Hoy en el discurso de la presidenta electa me sentí aludida por primera vez en mi condición de mujer. También hoy leí en las noticias que dos mujeres muy jovenes fueron brutalmente asesinadas por sus parejas. Hoy pensé en mi nieta que ya dispone entre sus modelos identificatorios del rol de presidente. Hoy pensé en mi abuela,en mi mamá que votaron tarde en sus vidas y que consideraban con naturalidad esa injusticia humillante. Pensé en mi, que tantas veces no voté, porque entre armas y sotanas decidían por mi. Pensé en todos los que no pudieron votar por qué cayeron por la violencia de esas armas y sus mandantes civiles.
Pensé en todos los que no se involucran y desprecian lo que tanto costó conseguir. Los que critican pero no sienten que tengan deberes frente a la sociedad. Pensé que es bueno pensar y que la realidad no es lineal. Pensé que hay que involucrarse para que esos horribles crimenes de todos los días cesen,nada no es ajeno. Hoy, una mujer presidenta, muchas electas y otras electoras junto a los hombres luchemos por parar esos crímenes diarios a los que llaman pasionales.
Cristina Villanueva
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lunes, 29 de octubre de 2007
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