EMIGRANTE (Que viene y que va…)
A Esther, Alejandro
Y Favio
No sé qué nube lo cubrió de hastío,
qué espina honda le marcó el camino,
Él se fue lento, rumbeando destinos,
guitarra y mate, y un buen libro amigo .
Dejó las hilachas de toda su historia,
se empachó de angustia, hiel el corazón,
no marcó ni estela, ni huella , ni aroma,
se fue con el viento, nos dejó su adiós.
No sé si huellas de harina o cemento
grabaron los pasos de su deambular.
Irse le predijo: dolor, desencuentro,
Irse le predijo: perder o ganar …
Y va por el mismo camino marcado
de aquél inmigrante, con su viejo afán.
Y sus pasos nuevos, el revés desandan,
terrible ironía que viene y que va…
EXTRAÑA PAREJA
Tú, mi amigo,
Tú y yo
entre oscura multitud
sin que nos vean.
Solos,
en este blanco escalón
para que todos rechacen
mi negrura.
Tú, mi amigo,
tan blanco y espumoso,
¡Ladra mi nombre!
Ayúdame
a extender mi mano
tan blanca del revés,
para que algún dios
nos regale una moneda.
(Del libro “Los Indicios”)
VAGABUNDO
Una peste rueda,
Rueda por las calles de París,
Y tú, encapuchado
Vas por la vida,
Símbolo y despojo,
Te ovillas,
En un recodo de la desgracia
A la espera del milagro.
Muerto,
Un cartel en tus manos
Dibuja las negras letras del hambre.
HAIDÉ DAIBAN
dhdaiban@arnet.com.ar
A Esther, Alejandro
Y Favio
No sé qué nube lo cubrió de hastío,
qué espina honda le marcó el camino,
Él se fue lento, rumbeando destinos,
guitarra y mate, y un buen libro amigo .
Dejó las hilachas de toda su historia,
se empachó de angustia, hiel el corazón,
no marcó ni estela, ni huella , ni aroma,
se fue con el viento, nos dejó su adiós.
No sé si huellas de harina o cemento
grabaron los pasos de su deambular.
Irse le predijo: dolor, desencuentro,
Irse le predijo: perder o ganar …
Y va por el mismo camino marcado
de aquél inmigrante, con su viejo afán.
Y sus pasos nuevos, el revés desandan,
terrible ironía que viene y que va…
EXTRAÑA PAREJA
Tú, mi amigo,
Tú y yo
entre oscura multitud
sin que nos vean.
Solos,
en este blanco escalón
para que todos rechacen
mi negrura.
Tú, mi amigo,
tan blanco y espumoso,
¡Ladra mi nombre!
Ayúdame
a extender mi mano
tan blanca del revés,
para que algún dios
nos regale una moneda.
(Del libro “Los Indicios”)
VAGABUNDO
Una peste rueda,
Rueda por las calles de París,
Y tú, encapuchado
Vas por la vida,
Símbolo y despojo,
Te ovillas,
En un recodo de la desgracia
A la espera del milagro.
Muerto,
Un cartel en tus manos
Dibuja las negras letras del hambre.
HAIDÉ DAIBAN
dhdaiban@arnet.com.ar
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