbre del Cambio Climático en Copenhague

Artículos suministrados por la Embajada de Bolivia en Argentina:
Rebanadas de Realidad - Dinamarca, 17/12/09.

Primero, expresar nuestra molestia por la desorganización y las dilaciones que existen en este evento internacional, cuando nuestra responsabilidad debería ser con mucha eficacia; nuestros pueblos también esperan resultados para salvar la vida, para salvar la humanidad, salvando el planeta tierra.
Cuando preguntamos, qué pasa con los anfitriones, por qué no los debates, nos dicen que es Naciones Unidas. Cuando preguntamos qué pasa con las Naciones Unidas, dicen que es Dinamarca, y no sabemos quién organiza este evento internacional, porque todo el mundo está esperando de los jefes de Estado una solución, una propuesta de solución para salvar la vida.
Y por eso, quiero expresar de manera muy sincera, honesta, responsable, nuestra enorme preocupación por esta desorganización.
Después de escuchar algunas intervenciones de hermanos presidentes del mundo, muy sorprendido porque solamente tratan de los efectos y no de las causas del cambio climático. Lamento mucho decir, cobardemente no queremos tocar las causas de la destrucción del medioambiente en el planeta tierra.
Y queremos decir, desde acá, las causas vienen del capitalismo. Si nosotros no identificamos de dónde viene la destrucción al medioambiente, por tanto a la vida y la humanidad, seguramente nunca vamos a resolver este problema que es de todos, de todas, y no solamente de un continente, no solamente de una nación, no sólo de una región.
Y por eso nuestra obligación es identificar las causas del cambio climático, y quiero decirles con responsabilidad ante mi pueblo y ante el pueblo del mundo, las causas viene del capitalismo.
Por supuesto tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de gobierno a gobierno. ¿Cuáles son esas diferencias?, tenemos dos formas de vida, por tanto está en debate dos culturas de vida, la cultura de la vida y la cultura de la muerte.
La cultura de la muerte que es el capitalismo, nosotros decimos los pueblos indígenas es el vivir mejor, mejor vivir a costa del otro; y la cultura de la vida es el socialismo, el vivir bien.
¿Cuáles son las profundas diferencias entre el vivir bien y el vivir mejor. El vivir mejor, repito nuevamente, vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra, privatizando los servicios básicos.
Mientras que el vivir bien, es vivir en solidaridad, en igualdad, en complementariedad, en reciprocidad, no es el vivir mejor. En términos científicos, desde el marxismo, desde el leninismo dice: capitalismo- socialismo; y nosotros sencillamente decimos: el vivir bien y el vivir mejor.
Estas dos formas de vivencia, estas dos culturas de la vida está en debate cuando hablamos del cambio climático, y si no decidimos cuál es la mejor forma de vivencia o de vida, seguramente este tema nunca vamos a resolver, porque tenemos problemas de vivencia, el lujo, el consumismo que hace daño a la humanidad, y no queremos decir la verdad en esta clase de eventos internacionales..
Desde el momento que empecé a participar en las Naciones Unidas, yo ando muy preocupado porque no hay presidentes que no dicen la verdad ante el mundo. Todos protestan sobre el cambio climático, pero nadie protesta contra el capitalismo que es el peor enemigo de la humanidad.
Si el capitalismo es el peor enemigo de la humanidad, sabiendo no lo dicen, por tanto los jefes de Estado mentimos al pueblo boliviano, y dentro de nuestra forma de sobrevivencia el no mentir es algo sagrado, y eso no lo practicamos acá.
Ojalá ustedes, los presidentes, algunos presidentes del sistema capitalista pueda revisar nuestra Constitución Política del Estado boliviano. Felizmente con mucho esfuerzo aprobamos y en la Constitución está el ama sua, ama llulla, ama q'ella; no robar, no mentir ni ser flojo. Ser autoridad es la forma de servir al pueblo, a los pueblos del mundo, a los pueblos en Bolivia.
Por eso, yo quería esta oportunidad para expresar, y lamento mucho que cuando yo tengo que hablar desde la mesa desaloja a la gente, yo tengo que hablar con sillas vacías, preguntaba qué estaba pasando antes que lleguemos acá, bueno, hay que desalojar, hay que despedir a la gente cosa que nos escuche; pero tendremos la oportunidad de hacernos escuchar en otros foros internacionales con los movimientos sociales. No importa, acá nos pueden bloquear. No importa, acá pueden desalojar a la gente para que no nos escuche.
Está bien, quiero expresar mi molestia. Creo que lo mejor sería que nuestros pueblos nos escuchen.
Si estas son nuestras profundas diferencias ideológicas, programáticas, culturales de la vida, yo he llegado a la conclusión queridos presidentes, delegaciones que están presentes acá, que en este milenio es más importante defender los derechos de la Madre Tierra que defender los derechos humanos.
La tierra o el planeta tierra, o la Madre Tierra o la naturaleza existen y existirá sin el ser humano, pero el ser humano no puede vivir sin el planeta tierra. Y por tanto, es nuestra obligación defender el derecho de la Madre Tierra, defender el derecho de la Madre Tierra, defender el planeta tierra es más importante que defender los derechos humanos.
Muchos dirán, bueno, entonces qué es la vida, pero si no hay planeta tierra que se destroza, de qué sirve defender los derechos humanos, la vida misma.
Yo saludo a las Naciones Unidas, que este año por fin ha declarado el Día Internacional de la Madre Tierra. Es Madre Tierra. La madre es algo sagrado, la madre es nuestra vida. A la madre no se alquila, no se vende ni se viola, hay que respetarla. La Madre Tierra es nuestro hogar. Si esa es la Madre Tierra, cómo puede haber políticas de destrucción a la Madre Tierra, de mercantilizar a la Madre Tierra. Tenemos profundas diferencias con el modelo occidental, y eso está en debate en este momento.
Y por eso, yo quiero decirles queridos presidentes, tenemos la obligación de cómo liberar a la Madre Tierra del capitalismo, cómo acabar o eliminar la esclavitud de la Madre Tierra.
Si no acabamos con la esclavitud de la Madre Tierra, jamás vamos a poder resolver sobre la vida, sobre la humanidad y sobre el planeta tierra.
Por supuesto, reitero una vez más, tenemos profundas diferencias con el occidente. Pero también, aprovecho esta oportunidad, como ya planteábamos, es tan importante debatir ahora lo que nunca sobre la deuda climática.
Y la duda climática no solamente son recursos económicos, nuestra primera propuesta, como por ejemplo buscar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, la Madre Tierra. Restablecer ese equilibrio, reestableciendo el equilibrio entre la sociedad que vive en el mundo.
Estoy en Europa, estábamos en Europa, ustedes saben que muchas familias bolivianas, familias latinoamericanas viven en Europa, aquí vienen acá a mejorar sus condiciones de vida. En Bolivia podría estar ganando 100,200 dólares mes, pero esa familia, esa persona se viene acá a cuidar un abuelo europeo, a una abuela europea, y mes ganan 1.000 euros. Claro, en vez de estar ganando 200 dólares mes, prefieren ganar 1.000 euros.
Estas son las asimetrías que tenemos de continente a continente, y obligados a debatir, a debatir cómo buscar cierto equilibrio, achicando, reduciendo esas profundas asimetrías de familia a familia, de país en país, especialmente de continente a continente.
Pero, cuando nuestras familias vienen acá, nuestras hermanas y hermanos vienen a sobrevivir o mejorar sus condiciones de vida, son expulsados. Esos documentos llamados de retorno desde el Parlamento Europeo, pero cuando los abuelos europeos hace tiempo llegaban a Latinoamérica, nunca han sido expulsados.
Mi familia, mis hermanos no viene acá a acaparar ni minas ni miles de hectáreas para ser terratenientes. Antes nunca había visas ni pasaportes para que lleguen a ABYA YALA, ahora llamada América. Este también es un daño, que hay que reparar por supuesto.
Entonces, estamos hablando acá de soluciones profundas, profundas, históricas, yo quiero plantearlas en este tema de la deuda, la mejor deuda climática es reconociendo el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de la Madre Tierra, pues en vano vamos a estar hablando de 10 millones, de 100 millones, que es una ofensa para la humanidad.
¿Cómo devolver a la Madre Tierra su derecho? Imagínense, en el siglo pasado, hace 70 años, recién Naciones Unidas declaraban el derecho del ser humano, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hace 70 años no había derechos humanos.
A los pueblos hace tres años, por fin se reconocieron los derechos, y ahora en este milenio obligados a debatir, a reconocer el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de Madre Tierra, todos nosotros seremos responsables con la humanidad.
La mejor forma de la deuda climática es reconocer el derecho de la Madre Tierra.
El segundo componente, es la devolución a los países en desarrollo del espacio atmosférico. Que los países ricos o con industria irracional han ocupado con sus emisiones los gases de efecto invernadero. Para pagar esta deuda de emisiones deben reducir y absorber sus gases de efecto invernadero, de forma tal que exista una distribución equitativa de la atmósfera entre todos los países tomando en cuenta su población, porque los países en vía de desarrollo requerimos de espacio atmosférico para el desarrollo de nuestras regiones.
El tercer componente, por supuesto es la reparación de los daños presentes y futuros afectados por el cambio climático, y quienes o sistemas que van destruyendo al medioambiente, la Madre Tierra, tiene la obligación de reparar esos daños.
Dentro los daños, nuestra propuesta es que los países ricos deben acoger a todos los migrantes que sean afectados por el cambio climático, y no estar despidiendo, retornando a sus países con lo están haciendo en este momento, porque son responsables los países del occidente en este cambio climático.
Queridos presidentes, presidentas nuestra obligación es cómo, es salvar a toda la humanidad y no la mitad de la humanidad. El objetivo tiene que ser bajar la temperatura a un grado centígrado para evitar que muchas islas desaparezcan, que el África sufra un holocausto climático y para que nuestros glaciares y nuestros lagos sagrados se salven. La reducción de gases de efecto invernadero tiene que ser reales dentro de los países desarrollados.
Y si no desarrollamos estas políticas, repito nuevamente, seremos responsables de la destrucción de los seres humanos que habitan esta noble tierra.
Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un nuevo planteamiento, llegué hace dos noches atrás, de acuerdo a nuestros compañeros de las cancillerías, embajadores, nos informan que aquí no habrá acuerdo. Como tenemos profundas diferencias de la forma de vivencia, que jamás va haber acuerdo en esta clase de reuniones, hay pueblos movilizados marchando permanentemente. Yo saludo ahí, en América, el continente América, gracias a los pueblos, acompañado por algunos presidentes, hemos acabado algunas políticas de saqueo permanente que venían del imperialismo norteamericano.
Mi respeto, mi admiración a Fidel, a Hugo Chávez, con los movimientos sociales, que años atrás pararon el ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas. Yo decía que no era Área de Libre Comercio de las Américas, es un área de librecolonización de las Américas, se paró, se derrotó. Y si hablamos económicamente sobre el ALCA, yo decía que en vez de decir ALCA debe llamarse ALGA, saben por qué, porque iba ser el área de ganancia de las Américas.
Y gracias a la fuerza de los pueblos hemos derrotado estas políticas, y aquí quiero decirles, sólo con la lucha del pueblo, pueblos del mundo vamos a derrocar el capitalismo para salvar a la humanidad.
Como aquí no podemos ponernos de acuerdo, no hay acuerdos, yo quiero pedirles para debatir desde las Naciones Unidas, una forma de resolver no a nivel de jefes de Estado, sino con los pueblos del mundo, y eso es un referéndum mundial sobre el cambio climático. Consultemos al pueblo, lo que digan nuestros pueblos respetemos, y lo que digan los pueblos sea vinculante en aplicación en todos los países del mundo. Y así vamos a resolver cuando tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de continente a continente, especialmente con los países del capitalismo.
Y quiero dejar cinco preguntas para que las Naciones Unidas, desde la mesa, puedan y hagan un trabajo para consultar al pueblo de todo el mundo sobre el cambio climático.
Preguntas para referéndum mundial sobre cambio climático:
Primero.- ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la naturaleza reconociendo los derechos de la Madre Tierra? Los pueblos hermanos del mundo dirá: Sí o No. Dejamos en la decisión de los pueblos del mundo.
Segundo.- ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobreconsumo y derroche, que es el sistema capitalista? Dejamos a la decisión del mundo.
Tercero.- ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y absorban sus emisiones de gas invernadero de manera doméstica para que la temperatura no suba más de un grado centígrado? Sí o No. Los pueblos del mundo decidirán.
Cuarto.- ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las guerras y destinar un presupuesto superior al presupuesto de defensa para el cambio climático? Los pueblos del mundo definirán Sí o No. Por aquí no es posible que algunos países como EEUU gasten tanta plata para matar y no se gasta plata para salvar vidas, esas son dos culturas: cultura de la muerte y la cultura de la vida. Y no puedo entender, que EEUU gaste para mandar tropas y tropas donde tiene que matar a seres humanos.
Por supuesto cualquier país tiene derecho a defenderse, que se defienda en su país. Quién no tiene derecho a defenderse, todos tenemos derecho a defenderse, a defendernos si hay provocación. Pero, esta forma de enviar tropas a Afganistán, a Irán, bases militares en Sudamérica, en Latinoamérica, es la mejor forma de soportar terrorismo de Estado.
En vez de gastar plata para el terrorismo de Estado, más bien gastemos plata para salvar vidas, que es retirar plata para defender la vida, para salvar al planeta tierra.
Quinto.- Y como quinto punto, última pregunta que nos haríamos, es una propuesta para debatir entre presidentes, podemos mejorar por supuesto: ¿Está usted de acuerdo con un tribunal de justicia climática para juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra? Aprobado, Sí, por ahí
Ya tengo un voto a favor. Entonces, yo quería dejar esta propuesta queridos presidentes en la mesa, porque alguien tiene que juzgar, y nuestra propuesta es crear ese tribunal de justicia climática en las NNUU, allá un tribunal que juzgue a quienes destrozan el medioambiente, a quienes no respetan o no aplican el tratado de Kioto, por ejemplo.
Ya es hora de poner el cascabel al gato, para defender la vida y a la humanidad.
Perdonen queridos presidentes, tenía esta pequeña intervención, esperamos que pueda servir este aporte, de esta manera todos defendamos la vida, todos salvemos a la vida, todos defendamos al planeta tierra.
Yo quiero hacer una llamada a los pueblos del mundo, quiero que sepan después de conocerme con algunos presidentes, aquí no vamos a resolver nada por esos pueblos del mundo, y mi convocatoria a los pueblos del mundo a organizarse, a tomar conciencia, a unirse, a movilizarnos para acabar con el capitalismo y así vamos a salvar a la humanidad y al planeta tierra.
Muchísimas gracias.

El presente material fue publicado en Rebanadas de Realidad por gentileza de la Embajada de Bolivia en la República Argentina / Web
Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, Argentina
Redacción: redaccion@rebanadasderealidad.com.ar
Celular: (11) 15 5 0480714 / MSN: casadoledo@hotmail.com

jueves, 17 de diciembre de 2009

"UN UTIL ESPACIO"
que aporte soluciones sobre
TEMATICA SOCIAL,
GRUPOS VULNERABLES
y principalmente a las
PERSONAS con DISCAPACIDAD.
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Orlando Barone: Por más sombras que le tiren el país no se ennegrece



No sé por qué los argentinos ya no se van del país en masa como antes. Y por qué la televisión ya no se deleita mostrando las colas de emigrantes en la puerta de los consulados y embajadas. Y no solo los argentinos ya no se van -salvo de vacaciones- sino que vienen a Palermo Soho los norteamericanos y nuestra población aumenta cada día. Y eso es lo raro. Porque si uno escucha y lee las noticias, este es un país con más muertes que vida. Y sin embargo no hay éxodos ni caravanas partiendo al exilio. Y además se construyen cada vez más barrios abiertos y cerrados; y hasta en las villas de emergencia se levantan chozas de tres pisos que los diarios delatan como signo de usurpación y barbarie. Y aunque se dice que aquí los delincuentes matan por matar, no como en otras partes que matan por motivos intelectuales, la gente no se recluye debajo de las camas, no: sale de sus casas sin chaleco antibalas ni guardaespaldas y los abuelos llevan a los niños a la plaza. Mientras tanto, en la pantalla, todos lloran eternamente desconsolados y claman ojo por ojo; pero el televidente cambia de canal para mirar a Tinelli y reírse y de seguir así acabará riéndose de los noticieros y de sus relatores más que de los comediantes. No sé por qué se siguen llenando los teatros y los cines y los recitales. De dónde la gente saca la plata. Ni por qué ante tanta amenaza exista el deseo de sentarse a las mesas de los bares en las veredas, donde aparte del riesgo de los motoqueros chorros la consumición es más cara. Será que la gente es temeraria y suicida, y por eso también pasea de noche con autos caros sabiendo que la pueden ametrallar en cualquier esquina. Y que ninguna ambulancia va a llegar a tiempo porque el Estado no las surte de nafta, ya que los surtidores se vacían llenando el tanque del avión que va al Calafate. No sé por qué no hay, como antes, compradores de dólares desesperados en las agencias de cambio, y eso que dicen que la economía está al borde del colapso. Aunque el riesgo país cada vez más bajo los desmienta. Tampoco sé por qué, si como dicen, gobierna una dictadura que persigue al periodismo, cualquier profesional o amateur dice y escribe del gobierno la injuria y la mentira que se le da la gana. Y menos sé por qué las parejas siguen teniendo hijos; y hasta se empeñan en ser fertilizadas con embriones argentinos mientras oyen y leen que el país es una porquería.

No sé por qué si se dice que el gobierno roba a “troche y moche” -y todavía más de lo que nadie imagina, ya que se roban hasta las almas- tiene todavía plata para los seis millones de chicos de la asignación universal, para que cinco millones de jubilados cobren un beneficio extraordinario, y para que se paguen los salarios con plata y no con moneda inválida. No sé por qué si dicen que se va a cortar el suministro eléctrico y el país será igual que el planeta cuando aún no se había creado la luz, la gente -aún modesta- suda por comprar aparatos de aire acondicionado y agota su existencia. No sé por qué se dice que la democracia está rota, si nunca como hoy los legisladores han participado tanto institucionalmente, que ya aburridos de ver salir leyes abandonan sus bancas opositoras para pavonearse en los medios donde se sienten mejor que en el Congreso. Vivimos entre una irrealidad mediática y una realidad argentina. Y no sé por qué. Si bastaría un destello real de la razón, para iluminar la delirante oscuridad falsa.

Orlando Barone
http://orlandobarone.blogspot.com/
Carta abierta de Orlando Barone
30/11/2009 en Radio del Plata.

Palabras de Adolfo Pérez Esquivel



Golpistas.com - Argentina: La seguridad, insegura.


Por Adolfo Pérez Esquivel

Una y otra vez vuelven los personajes de turno; la diva del teléfono “Su”, reclama represión y pregona la pena de muerte para aquellos que supuestamente atentan contra la seguridad.


El mediático y divertido señor Tinelli y la señora de los almuerzos Mirtha Legrand, tienen medios audio-visuales a su disposición y suman su reclamo y convocan a una reunión por la “seguridad”; están cansados y temerosos que los pobres corten rutas, avenidas, y generen el caos ciudadano; están hartos de piqueteros que reclaman trabajo y seguridad para sus familias y la comunidad.


Los medios de incomunicación, comunican los desastres y anuncian el “Apocalipsis Now”; el Grupo Clarín y la Nación fogonean la campaña de desestabilizar al gobierno. La Pitonisa clama toda clase de calamidades y envía cartas a las embajadas, anunciando que, la única garante institucional de la Nación es ella y nadie más.


Pretenden ignorar que el único garante de la democracia, es el Pueblo. Josué de Castro, medico brasileño que fuera director de la FAO, en su obra “La Geografía del Hambre” dice: “Los pobres no duermen porque tienen hambre, y los ricos no duermen porque tienen miedo a los que tienen hambre”.


¿Cómo podemos trabajar y lograr que todos duerman sin sobresaltos y que, aquellos que más tienen, aprendan a compartir el Pan y la Libertad, con los que menos tienen?


Pero no, los personajes ricos y famosos televisivos reclaman “seguridad y mano dura contra los
pobres”. Recuerdo a uno de mis profesores de filosofía, Galíndez, quien decía que: “en el teatro griego los actores usaban máscaras y al terminar la función debían sacársela y volver a ser personas”. Hay personajes que continúan actuando y no quieren sacarse la máscara por miedo a ser personas. El profesor nos enseñaba que: “es más difícil ser señor que doctor”.


Saquen sus conclusiones los personajes; es una buena lección. Hay que preguntarles porqué callaron cuando la Sociedad Rural y la Federación Agraria pararon el país durante 4 meses para desestabilizar y condicionar al gobierno y guardaron silencio frente a la voracidad económica del llamado “campo sojero y otras yerbas”; son quienes destruyen los montes y expulsan a los campesinos e indígenas; quienes durante el paro tiraron miles de litros de leche y alimentos de los camiones con acoplados en las rutas, mientras mas de 10 millones de compatriotas están en la pobreza. No pueden ignorar que los terratenientes y sus aliados imponen los monocultivos, la desertificación y contaminación, y todito esto lo hacen con total impunidad.


Pregunto: ¿Quién se hace responsable de las pérdidas sufridas por los afectados por el paro del campo? Deben saber que muchos sectores sociales trabajan y luchan contra la inseguridad; pero la visión y comprensión es distinta a la de los ricos y famosos...


¿Le preguntaron a un chico que vive en la calle, hambreado, castigado y marginado por una sociedad injusta, cual es su seguridad?- Recorrieron alguna villa o asentamiento y preguntaron a los pobladores cuál es su seguridad?- ¿Pensaron en los pueblos originarios a quienes los “empresarios del campo” les quitan las tierras, y los obligan a emigrar a la periferia de las grandes ciudades y formar piquetes para reclamar sus derechos?


Quienes acamparon 33 horas, en la Avenida 9 de Julio, no estaban ahí por gusto con sus bebes y niños; soportando frío, calor, presiones y la indiferencia social. Reclaman trabajo, no mendicidad; tuvieron el coraje de denunciar el clientelismo político de los municipios y a los punteros políticos y la falta de respuesta oficial.


El mismo reclamo se extiende en el país, como sucede en la Quiaca, cuando en enero, cuatrocientos pobladores, la mayoría mujeres, se declararon en huelga de hambre con su hambre, para reclaman trabajo y condiciones de vida para sus familias.


La gente busca resolver sus problemas, y cuando no son escuchados por los responsables de los gobiernos provinciales y el gobierno nacional, se movilizan para lograr sus objetivos a través de acciones de resistencia no-violentas.


En Tucumán hay “barrios privados”; sería bueno que los recorran aquellos que comen todos los días y tienen que hacer dieta para no engordar y se “sacrifican en el gimnasio”.


Comprobarán que han proliferado los “barrios privados”. Privados de luz, de agua, de asfalto, de escuela, de salud, de trabajo y de seguridad. Más ‘privados’ imposible.


¿Se olvidaron del saqueo del 2001 y 2002, que sufrió el pueblo cuando sacaron todo el capital del país y dejaron a muchos con una mano adelante y otra atrás, y los ahorristas en el corralito vieron esfumarse sus ahorros?


Necesitamos hacer un esfuerzo todos los sectores sociales, culturales, políticos y religiosos para recomponer el cuerpo social y no para destruir. Hay que aprender de los trabajadores de las fábricas recuperadas y de los campesinos, pequeños productores rurales; son ejemplos de resistencia social y tienen propuestas concretas.


Se está desatando una campaña con ánimo golpista; vemos una exacerbación permanente para desestabilizar al gobierno y provocar la violencia desde lo verbal a lo social y estructural. Critican hasta los 180 pesos por niños. Cualquier cosa que hace el gobierno está mal, pero no proponen nada mejor.


Los medios de comunicación, manipulan la información y aumentan las tensiones y conflictos; reclaman “libertad de prensa, confundiéndola con libertad de empresa”, gritan y vociferan contra la Ley de Medios Audiovisuales. Callaron durante 25 años la ley impuesta por la dictadura militar, con la cual estaban conformes porque les garantizaba el monopolio de los medios y control de la información del país.


Estamos frente a un “aquellare político y social”, que pocas veces vivió el país, cargado de fuerte virulencia contra el gobierno. Es preocupante y peligroso. Soy crítico del gobierno y lo manifiesto públicamente; hay acciones políticas contradictorias que no comparto por su incoherencia entre el decir y el hacer; pero hay que encontrar alternativas sociales, culturales, económicas y políticas.


Hace tiempo que se siente un fuerte olor podrido en el ambiente, cargado de palabras devaluadas y violentas, que van más allá de ser oposición política; se siente mal olor al estilo hondureño que pone en riesgo la democracia.


Al gobierno hay que sostenerlo, más allá de si estamos o no de acuerdo con su política, personalmente no lo estoy, y reclamarle y exigirle que corrija los errores políticos que atentan contra el pueblo; reclamarle transparencia y ética en el ejercicio de su función y gobernabilidad.
Los que disponen de medios de comunicación, tienen la responsabilidad de actuar con sabiduría y prudencia y no utilizarlo con actitudes golpistas.com. El otro camino es la complicidad para provocar la ingobernabilidad y enfrentamiento entre argentinos.


A los pregoneros que pretenden imponer la represión y la pena de muerte hay que decirles que son caminos del autoritarismo y regímenes dictatoriales que ha sufrido el país y el continente. No hemos luchado y sufrido para retroceder. El costo fue altísimo y las heridas aún duelen
Es necesario recomponer el cuerpo social y encontrar caminos superadores hacia un nuevo “Contrato Social” con nuestro pueblo y defender los espacios de libertad les decimos a los golpistas.com. “Nunca más”.

Adolfo Pérez Esquivel
Fuente: http://www.argenpress.info/