domingo, 23 de noviembre de 2008

Invitación reapertura Bar La Poesia

...un poeta es como un cartero que corre envuelto en llamas, alguien que corre envuelto en fuego con algo en la mano que tiene que entregar.
Isidoro Blaisten

La Poesía -bar de arte, café literario, esquina de encuentro- como convocaba su cartel original, abrió sus puertas en la esquina de Chile y Bolívar el 12 de abril de 1982 y las cerró en septiembre de 1988.

Aquel sueño fue fundado por el poeta Rubén Derlis y por el músico Dystor Pérez.
En sus mesas recalaron Horacio Ferrer (allí conoció al amor de su vida), Isidoro Blaisten, Horacio Salas, Héctor Negro, Humberto Costantini, el "mono" Villegas y el virtuoso violín de Hernán Oliva. En ese lugar vivió la poesía de los años '60 forjada a la luz militante de Raúl González Tuñón, Juan Gelman y Paco Urondo, entre tantos otros. También fue el lugar elegido de la poesía del '83 con el despertar democrático. Se fundó el Grupo de los 7 de la mano de Rubén Derlis y se concretaron ciclos memorables de poesía lunfarda, literatura policial y jazz.

Hoy, aquellos sueños, reabren sus puertas...
Quedan invitados: 28 de noviembre 20 hs. - Chile 502 - Cdad. Autón. de Bs. Aires

Rogamos la más ámplia difusión

Leonardo Busquet - Relaciones Culturales y Difusión
154-420-0550

2 comentarios:

erredé dijo...

estimado sciorra: he leído la nota-gacetilla sobre "la poesía" y su reinauguración. te comento: está equivocado el dato de que dystor pérez fue uno de sus fundadores. el amigo dystor, fallecido hace unos años en montevideo,fue pianista de "la poesía" casi un año después de los inicios de las actividades del café y hasta su cierre.y fue uno de sus últimos socios minoritarios.
rubén derlis

La Máquina de Escribir dijo...

Querido Rubén:
Es muy interesante tu observación. Yo desconozcía el tema. Publiqué esta nota porque me resultó de interés para todo el ámbito literario. Me llegó a través de la persona que firma la misma. Tendría que contactarme con él y solicitarle que lea tu comentario.
Desde ya muchísimas gracias.
Un gran abrazo,
Aníbal Jorge Sciorra.