EGOLATRÍA
El fuego de tus atributos atrae crepúsculos y finales
me vivifican y matan luego de cada luz,
busco con ligereza las inminentes noches,
daño que me provoca no verte durante la luz.
Ligamiento que me ata a tu cuello de útero,
Curas mi necesidad y mi incertidumbre,
cuando tropiezo con mis temores,
eres sol que indagaba y resucita esplendores
con el sabor de tu alma.
Paladar de río y me lleno y te lleno en mí,
que descarriado a veces ando pues soy
una vertiente de fuego que pierde niveles
y se introduce en lo profundo de tu médula
sumisa a mi deseo, dándome tu fuerza sin mancilla.
Pruebas ardiente tu pócima liquida,
humedeces el deseo de mis profundidades,
comunicación y exilio hay en ti,
las sábanas arden con solo verte color claro
como Eva en mis ojos apasionados.
Fuiste extranjera alguna vez en mi cuerpo
hoy eres mi reino, mi mundo y mi egolatría.
El fuego de tus atributos atrae crepúsculos y finales
me vivifican y matan luego de cada luz,
busco con ligereza las inminentes noches,
daño que me provoca no verte durante la luz.
Ligamiento que me ata a tu cuello de útero,
Curas mi necesidad y mi incertidumbre,
cuando tropiezo con mis temores,
eres sol que indagaba y resucita esplendores
con el sabor de tu alma.
Paladar de río y me lleno y te lleno en mí,
que descarriado a veces ando pues soy
una vertiente de fuego que pierde niveles
y se introduce en lo profundo de tu médula
sumisa a mi deseo, dándome tu fuerza sin mancilla.
Pruebas ardiente tu pócima liquida,
humedeces el deseo de mis profundidades,
comunicación y exilio hay en ti,
las sábanas arden con solo verte color claro
como Eva en mis ojos apasionados.
Fuiste extranjera alguna vez en mi cuerpo
hoy eres mi reino, mi mundo y mi egolatría.
AFRODITA
Extraño esa isla de tu piel
llena de volcanes nocturnos.
Nada es, sin tu sombra,
te convertiste en la fuente
que alimenta mi naturaleza.
Alas en mi espíritu,
buscan alcanzar tu génesis
y volverse el anhelo de tu devoción.
Excitable arroyo juvenil,
amo beber tus antiguas inocencias,
te hurgaré hasta recrearte
en el centro de mi habitación…
Aquellas confusiones
de espasmos anónimos
noches de imágenes secretas,
con el sabor de mis manos,
Las siento como enfermedad,
Esa que curó tu amor
Con el roce de tu cuerpo
en mi centro genital.
Afrodita eres mi eternidad
en este mundo etéreo.
Juan Ricardo Sagardía
SANTOAMOR
santoamor2005@yahoo.com.ar
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