Por Liberto (desde Artevirgo, Canarias. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
No es la primera vez que insisto en que la POESIA, todavía hoy, en el siglo XXI, sigue siendo una de las formas de expresión de las personas que más nos sugiere o insinúa, que más nos susurra o nos habla de nuestras más profundas hermosas y terribles interioridades... Pero también de la vida colectiva, de sus aspiraciones, de sus frustraciones, contradicciones, de sus injusticias y miedos, de la más infinita tristeza, de la insondable verdad, de certezas, incertidumbres y visiones, de sueños truncados y esperanzas vivas...
La POESÍA es la palabra hecha verso que nos descubre espacios, tiempos, mundos, que siempre estuvieron ahí, que no nos había sido dado ver, sentir, ni comprender, pero que gracias a genio y al ingenio del poeta que parece ver "las cosas del otro lado", vemos, sentimos y comprendemos lo que antes apenas intuíamos...
Pero en CANARIAS, la cosa es diferente. Lo que ocurre en nuestra Patria Canaria lo describe lúcidamente el escritor e intelectual Víctor Ramírez cuando dice que "de ese tomar ineludiblemente partido por la palabra publicada, de ese exponer tus intimidades ideológicas ante pueblo envilecido por siglos de embrutecedora colonización (pues todo sometimiento queda inevitablemente impregnado de tu ideologización vital), arranca la inhibición de muchos compatriotas que sienten imperiosa necesidad de hacer literatura mediante el verso o la prosa".
"Si a ello añadimos la tremenda dificultad -continúa Ramírez- o la casi absoluta imposibilidad de que puedas realizarte como escritor en Patria sometida, donde lo propio debe ser despreciado o minusvalorado, e incluso ni ninguneado, porque así lo ha dispuesto y dispone el poder metropolitano a través de los llamados medios de comunicación y de los centros docentes, entonces la inhibición acaba convirtiéndose -para la mayoría de los casos- en auténtico suicidio intelectual y, por ende, moral. Sé lo que digo; y lo digo con profunda tristeza cargada de rabia contra esa inclemente fuerza aniquiladora que es todo poder colonial".
Sin embargo, y a pesar de los pesares -o por ellos mismos- somos muchas miles, millones de personas en todo el mundo las que compartimos que LA POESÍA NO SÓLO ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, SINO SOBRE TODO, UN ANHELO PRESENTE DE DESBORDANTE PASIÓN AMATORIA y, aunque estamos inmersos en la cultura y el poder de la imagen y los ordenadores, lo será por mucho tiempo.
El libertador de Cuba y lúcido escritor JOSE MARTÍ decía que "En el mundo, si se lleva con dignidad, hay aún poesía para mucho; todo es el valor moral con que se encare y tome esa injusticia aparente de la vida; mientras haya un bien que hacer, un derecho que defender, un libro sano y fuerte que leer, un rincón de monte, una mujer buena, un verdadero amigo, tendrá vigencia sensible para amar y loar lo bello y ordenado de la vida, odiosa a veces por la brutal maldad con que suelen afearla la venganza y la codicia. El sello de la grandeza es ese triunfo".
Liberto
Fuente: Argenpress Cultural, 22.11.2008
http://cultural.argenpress.info/
No es la primera vez que insisto en que la POESIA, todavía hoy, en el siglo XXI, sigue siendo una de las formas de expresión de las personas que más nos sugiere o insinúa, que más nos susurra o nos habla de nuestras más profundas hermosas y terribles interioridades... Pero también de la vida colectiva, de sus aspiraciones, de sus frustraciones, contradicciones, de sus injusticias y miedos, de la más infinita tristeza, de la insondable verdad, de certezas, incertidumbres y visiones, de sueños truncados y esperanzas vivas...
La POESÍA es la palabra hecha verso que nos descubre espacios, tiempos, mundos, que siempre estuvieron ahí, que no nos había sido dado ver, sentir, ni comprender, pero que gracias a genio y al ingenio del poeta que parece ver "las cosas del otro lado", vemos, sentimos y comprendemos lo que antes apenas intuíamos...
Pero en CANARIAS, la cosa es diferente. Lo que ocurre en nuestra Patria Canaria lo describe lúcidamente el escritor e intelectual Víctor Ramírez cuando dice que "de ese tomar ineludiblemente partido por la palabra publicada, de ese exponer tus intimidades ideológicas ante pueblo envilecido por siglos de embrutecedora colonización (pues todo sometimiento queda inevitablemente impregnado de tu ideologización vital), arranca la inhibición de muchos compatriotas que sienten imperiosa necesidad de hacer literatura mediante el verso o la prosa".
"Si a ello añadimos la tremenda dificultad -continúa Ramírez- o la casi absoluta imposibilidad de que puedas realizarte como escritor en Patria sometida, donde lo propio debe ser despreciado o minusvalorado, e incluso ni ninguneado, porque así lo ha dispuesto y dispone el poder metropolitano a través de los llamados medios de comunicación y de los centros docentes, entonces la inhibición acaba convirtiéndose -para la mayoría de los casos- en auténtico suicidio intelectual y, por ende, moral. Sé lo que digo; y lo digo con profunda tristeza cargada de rabia contra esa inclemente fuerza aniquiladora que es todo poder colonial".
Sin embargo, y a pesar de los pesares -o por ellos mismos- somos muchas miles, millones de personas en todo el mundo las que compartimos que LA POESÍA NO SÓLO ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, SINO SOBRE TODO, UN ANHELO PRESENTE DE DESBORDANTE PASIÓN AMATORIA y, aunque estamos inmersos en la cultura y el poder de la imagen y los ordenadores, lo será por mucho tiempo.
El libertador de Cuba y lúcido escritor JOSE MARTÍ decía que "En el mundo, si se lleva con dignidad, hay aún poesía para mucho; todo es el valor moral con que se encare y tome esa injusticia aparente de la vida; mientras haya un bien que hacer, un derecho que defender, un libro sano y fuerte que leer, un rincón de monte, una mujer buena, un verdadero amigo, tendrá vigencia sensible para amar y loar lo bello y ordenado de la vida, odiosa a veces por la brutal maldad con que suelen afearla la venganza y la codicia. El sello de la grandeza es ese triunfo".
Liberto
Fuente: Argenpress Cultural, 22.11.2008
http://cultural.argenpress.info/
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