domingo, 30 de noviembre de 2008

Silvia Loustau: Porqué escribo, porqué leo



y qué es lo que vas a decir

voy a decir solamente algo

y qué es lo que vas a hacer

voy a ocultarme en el lenguaje

y por qué

tengo miedo.

Alejandra Pizarnik-Cold in blue hands



Cuando era muy pequeña tenía dos obsesiones. ¿Adonde se iba el tiempo? y ¿Dónde vivían las palabras? Mi abuelo, sabio y paciente, me dio la respuesta.En el fondo del mar existe una cueva, allí se iba el tiempo.Las palabras tienen una casa en el centro del espacio. Yo quería palabras vivas.Sonando como una melodía lila. Adueñarme de ellas. No las quería aplastadas, como mariposas, entre las hojas de los diccionarios.

Comencé a escribir en mi infancia. A leer muy temprano. La escritura y la lectura iban entramadas. Siguen estando entramadas.Ambas eran mi isla de Robinson.El espacio de libertad de una niña tímida y sensible.

Antes de llegar a la adolescencia sabía que quería ser escritora. Y lo decía.

Todos creían que sería una locura pasajera.

Al comienzo de la secundaría, ganados algunos Juegos Florales y guiada por dos de mis profesoras, creo que ya era consciente de este raro y complejo oficio de trabajar con las palabras. Trabajo personal. Silencioso. Solitario. Una manera de huir del mundo y sin embargo desnudarse ante él.Presumo ser en la poesía una Eva desnuda, porque el poema es capaz de aludir hasta a las sombras mas visibles y menos traidoras.

Escribir me empuja hacia la médula de los otros y de mi misma. Me aísla. Me exila, me vuelve extraña ante escalas de valores que no alcanzo a comprender.

Pero la palabra resucita. Salva.Todo escrito es hijo de la necesidad Necesidad de apagar la angustia, de ser inmortal por un momento.

Mi poesía está escrita con las mismas fibras que constituyen mi cuerpo y mis deseos, mis sueños y mis miedos.Escribir le da densidad a mi vida. Creo que escribo por imperativo de vida. Cotidianamente entro en la casa de las palabras y busco, escucho sus voces plañideras, esperando ser tomadas. Las elijo y las trasmuto, porque ser poeta es ser alquimista. En sucesivas destilaciones deseo que cuenten más allá de lo que dicen.

Escribir es caminar por intrincados jardines, lugares que deparan fulgurantes descubrimientos, pero también traen soledad.


(*) N. de la R.: Silvia Loustau ha sido premiada con la "Primera Mención Especial de Poesía" otorgada por el Concurso de Poesía y Cuento 2008 organizado por el Partido de Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires.


Silvia Loustau
syllous@yahoo.com.ar
http://www.silvialoustau.blogspot.com/

3 comentarios:

Avesdelcielo dijo...

¡Menos mal quwe no fue una locura pasajera ! Silvia tiene una caja infinita de palabras que hacen brotar la médula.Felicitaciones por el premio.
MARITA RAGOZZA

Avesdelcielo dijo...

¡Menos mal que no fue una locura pasajera! Silvia tiene una caja mágica de infinitas palabras que hacen brotar la médula. Felicitaciones por el premio.
MARITA RAGOZZA

Anónimo dijo...

sigue alquimista complaciendonos con tus escritos
Afectuosamente
Patricia Corrales