domingo, 30 de noviembre de 2008

Cristina Villanueva: Varios




Desagiolados


Llovía casi gris

casi sin agua

sobre los bultos y los hombres

Una lluvia de nada

mientras se iban

detrás de la frontera.

Los chicos lloraban casi seco,

casi argentinos, pero no tanto.

Cuando se iban sin un chau

casi como si fueran

antes de correrse

al interior del borde.




Alimento necesario

La torta de queso centroeuropea que vendían en un almacén en la calle Uriburu. Dos finísimas capas de masa y un relleno suave, alto,orgulloso, erguido. Leche que se volvía sólida. Era como morder la vida, reternerla en la boca. Cuando acababa el trabajo tumultuoso del parto, Norberto iba a buscarla. Antojo apenas perfumado. En la ceremonia de ofrecerme como alimento, ella me construía. Necesitaba su consistente resguardo. Ni recargado ni empalagoso, ni la mezcla de muchos sabores, ni sobreactuado, ni lujo.Soberbia simplicidad. Si se tratara de literatura, una sintesis que resalta lo verdadero. En mi boca, con la pequeña boca prendida a mi. Bien metidas las dos y él que la proveía, en la boca de la vida. Con el dolor y la alegría de un pueblo exliado atravesando tierras con sus recetas, hasta llegarme. La estaba esperando,la elegí. La torta de ricotta italiana de mi familia era la que quizas me estuviera destinada, más dulce, más conversadora, con la luz opulenta, sin ambiguedades, del paisaje de Sicilia. La otra, de dulzura parca, parecía contener la palabra y el silencio. Un batido de materia vital que abrillantaba la lengua y, por lo que guardaba sin decir, al lenguaje.




Espero


En una ronda de cuentos
tu palabra de lobo
mordiéndome las comas
partenaire del bosque alucinado
red de los nombres
me acuesto en tu pasto de lenguaje


Espero.


Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar

1 comentario:

mercedes saenz dijo...

Cristina tiene una forma de escribir profunda y bella. Puede hacerlo con varios temas. Estos precisamente son muy buenos. Y hermosos los poemas. Hay sin duda talento. Un abrazo. Merci