domingo, 18 de noviembre de 2007

Ingrid Storgen: ¿Y cómo salimos de este embrollo?

Todo embrollo tiene sus orígenes, unos más acá, otros más allá pero embrollos al fin.
En la Grecia antigua existían las Bacanales, fiestas secretas que se celebraban el 16 y 17 de marzo, cerca del monte Aventino.
Sólo participaban mujeres, hasta que tal vez aburridas de tanta orgía desenfrenada pero entre pares, aunque en realidad eran ritos, decidieron incorporar a los hombres y extender la fiesta cinco veces al mes.

Estas fiestas o ritos secretos también se traían las suyas, por ese viejo axioma que dice que “secreto entre tres, secreto no es”, pudo saberse que las reuniones promovían grandes confabulaciones, conspiraciones y hasta crímenes, al punto tal que permitió la irrupción en escena del Senatus consultum de Bacchanalibus, decreto del Senado que prohibió las libertinas acciones.
No obstante, toda la vida existió gente que se resiste a acatar órdenes, mucho más si esa gente era diosa o similar y todo siguió p’alante aunque con un poquitín más de discreción.
Si bien nadie mencionaba por aquel entonces el narcotráfico, la historia logró enterarse que alguna poción mágica ya existía, no olvidemos que Bacanal deriva de Baco y éste era el dios del vino y las fiestas se hacían en su homenaje.

Como aún no había multinacionales y la pureza del jugo de la uva no recibía la bendición del agua como ahora, así como tampoco contenía colorantes y conservantes permitidos, la ingestión en exceso provocaba un extraño frenesí en las muchachas, lo que se conoce como “frenesí báquico”. Podemos hablar de los inicios de lo que luego se convertiría en prostitución, pues para que esta exista debe mediar pago por “favores” recibidos, aquello era lujuria pura ad honorem, ya que no se sabe si de alguna manera se “agradecía” a las muchachas participantes de las bacanales.

Y ya que estamos recorriendo la mitología, no podemos excluir a Puta, que mucho tuvo que ver en todo ese embrollo pero quien no era lo que pueden pensar sino mucho más, ya que al mencionarla estamos hablando de la diosa menor de la agricultura.
Algunas versiones aseguran que el significado de puta es poda y hacia esa acción se encaminaban las fiestas del bacanal sagrado, con lo cual diríamos que las chicas se “prostituían” honrando a la poda.
Aunque hay otras versiones que atribuyen otros significados, por ejemplo, aquella que puso en bocas griegas la palabra puteos, que deriva de pozo y estos eran los lugares donde introducían a los esclavos, para que luego, quien quisiera, entrara en dichos pozos para realizar sus juegos sexuales a partir del abono requerido, aunque los dueños de los pozos, por supuesto, tenían acceso gratuito.

A través de los años y a partir del dominio que ejerció la religión católica se comenzó a enfrentar el tema de la sexualidad con dos visiones diferentes, por ello entró a la cancha la figura de María Magdalena como prostituta y la de la Santísima Virgen como símbolo de la pureza y las buenas costumbres.
Una fue apedreada, mientras que la segunda, venerada, gracias al
Espíritu Santo que gestó en ella un hijo que sería el Salvador y el que opacara a sus ocho hermanos anteriores, hijos de la misma madre aunque nunca se hablara del padre, ya que José fue quien toleró compartir a este último hijo con el famoso Espíritu…

Acercándonos a los tiempos actuales, estamos en condiciones de asegurar que lo que se conoce como “el oficio más viejo del mundo”, o sea el ejercicio de la prostitución, tomó otros cauces.
No podemos negar que hay una relación inseparable entre prostitución-pobreza, sabemos que ninguna mujer nace para puta, pero muchas sí deben volverse tales para poder sobrevivir en medio de sus dificultades y el problema no puede desvincularse del sistema patriarcal que otorga a la mujer el status de objeto de uso y consumo corriente, así como sabemos que en la sociedad capitalista reproductora de pobreza y marginación, muchos otros problemas resultan desencadenantes para que la “profesión” pueda desarrollarse.
Hay redes de prostitución que al igual que los poceros antiguos, actúan como “empleadoras” y que son las que se llevan las jugosas ganancias que otorga la necesidad varonil de hacer uso de la mujer.

El Mundial de Fútbol de Alemania obtuvo un excelente rédito a partir de la instalación del gran prostíbulo que permitiera a los visitantes del mundo inflar las arcas de los poceros siglo XXI, mientras las muchachas llevarían, como es imaginable, la peor parte dentro de ese tristísimo trabajo.

El mundo fue “evolucionando”, las bacanales se negaron a desaparecer aunque en estos momentos adquieran otros nombres, pero el fin siempre es el mismo: la subordinación de la mujer al deseo de los “machos”.
Por eso ante el requerimiento de un gran amigo y compañero de rutas y de sueños que me preguntó “y cómo salimos de este embrollo”, desarrollamos este tema que da para más, desdichadamente para muchísimo más…

Ingrid Storgen
Noviembre 2007
ahoraporellos@yahoo.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

A Ingrid:
Agudo, realista y con buena prosa el tema de este artículo. Disiento con respecto a los 8 hermanos anteriores de Jesús. Soy católica criteriosa. No me afecta esa opinión , pero fiel a mí misma, debo contradecirla. Elo demás, la felicito.
MARITA RAGOZZA