Ya se fue el ciclón Ike de Cuba. Hemos tenido lluvias durante varios días. En la capital no hay fluido eléctrico desde la media noche del lunes. Se ven muchas ramas de los árboles caídos, el transporte público no circula y por las calles transitan unos pocos autos ligeros. Los comercios están cerrados y se ven custodiados por los trabajadores de guardia y los agentes de protección. Los hospitales y salas de urgencias prestan servicios las 24 horas del día, (incluidas las farmacias) y se labora gracias a miniplantas instaladas. El curso escolar se suspendió y el traslado hacia otras provincias está cancelado. Las personas tienen calma y muy disciplinadas se mantienen cobijadas en sus casas. Quien conserva un radio con batería informa a los demás del paso del huracán. He llamado telefónicamente a amigos en el interior del país y me dicen que hay una gran pérdida de recursos materiales pero todos se encuentran protegidos en sus viviendas y esperando que llegue la electricidad. La mayor parte del país está a oscura. Los principales dirigentes, tanto de provincia como de municipio, no dejan de ocuparse y se les ve alentando y persuadiendo todo el tiempo a la población. Los vecinos colaboran unos con otros y se prestan ayuda solidaria. Siempre hay un chiste y en los momentos más tensos aparece el humor. La fiera nos acechó, peleó con nosotros, pero no nos derrotó. Aquí estamos vivos y ya nos recuperamos.
Nuria Barbosa León
Cubana y periodista
nuriabarbosa@msur.com.ar
Nuria Barbosa León
Cubana y periodista
nuriabarbosa@msur.com.ar
1 comentario:
Contado contranquilidad, adquiere por lo tanto dimensiones muchos más grandes. Me alegra que se pueda decir que se fue, pese a los daños que puede hacer causado. Siempre son terribles. Su nombre lo asocio a personas que me hubiera gustadö que en política no hubieran existido. Un abrazo. Mercedes Sáenz
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