viernes, 12 de diciembre de 2008

Emiliano de Boer: El mono



Un mono ha arrojado tinta al río, lo persiguen los mecanizados armamentistas. Ellos son rígidos en sus criterios, severos en sus técnicas de captura y tratamiento. El mono lo sabe y huye de forma imprevista, interpretando silbidos clásicos, entreteniendo a los árboles llorones con elementos de la miseria. El mono ha reclutado fuerzas amistosas, de los hongos tribales, de tambores informados, de cartas desechadas. Es hábil entre los materiales que replican una respuesta. Su cometido: solo escapar a los demacrados, insensatos, herméticos armamentistas.
La jungla ha cambiado de apariencia, de contenido. Han desmejorado sus uvas negras, los lampiños comen sus raíces para cambiar el mundo, una utopía malvada. Todo esto es registrado por el mono, no será un impedimento, ni será un remedio, simplemente serán atajos. Los espacios se articulan como un puzzle atrevido, inundados de savia por donde circulan relojes y bribones pacifistas, impensables en épocas de luto, aunque sí despiertan lamento y apremio.
La paciencia y la astucia del mono habrán de dirigir su cuerpo hacia la ruta de escape, adecuada, evolutiva y única. Mientras las langostas ríen de su prójimo y las viles comadrejas garronean los restos de su madre, el mono hace morir su intriga y desciende rodando por el terraplén, pavimentando su espalda y distrayendo las miradas atentas de las estatuas. Los mecanizados surgen inesperadamente del concreto, emitiendo chillidos de burla y ataque, calentando la olla de serpientes, cacerola carnívora y ataúd permanente. El mono peleará en constante movimiento, reminiscencias del presente, mientras recuerda con tristeza sus últimos amores, el canto del coral y el velo de su hija. Nuevas imágenes resignifican el episodio, remordimientos, alicates en sus oídos, una turbia sensación de parálisis en sus hemisferios. Decae su esperanza, decaen sus energías…la olla lo espera, las serpientes, psicópatas, sonríen.
Un verde azulado despierta el interés de una anciana, mientras reparte folletos virtuales, veraces y claros del suceso del mono. El pueblo arremangará sus pulóveres, los dibujos comprenderán su poder, los seres cordiales, humildes se han enojado.
El pleito ha comenzado.
El mono correrá despierto en el mar de las palabras.

Emiliano de Boer
halodelemi@yahoo.com.ar

1 comentario:

Avesdelcielo dijo...

La jungla, la habilidad del mono, los mecanizados en un relato lleno de alegorías, con imágenes hermosas. Felicitaciones. Emiliano.