VOLVERÁS
Todavía esta fresca la huella,
trate de humedecerla cada día
para que encuentres todo tal cual dejaste
desde que te marchaste
Pasee mis nostalgias por collados eminentes,
por no pisar los jardines del hogar,
la huella fresca también esperanzada
dibujó flores para tu regreso.
Cada sueño mío contendía
con la tormenta de tu ausencia,
estos ojos colmados de lluvia
te esperan en el zaguán del patio trasero.
Amparé mi amor en el cofre oculto
De nuestro callado dormitorio,
las florestas aguardan tu fragancias,
aún los narcisos dependen de ti.
Consulto cada día al arrayán
si escuchó el sonido de tus pasos,
se que volverás pues no hay en el mundo
quien te espere como yo.
Confío que el poder del amor lo hará posible.
EL ANCIANO
Esta plática morbosa
detiene mi ser en los susurros
que tratan de ocultar en el recuerdo
nuestros deseos pasionales.
No había movimiento tuyo
que no excite mis fundamentos
a pesar de estar malhumorado
como duende endiablado.
Tu mirar inquieto transformaba
lo puro de mi conciencia,
como savia en torbellino,
derribando puentes con mi pasión.
Estoy de recuperándome
de esta sublimación,
hoy me levante como sol vivo,
mi adoración es para aquel amor.
Veintinueve mil doscientos crepúsculos
el día se anuncia sin figuras de sol,
anciano me voy despidiendo de todos
y anuncio a mi muerta que la volveré a ver.
Todavía esta fresca la huella,
trate de humedecerla cada día
para que encuentres todo tal cual dejaste
desde que te marchaste
Pasee mis nostalgias por collados eminentes,
por no pisar los jardines del hogar,
la huella fresca también esperanzada
dibujó flores para tu regreso.
Cada sueño mío contendía
con la tormenta de tu ausencia,
estos ojos colmados de lluvia
te esperan en el zaguán del patio trasero.
Amparé mi amor en el cofre oculto
De nuestro callado dormitorio,
las florestas aguardan tu fragancias,
aún los narcisos dependen de ti.
Consulto cada día al arrayán
si escuchó el sonido de tus pasos,
se que volverás pues no hay en el mundo
quien te espere como yo.
Confío que el poder del amor lo hará posible.
EL ANCIANO
Esta plática morbosa
detiene mi ser en los susurros
que tratan de ocultar en el recuerdo
nuestros deseos pasionales.
No había movimiento tuyo
que no excite mis fundamentos
a pesar de estar malhumorado
como duende endiablado.
Tu mirar inquieto transformaba
lo puro de mi conciencia,
como savia en torbellino,
derribando puentes con mi pasión.
Estoy de recuperándome
de esta sublimación,
hoy me levante como sol vivo,
mi adoración es para aquel amor.
Veintinueve mil doscientos crepúsculos
el día se anuncia sin figuras de sol,
anciano me voy despidiendo de todos
y anuncio a mi muerta que la volveré a ver.
2 comentarios:
Original forma de poetizar sobre el amor que vence la declinación y hasta la misma muerte.Maravillosos.
MARITA RAGOZZA
ese el el poder del amor, eternizar su sentimiento.
Gracias por tu comentario.
SANTOAMOR
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