OJOS SOLOS, HIELOS ROTOS
he quitado las últimas hojas
en las ramas resecas
final de invierno
el cielo trae al mediodía nubes aisladas
con fondo en vasto celeste claro
anoche llovieron piedras desde las nubes como pájaros muertos
por diez minutos
y ya todo acabó
sobre el asfalto que se esfuma hacia las vías
silba un pobre diablo
y la bilis del desolado silbo
me quiebra el pecho
como aquellas palabras de amor que no dijimos
y nos resuenan
nos re-suenan
CASAL-YUNTA
ha vuelto al tendedero del patio
ese casal de torcazas plumaje iris arratonado
no sé si son las mismas palomitas que emigraron nueve meses atrás
con los primeros vientos de aquel marzo
la siesta es gris ahora aunque ya pía, trina y gorjea el aire
y despuntan rebrotes de la llovida,
dormida y oscura tierra
quien fuera amparo de pichones
aguada o claro cuenco
para la sed viajera de estas visitas!
quien fuera alpiste, miga de pan,
sacrificial insecto o néctar
restaurando la energía de sus vuelos
donde deja lugar el vano afán de renta
la vida es solidaria de la vida
y cada célula es arte y parte
humilde y sabiamente cada briznita
cada grano minúsculo, cada criatura,
cumple en su instinto la ley de su especie
todo ama con todo aunque no lo diga
nada yace sin yunta en lo natural
Rubén Vedovaldi
he quitado las últimas hojas
en las ramas resecas
final de invierno
el cielo trae al mediodía nubes aisladas
con fondo en vasto celeste claro
anoche llovieron piedras desde las nubes como pájaros muertos
por diez minutos
y ya todo acabó
sobre el asfalto que se esfuma hacia las vías
silba un pobre diablo
y la bilis del desolado silbo
me quiebra el pecho
como aquellas palabras de amor que no dijimos
y nos resuenan
nos re-suenan
CASAL-YUNTA
ha vuelto al tendedero del patio
ese casal de torcazas plumaje iris arratonado
no sé si son las mismas palomitas que emigraron nueve meses atrás
con los primeros vientos de aquel marzo
la siesta es gris ahora aunque ya pía, trina y gorjea el aire
y despuntan rebrotes de la llovida,
dormida y oscura tierra
quien fuera amparo de pichones
aguada o claro cuenco
para la sed viajera de estas visitas!
quien fuera alpiste, miga de pan,
sacrificial insecto o néctar
restaurando la energía de sus vuelos
donde deja lugar el vano afán de renta
la vida es solidaria de la vida
y cada célula es arte y parte
humilde y sabiamente cada briznita
cada grano minúsculo, cada criatura,
cumple en su instinto la ley de su especie
todo ama con todo aunque no lo diga
nada yace sin yunta en lo natural
Rubén Vedovaldi
1 comentario:
Bellos poemas, el primero muy bueno los últimos versos...
Gabriela Abeal
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