La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo identificó dos nuevos hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar, llevando a 92 el número de nietos restituidos por la entidad. Esta tarde, Estela Carlotto dio una conferencia de prensa en su sede de Virrey Ceballos 592, acompañada de Verónica, hermana de una de los nietos recuperados.
Se trata de la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, ambos desaparecidos en distintos operativos el 28 de febrero de 1977, y del hijo de María Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrados entre abril y julio de 1980.
Durante la conferencia de prensa, no se dio a conocer el nombre de la hija de Trotta y Castelli, en tanto que el hijo de Aranda y Goya se llama Jorge Guillermo, nombre de nacimiento.
La restitución de la identidad de estos dos jóvenes fue confirmada esta tarde por las Abuelas en una conferencia de prensa, desarrollada en la sede de la entidad, en Virrey Ceballos al 500, que contó con la presencia de Verónica -hermana de la nieta recuperada- y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.
La hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli -ambos militantes montoneros- quien nació en el cautiverio de su madre a fines de abril o principios de mayo de 1977, recuperó su identidad el pasado viernes 25 de julio, tras haber sido informada que los estudios de ADN arrojaron una inclusión en la familia Trotta-Castelli de un 99,99%.
En tanto, el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, quien desapareció junto a sus padres, supo de su verdadera identidad el último martes 29 de julio, cuando el juez Federal Ariel Lijo, le informó que los resultados de los estudios de ADN, señalaron una compatibilidad con su familia biológica de un 99,99%
"La Petisa" o "Tere", como la llamaban sus amigos a María Teresa Trotta, y "Beto" o "Cabezón", como le decían a Roberto Castelli, militaban en la organización Montoneros y fueron secuestrados el 28 de febrero de 1977, en San Antonio de Padua y Merlo, respectivamente, según informaron las Abuelas. En el momento de su desaparición María Teresa se encontraba embarazada de seis meses y medio.
Según testimonios de sobrevivientes del terrorismo de Estado la pareja estuvo alojada en los centros clandestinos de detención "Sheraton" y "El Vesubio".
El rastro de su hija se perdió cuando "La Petisa" fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo, donde dio a luz. Desde ese mismo momento, sus familiares junto a Abuelas comenzaron la búsqueda, denunciando en 1983 su desaparición en la justicia.
Tras 25 años, el viernes pasado, su hermana Verónica-militante de H.I.J.O.S y Abuelas-, y el resto de sus familiares supieron que la hija del matrimonio Trotta-Castelli fue entregada en adopción a través del Movimiento Familiar Cristiano, organización que, según datos recogidos por las Abuelas, durante la dictadura "entregaba niños en adopción sin investigar el paradero de su familia".
Durante la conferencia de prensa, Verónica, visiblemente emocionada, dijo sentir "una sensación similar a la que sentí en el momento que nació mi hijo".
"Es el día más pleno de mi vida, dediqué mi vida para esto, es lo que más quería en el mundo", agregó entre sollozos. Tras negarse a dar detalles sobre la nieta recuperada y la posibilidad de un próximo encuentro con ella, Verónica envió un mensaje a su hermana. "Quiero que sepa que acá hay una familia que la está esperando" dijo, no si antes aclarar: "Sabemos entender sus tiempos y sabemos respetarlos".
El chaqueño Francisco "El Gordo" Goya fue militante en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en la Juventud Peronista y en la organización Montoneros. Con su primera esposa tuvo dos hijos: Juan Manuel y Emilio ,hoy militantes de la agrupación Hijos-Chaco.
Durante su exilio en México, el "Gordo" conoció a su segunda mujer, María Lourdes "Lupita" Martínez Aranda, quien militaba en el Partido Comunista de México.
En marzo de 1979 la pareja se fue a España y el 31 de julio del mismo año nació su hijo, Jorge Guillermo. Lourdes y Francisco regresaron al país en el marco de la denominada Contraofensiva y fueron secuestrados entre abril y julio de 1980 en Mendoza.
Según algunos testimonios, ambos permanecieron detenidos en el centro clandestino "Cuevas". El hijo del matrimonio Goya-Martínez fue recuperado por las Abuelas a partir del dato aportado por un arrepentido que aceleró la investigación.
"Esto fue posible gracias a la lucha sostenida durante estos más de 30 años", dijo una Carlotto, quien se mostró feliz por la recuperación de ya 92 nietos de desaparecidos.
"Abuelas cumplió", agregó la dirigente y aclaró que "ahora queda en las familias el camino del reencuentro; este es un camino largo y hay que respetarlo".
Por su parte, Duhalde, quien aseguró tener un vínculo muy personal con los hermanos de los nietos recuperados, se mostró "muy feliz" por la restitución de la identidad de los dos jóvenes,
Duhalde agradeció a la Abuelas por la "obstinada búsqueda", que llevan adelante, al tiempo que ratificó el apoyo del Estado a la entidad por que "estoy seguro que este goteo permanente en la búsqueda de la verdad, la justicia y la memoria va a seguir dando resultados".
Fuente: Diario "Página/12", 30.07.2008
http://www.pagina12.com.ar/
Se trata de la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, ambos desaparecidos en distintos operativos el 28 de febrero de 1977, y del hijo de María Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrados entre abril y julio de 1980.
Durante la conferencia de prensa, no se dio a conocer el nombre de la hija de Trotta y Castelli, en tanto que el hijo de Aranda y Goya se llama Jorge Guillermo, nombre de nacimiento.
La restitución de la identidad de estos dos jóvenes fue confirmada esta tarde por las Abuelas en una conferencia de prensa, desarrollada en la sede de la entidad, en Virrey Ceballos al 500, que contó con la presencia de Verónica -hermana de la nieta recuperada- y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.
La hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli -ambos militantes montoneros- quien nació en el cautiverio de su madre a fines de abril o principios de mayo de 1977, recuperó su identidad el pasado viernes 25 de julio, tras haber sido informada que los estudios de ADN arrojaron una inclusión en la familia Trotta-Castelli de un 99,99%.
En tanto, el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, quien desapareció junto a sus padres, supo de su verdadera identidad el último martes 29 de julio, cuando el juez Federal Ariel Lijo, le informó que los resultados de los estudios de ADN, señalaron una compatibilidad con su familia biológica de un 99,99%
"La Petisa" o "Tere", como la llamaban sus amigos a María Teresa Trotta, y "Beto" o "Cabezón", como le decían a Roberto Castelli, militaban en la organización Montoneros y fueron secuestrados el 28 de febrero de 1977, en San Antonio de Padua y Merlo, respectivamente, según informaron las Abuelas. En el momento de su desaparición María Teresa se encontraba embarazada de seis meses y medio.
Según testimonios de sobrevivientes del terrorismo de Estado la pareja estuvo alojada en los centros clandestinos de detención "Sheraton" y "El Vesubio".
El rastro de su hija se perdió cuando "La Petisa" fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo, donde dio a luz. Desde ese mismo momento, sus familiares junto a Abuelas comenzaron la búsqueda, denunciando en 1983 su desaparición en la justicia.
Tras 25 años, el viernes pasado, su hermana Verónica-militante de H.I.J.O.S y Abuelas-, y el resto de sus familiares supieron que la hija del matrimonio Trotta-Castelli fue entregada en adopción a través del Movimiento Familiar Cristiano, organización que, según datos recogidos por las Abuelas, durante la dictadura "entregaba niños en adopción sin investigar el paradero de su familia".
Durante la conferencia de prensa, Verónica, visiblemente emocionada, dijo sentir "una sensación similar a la que sentí en el momento que nació mi hijo".
"Es el día más pleno de mi vida, dediqué mi vida para esto, es lo que más quería en el mundo", agregó entre sollozos. Tras negarse a dar detalles sobre la nieta recuperada y la posibilidad de un próximo encuentro con ella, Verónica envió un mensaje a su hermana. "Quiero que sepa que acá hay una familia que la está esperando" dijo, no si antes aclarar: "Sabemos entender sus tiempos y sabemos respetarlos".
El chaqueño Francisco "El Gordo" Goya fue militante en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en la Juventud Peronista y en la organización Montoneros. Con su primera esposa tuvo dos hijos: Juan Manuel y Emilio ,hoy militantes de la agrupación Hijos-Chaco.
Durante su exilio en México, el "Gordo" conoció a su segunda mujer, María Lourdes "Lupita" Martínez Aranda, quien militaba en el Partido Comunista de México.
En marzo de 1979 la pareja se fue a España y el 31 de julio del mismo año nació su hijo, Jorge Guillermo. Lourdes y Francisco regresaron al país en el marco de la denominada Contraofensiva y fueron secuestrados entre abril y julio de 1980 en Mendoza.
Según algunos testimonios, ambos permanecieron detenidos en el centro clandestino "Cuevas". El hijo del matrimonio Goya-Martínez fue recuperado por las Abuelas a partir del dato aportado por un arrepentido que aceleró la investigación.
"Esto fue posible gracias a la lucha sostenida durante estos más de 30 años", dijo una Carlotto, quien se mostró feliz por la recuperación de ya 92 nietos de desaparecidos.
"Abuelas cumplió", agregó la dirigente y aclaró que "ahora queda en las familias el camino del reencuentro; este es un camino largo y hay que respetarlo".
Por su parte, Duhalde, quien aseguró tener un vínculo muy personal con los hermanos de los nietos recuperados, se mostró "muy feliz" por la restitución de la identidad de los dos jóvenes,
Duhalde agradeció a la Abuelas por la "obstinada búsqueda", que llevan adelante, al tiempo que ratificó el apoyo del Estado a la entidad por que "estoy seguro que este goteo permanente en la búsqueda de la verdad, la justicia y la memoria va a seguir dando resultados".
Fuente: Diario "Página/12", 30.07.2008
http://www.pagina12.com.ar/
1 comentario:
Lo leí primero y después vi sus caras. Imaginó lo que habrán tenido adentro de sus cabezas. Lo que tienen ahora delante de sus ojos. Lo que jamás si irá del corazón. Cada vez que sucede, siento que a mi me sucede. Un abrazo. Mercedes Sáenz
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