domingo, 27 de enero de 2008

Las cadenas del Estado $hileno

Luisa Calfunao, encadenada, foto: Marcelo Garay Vergara


El conflicto no es mapuche, es del Estado $hileno contra el Pueblo mapuche. Un Estado que usa a los “indígenas” en su folclor, pero los encadena… Nos da vergüenza ser $hilenas, así como a Dean Reeve, a Alice Walker, y a todas las activistas contra la Guerra rapiña en Vietnam les daba vergüenza ser estadounidenses. Si el pueblo mapuche muere de Dignidad, nosotras nos morimos de vergüenza*…

Un testimonio del periodista Marcelo Garay Vergara**, da cuenta de que Luisa Calfunao, prisionera política mapuche, estuvo casi cuatro meses encadenada en un hospital de Temuco.

Esto porque el Estado chileno, al mando de Michelle Bachelet –socia lista- por medio del tribunal que condenó a Luisa a tres años de prisión, la envió, estando ella completamente lúcida, a la sección de psiquiatría del hospital de Temuco, en octubre de 2007. “Fue custodiada por cuatro gendarmes y debió convivir con pacientes siquiátricos”. Estuvo encadenada con una cadena que pesa, según comprobó el periodista Garay, cerca de tres kilos.

Luisa, esta mujer mapuche que también lucha, fue torturada por Gendarmería de Chile siendo engrillada las 24 horas del día desde octubre a diciembre de 2007. Su hermana, la Lonko Juana Calfunao, también presa política mapuche, fue golpeada brutalmente por Carabineros en la 2ª Comisaría de Temuco en junio de 2004 y la consecuencia de esa tortura fue un aborto contra su voluntad. La casa de Juana fue quemada intencionalmente el 26 de junio de 2004 y dentro de ella murió calcinado su tío Basilio Coñoenao. El 23 de diciembre de 2005, Juana y Luisa Calfunao nuevamente fueron brutalmente golpeadas por la policía en su propia casa, delante de sus hijos e hijas, y de niñas y niños de la comunidad, siendo luego detenidas. La jueza del Tribunal de garantía de Temuco, calificó de ilegales las acciones policiales, ordenó la liberación de las detenidas e instruyó investigar el origen de las heridas y hematomas que ellas presentaban, pero nada de eso se hizo. Al contrario, el 4 de enero de 2006 la policía nuevamente allanó la comunidad, y otra vez encarceló a las hermanas Calfunao, llevándolas a la 3ª Comisaría de Padre Las Casas, donde fueron golpeadas y humilladas una vez más… El esposo de Juana, Antonio Cadin, sus hijos Waikilaf y Jorge, son también presos políticos mapuche y han sido salvajemente torturados. La hija de Juana, Carolina y la madre de Juana y Luisa, Mercedes Paillalef, son hostigadas constantemente.

Héctor Llaitul Carrillanca, otro preso político mapuche del caso Poluco-Pidenco, cada vez que ha sido trasladado a diligencias carcelarias y médicas ha sido engrillado y todas y todos saben que Patricia ha sido engrillada, encadenada y amarrada a su cama del Hospital de Chillán por Gendarmería de Chile.

Pero, no sólo estas mujeres y hombres, ya conocidos por su activismo, consecuencia y lucha son encadenados cada vez. Todo el pueblo mapuche lo es. Las cadenas que engrillan a este pueblo son las más pesadas de todas: despojo, racismo, desprecio, indiferencia y crimen… En los allanamientos a las comunidades, las ñañas son golpeadas en el suelo, pateadas por grupos de pacos –carabineros- violentadores y desclasados que traicionan su origen. Son hechos prisioneros los hombres y las mujeres, y los niños corren indignados y llorando tras el vehículo que se lleva a sus padres y madres. Esos niños y niñas, juntan odio que transformarán en lucha***. Esto NO acaba.

Puede Bachelet y toda su Concertraición de Partidos disque “por la Democracia”, hacer muchas campañas usando “indiecitos”, como en su asquerosa publicidad el exterior: “Chile Somos Todos”, donde coloca como imagen un nacimiento de Jesús con una María, un José y Tres Reyes Magos mapuche. Puede travestirse este Estado, vestirse de mujer, usar faldas, hablar de género y “contra” la Violencia hacia las Mujeres… Sin embargo, ¡NO LE CREEMOS NADA! Sabemos que no renuncian al oro de las trasnacionales y que eso más una pizca de arribismo, clasismo y racismo, tienen funcionando esta guerra rapiña contra el pueblo mapuche.

LA GENTE NO SE VENDE Y NO ES HISTORIA

Alice Walker, escritora afroamericana feminista, premio pulitzer, autora de “Color Púpura” y de “El Templo de mis amigos”, ya denunció en los años 70, que a principios del siglo 20 en EE.UU. colocaban a mujeres negras en los museos del imperio. Mujeres negras vivas. Traidas de África, colocadas en un espacio tipo zoo para que los visitantes se “instruyeran”: así son los negros, son historia y floclor… (Pero no lo son, tienen gente digna como Bárbara Lee, una demócrata californiana afroamericana, que fue la única de los 420 representantes de la Cámara estadounidense, que se opuso a la guerra de Irak).

Al Estado $hileno, pretendiente a desarrollado, también como a EE.UU. le gusta mostrar su exotismo mapuche, o pascuense, o el que sea… Le da lo mismo, mientras se callen y se presten para hacer alguna presentación en los actos diplomáticos.

Es lo que decía Matías Catrileo en un video, antes de ser asesinado: “El gobierno quiere indígenas, pero nosotros no somos indígenas, somos mapuche”.

Y es que, los mapuche no son piezas de museo. Son personas y comunidades pensantes capaces de autogobernarse y autodeterminarse. Las y los mapuche que luchan, no son un dato turístico, son gente de la tierra, digna y libertaria. No se venden por un par de cuotas de poder institucional.

“¿De que se nos acusa?”, pregunta la Chepa desde su huelga de hambre y su dolor, y responde: “De no ceder ante la soberbia del que hoy nos golpea, nos asesina y nos encarcela”.

Así es, justo como dice ella, el Estado chileno es un agresor y como todos los agresores es hipócrita, mentiroso e indiferente. Se hace el buen padre, saca a la guagua a pasear y luego le pega a la madre o la vende como cualquier proxeneta, al mejor postor.

Juana Calfunao percibe el asesinato de la tierra, por eso fue la primera que dijo: “Si la tierra es mujer, con ella se está cometiendo femicidio”. Y es un femicidio de estado que también representa etnocidio. El Femicidio consiste en vender la tierra, el agua, los bosques, en hacer de cafiche de la pachamama, y el gran impedimento para su Trata de la Tierra, son la gente que la defiende: las y los mapuche.

Pero donde hay coligues, coligues nacerán, si cae uno, diez se levantarán… Desde el hospital de Chillan, Patricia Troncoso llama “a todos los hombres y mujeres a que no pierdan la esperanza y a que no renuncien a la justicia y a la construcción de una sociedad mejor”. Y si ella, a 107 días en huelga de hambre, sometida a torturas, nos anima no hay nada que preguntarse, no hay rendición.

*de Carta de feministas argentinas a la Chepa: “Carta abierta a la Chepa.
Hermana de las resistencias: no te mueras”.

** http://www.mapuche-nation.org/espanol/html/noticias/testimonio-03.htm

*** ver: http://www.youtube.com/watch?v=-7pa4PtxPEs&eurl=http://www.elquintoinfierno.cl/

Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=50633
(Material enviado por Marta Zabaleta)

1 comentario:

Unknown dijo...

Amigxs, me encontré con este artículo mío y en ninguna parte dice mi nombre. Solicito que como corresponde lo escriban, no por Marca registrada -que no creo en ella- sino por respeto a la creación
Victoria Aldunate Morales
feminista autónoma