domingo, 10 de agosto de 2008

Marita Ragozza: Monseñor Angelelli


MONSEÑOR ENRIQUE ANGELELLI, MÁRTIR
(1923-1976)


“Acabo de recorrer los caminos de La Rioja. En uno de ellos me encontré con una columna de leñadores que llevaban a un muerto en una angarilla, sobre sus hombros. Me detuve y les pregunté qué hacían: ‘Llevamos a enterrar a un compañero muerto’. ‘¿Cómo, así, sin ataúd?’, les pregunté. ‘Sí, monseñor’, me respondió un humilde trabajador: no nos alcanzó el dinero que teníamos para comprar un cajón’". Y entonces la voz del obispo ANGELELLI tronó en el templo al proseguir el relato: "Yo me pregunto, ¿en qué país injusto y deshonesto vivimos que ni siquiera los trabajadores de la madera pueden poner sus muertos en ataúdes para sepultarlos? ¡Qué país inmensamente pecador!", finalizó.

De inmediato, los jefes militares, con sus esposas, se retiraron del templo porque tomaron esas palabras del púlpito como una crítica a la dictadura de Videla. Pocos días después, los dos mejores sacerdotes de ANGELELLI eran muertos a balazos y él mismo perdía la vida en un escenificado "accidente" y su cuerpo quedaría en un camino de La Rioja, mirando el cielo y con los brazos abiertos, como aquel Jesús en la cruz.

Osvaldo Bayer



Hace 32 años (4 de Agosto de 1976) que quiénes lo mataron logran todavía matar su muerte…

No obstante el clamor popular lo proclama
¡¡¡El obispo Mártir!!!



ANGELELLI DE TODOS

“ ¿ Hay que romper la memoria

para que se vacíe como un vaso roto?”

JUAN GELMAN


La muerte y su ulular silencioso

se cierne sobre la ruta

no se ve

en sigilos negros . . . acucia,

quiere dominar

trastornar

destruir

anuda hilos en trampa artera

el sol se resiste a salir

en profecía de arrebato,

la sangre es derramada

por la maquinaria del terror.


En los cántaros de la memoria

el pueblo

en quebradas y llanos

ve a Enrique resurgir en estrella.


MARITA RAGOZZA DE MANDRINI
maritaragozza@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin duda Luciano Benjamín Menéndez sabe muy bien quiénes mataron a Angelelli y a otros sacerdotes y monjas ligados a su amor a los pobres, pero no lo podemos torturar para que hable porque no somos como él. Rub´n