EL PODER DEL INGENIO
Populus nigra…….. y el pequeño saltamontes se quedo con la boca abierta………El chopo, orgulloso de su saber, de su gallardía, de su exuberante verdor, de su estridente altitud y de su languidez floral; mira despectivo y engreído al pequeño saltamontes que hasta sus ramas voló. Guardador de su incondicional hermosura, sacudiendo sus largas ramas, de su noble lecho le echó. Desde el suelo mullido por hojas secas, el pequeño saltamontes alza su pequeña cabecita triangular y con
sus ojillos saltones mira al chopo contemplando su esbeltez, su erguido tronco, sus delicadas hojas elípticas, y se le asemeja como un Apolo tocando los cielos. Pero el pequeño saltamontes percibe la albura frágil de su tronco y como el pequeño David frente al gigante Goliat, sus ojillos centellean y su ingenio se agudiza. Sus pequeñas facultades de entendimiento empiezan a generar malévolos drenajes, astucias sutiles……, que le dan salida a una furia y un sentimiento, nuevo para el…….y en actitud sumisa, se aleja entre la maleza.
Con los primeros albores del día, el bosque despierta, todo empieza a vibrar, a cobrar vida. Las aves multicolores se despliegan incansables entre las ramas entrelazadas en disputa por recibir las primeras savias para su coexistencia.
Mas…….en medio del bosque, un despliegue de espectros vociferantes, dejan sentenciada la agonía del lamento de un chopo que arrasado por una plaga de langostas lucha por mantener firme su esquelético tronco.
Entre la espesura de los matorrales, unos ojitos saltones observan como se alejan sus camaradas, y mira al engreído chopo.
De su regia belleza y altanería, solo queda una mueca grotesca, una mueca semejante a una “boca abierta...”
María Rodríguez
verdemar47@yahoo.es
Populus nigra…….. y el pequeño saltamontes se quedo con la boca abierta………El chopo, orgulloso de su saber, de su gallardía, de su exuberante verdor, de su estridente altitud y de su languidez floral; mira despectivo y engreído al pequeño saltamontes que hasta sus ramas voló. Guardador de su incondicional hermosura, sacudiendo sus largas ramas, de su noble lecho le echó. Desde el suelo mullido por hojas secas, el pequeño saltamontes alza su pequeña cabecita triangular y con
sus ojillos saltones mira al chopo contemplando su esbeltez, su erguido tronco, sus delicadas hojas elípticas, y se le asemeja como un Apolo tocando los cielos. Pero el pequeño saltamontes percibe la albura frágil de su tronco y como el pequeño David frente al gigante Goliat, sus ojillos centellean y su ingenio se agudiza. Sus pequeñas facultades de entendimiento empiezan a generar malévolos drenajes, astucias sutiles……, que le dan salida a una furia y un sentimiento, nuevo para el…….y en actitud sumisa, se aleja entre la maleza.
Con los primeros albores del día, el bosque despierta, todo empieza a vibrar, a cobrar vida. Las aves multicolores se despliegan incansables entre las ramas entrelazadas en disputa por recibir las primeras savias para su coexistencia.
Mas…….en medio del bosque, un despliegue de espectros vociferantes, dejan sentenciada la agonía del lamento de un chopo que arrasado por una plaga de langostas lucha por mantener firme su esquelético tronco.
Entre la espesura de los matorrales, unos ojitos saltones observan como se alejan sus camaradas, y mira al engreído chopo.
De su regia belleza y altanería, solo queda una mueca grotesca, una mueca semejante a una “boca abierta...”
María Rodríguez
verdemar47@yahoo.es
1 comentario:
Para saber más sobre el poder del ingenio...
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