Serenata
Serenata sin cuerdas,
la que suena y consuela,
Serenata matinal,
con cuerda, es segura,
y aleja la locura.
Serenata, de intentos,
la que asonó y creyó
que nunca caería el cielo.
Serenata y sanata,
y se viene el infierno.
De 1,2,3
La hoja me reta,
limpia, perfecta,
con tantos signos virtuales,
ensayando un todo.
El papel me desafía,
y me hundo en su amenaza
mansamente,
viciando su candidez
con una raya,
deslucida y temblona ,
detrás
un círculo ilógico
hace florecer
el apetito del bosquejo asombroso…
Metro
(Inspirado en el cuento “Manuscritos hallados” de Julio Cortazar)
Sistemáticamente,
suben y bajan,
miden el paso
y completan el recorrido,
saltan brevemente,
flexionan las rodillas elevándose
por la escalera hastiada.
Mecánicamente
acceden al final
al inicio,
sin tribulaciones.
Irreflexivamente,
Aguardan
los indicios del cansancio
sin ser sorprendidos,
se resguardan
sumergiéndose
en el estridente traquetear.
Impávidos, abordan el destino,
la estación, el punto de llegada, o
finalmente de partida.
Símbolos,
macerados en el hedor natural,
la fragancia acérrima de los metales.
La reluciente madera
acaudala el peso invalorable
de un alma extraviada,
de una memoria atornillada.
Se ahoga en la negrura
y se instala el reflejo inalterable
de semblantes y manos aferradas,
e incontables sueños
empañando el vidrio oscilante.
El destello blanco del neón
desgrana las sombras.
Alejandra Merello
http://blogs.clarin.com/cuadernoexcluido/posts
Serenata sin cuerdas,
la que suena y consuela,
Serenata matinal,
con cuerda, es segura,
y aleja la locura.
Serenata, de intentos,
la que asonó y creyó
que nunca caería el cielo.
Serenata y sanata,
y se viene el infierno.
De 1,2,3
La hoja me reta,
limpia, perfecta,
con tantos signos virtuales,
ensayando un todo.
El papel me desafía,
y me hundo en su amenaza
mansamente,
viciando su candidez
con una raya,
deslucida y temblona ,
detrás
un círculo ilógico
hace florecer
el apetito del bosquejo asombroso…
Metro
(Inspirado en el cuento “Manuscritos hallados” de Julio Cortazar)
Sistemáticamente,
suben y bajan,
miden el paso
y completan el recorrido,
saltan brevemente,
flexionan las rodillas elevándose
por la escalera hastiada.
Mecánicamente
acceden al final
al inicio,
sin tribulaciones.
Irreflexivamente,
Aguardan
los indicios del cansancio
sin ser sorprendidos,
se resguardan
sumergiéndose
en el estridente traquetear.
Impávidos, abordan el destino,
la estación, el punto de llegada, o
finalmente de partida.
Símbolos,
macerados en el hedor natural,
la fragancia acérrima de los metales.
La reluciente madera
acaudala el peso invalorable
de un alma extraviada,
de una memoria atornillada.
Se ahoga en la negrura
y se instala el reflejo inalterable
de semblantes y manos aferradas,
e incontables sueños
empañando el vidrio oscilante.
El destello blanco del neón
desgrana las sombras.
Alejandra Merello
http://blogs.clarin.com/cuadernoexcluido/posts
2 comentarios:
Muy bellos, muy buenos y músicales, me gustó sobre todo el inspirado.
Gabriela Abeal
La primera vez que leo algo de la autora que desafía al papel, a la memoria y a lo ilógico.Excelentes.
MARITA RAGOZZA
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