LOS MILAGROS DE CUBA. UN LIBRO DE RAMÓN CHAO: OTRA CARTA DE AMOR PARA LA ISLA.
CUBA, SU MÚSICA, SU GENTE SONRIENTE, SUS COLORES Y SONIDOS Y SU REVOLUCIÓN CONTRA LOS NORTEAMERICANOS, QUE HA PERDURADO A LO LARGO DE CINCUENTA AÑOS, SON EL “PRODIGIO” QUE INSPIRÓ AL ESCRITOR RAMÓN CHAO, PADRE DEL CANTANTE MANU CHAO.
Cuba, su música, su gente sonriente, sus colores y sonidos y su revolución contra los norteamericanos, que ha perdurado a lo largo de cincuenta años, son el “prodigio” que inspiró al escritor Ramón Chao, padre del cantante Manu Chao, para escribir el libro Los milagros de Cuba (Icaria Editorial), una mirada a la isla desde los ojos del cariño. La relación sentimental de Chao con el corazón de la tierra del son tiene su origen en la época de su abuela, que se fue de la región española de Galicia a Cuba huyendo de un marido maltratador, y trabajó con un alto funcionario cubano que “le hizo un hijo”, sembrando desde entonces en la memoria colectiva de la familia un “amor genético” por la isla.
Nacido en la localidad gallega de Villalba, provincia de Lugo, pero de vida cotidiana francesa, Chao dice que adhiere a la idea lorquiana de que “para ser buen español hay que ser buen latinoamericano”, y reconoce que se siente “heredero de un pasado español, sin matices de gloria y sin honra de conquistador”. Los milagros de Cuba, ilustrado por el dibujante polaco Wozniak, incluye un disco realizado por su hijo Antoine Chao, musicólogo y músico (ex trompetista de Mano Negra), que suman a los textos de Ramón un juego de sensaciones que dan forma a una Cuba “íntima y acogedora”. El canto de un gallo y la música que suena dentro de alguna guagua camino a La Habana, la presentación de Radio Reloj o las conversaciones callejeras de niños, mujeres y viejos, son algunos de los sonidos cotidianos que Antoine Chao incluye en la “postal sonora” que acompaña al libro.
Chao, el escritor, describe la obra como “el objeto más bonito que se ha hecho con textos míos” y aclara que no se trata de un libro “político ni tampoco encomiástico”, aunque se note el amor. Probablemente sea la píldora del PPG (Policosanol) de la cual se confiesa ferviente seguidor, una de las maravillas que alimentó ese cariño que, en el caso de Chao, va más allá de lo político: con gracia anecdótica, el escritor cuenta en el libro cómo descubrió los poderes curativos del “viagra cubano”. Los milagros de Cuba es el inicio de una serie de libros sobre los países emergentes de América latina, que continuará con un nuevo viaje hacia Venezuela y, más adelante, Bolivia o Ecuador, lugares a los que prefiere catalogar de morales antes que de revolucionarios. “Si Hugo Chávez fuera revolucionario, que no lo es, no haría elecciones, porque la revolución no se puede hacer democracia”, afirma Chao, que se confiesa seguidor del gobernante. Su milagro, dice, es “progresar de la forma que está progresando, respetando todos los mecanismos del Estado burgués”.
Fuente: Página 12
Más información: http://www.pagina12.com.ar/
(Tomado de Gacemail TEA)
CUBA, SU MÚSICA, SU GENTE SONRIENTE, SUS COLORES Y SONIDOS Y SU REVOLUCIÓN CONTRA LOS NORTEAMERICANOS, QUE HA PERDURADO A LO LARGO DE CINCUENTA AÑOS, SON EL “PRODIGIO” QUE INSPIRÓ AL ESCRITOR RAMÓN CHAO, PADRE DEL CANTANTE MANU CHAO.
Cuba, su música, su gente sonriente, sus colores y sonidos y su revolución contra los norteamericanos, que ha perdurado a lo largo de cincuenta años, son el “prodigio” que inspiró al escritor Ramón Chao, padre del cantante Manu Chao, para escribir el libro Los milagros de Cuba (Icaria Editorial), una mirada a la isla desde los ojos del cariño. La relación sentimental de Chao con el corazón de la tierra del son tiene su origen en la época de su abuela, que se fue de la región española de Galicia a Cuba huyendo de un marido maltratador, y trabajó con un alto funcionario cubano que “le hizo un hijo”, sembrando desde entonces en la memoria colectiva de la familia un “amor genético” por la isla.
Nacido en la localidad gallega de Villalba, provincia de Lugo, pero de vida cotidiana francesa, Chao dice que adhiere a la idea lorquiana de que “para ser buen español hay que ser buen latinoamericano”, y reconoce que se siente “heredero de un pasado español, sin matices de gloria y sin honra de conquistador”. Los milagros de Cuba, ilustrado por el dibujante polaco Wozniak, incluye un disco realizado por su hijo Antoine Chao, musicólogo y músico (ex trompetista de Mano Negra), que suman a los textos de Ramón un juego de sensaciones que dan forma a una Cuba “íntima y acogedora”. El canto de un gallo y la música que suena dentro de alguna guagua camino a La Habana, la presentación de Radio Reloj o las conversaciones callejeras de niños, mujeres y viejos, son algunos de los sonidos cotidianos que Antoine Chao incluye en la “postal sonora” que acompaña al libro.
Chao, el escritor, describe la obra como “el objeto más bonito que se ha hecho con textos míos” y aclara que no se trata de un libro “político ni tampoco encomiástico”, aunque se note el amor. Probablemente sea la píldora del PPG (Policosanol) de la cual se confiesa ferviente seguidor, una de las maravillas que alimentó ese cariño que, en el caso de Chao, va más allá de lo político: con gracia anecdótica, el escritor cuenta en el libro cómo descubrió los poderes curativos del “viagra cubano”. Los milagros de Cuba es el inicio de una serie de libros sobre los países emergentes de América latina, que continuará con un nuevo viaje hacia Venezuela y, más adelante, Bolivia o Ecuador, lugares a los que prefiere catalogar de morales antes que de revolucionarios. “Si Hugo Chávez fuera revolucionario, que no lo es, no haría elecciones, porque la revolución no se puede hacer democracia”, afirma Chao, que se confiesa seguidor del gobernante. Su milagro, dice, es “progresar de la forma que está progresando, respetando todos los mecanismos del Estado burgués”.
Fuente: Página 12
Más información: http://www.pagina12.com.ar/
(Tomado de Gacemail TEA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario