Los efectos de un buen poema
Un buen poema, durante y después de su lectura nos deja mirando el infinito, ese punto inaccesible del espacio que brilla como una lejanísima estrella en medio de un vendaval de piedras y palabras.
Y al observar detenidamente por unos instantes interminables ese mínimo resplandor, uno siente una sensación inefable en todo el cuerpo y en ese lugar desconocido llamado alma, una sensación física que nos modifica en forma permanente hasta el fin de nuestros días o hasta el próximo poema.
Quisiera compartir ahora con ustedes, un mínimo y discutible ensayo que escribiera alguna vez, sobre el nacimiento y los acontecimientos posteriores al luminoso acto de escribir el poema, que bien o mal, podría tomarse como una metodología (tal vez fallida) para escribir un buen poema.
Nacimiento y avatares del poema
La poesía es un imposible y el poema una derrota.
El poema surge de un mal estado de ánimo, de una manifestación tribal en la esquina, de un texto mal leído, de un intestino revolucionario, de la soledad absoluta un segundo después del coito, o de la observación abusiva de un programa banal de televisión.
Técnicamente diría, que sucede un acontecimiento, personal o ajeno, un acontecimiento cualquiera, la imagen de una película, un trozo de conversación escuchado arriba del colectivo, los pechos de una mujer vislumbrados debajo de la blusa, algunos acordes de una canción olvidada, una muerte, o un sueño extraño y fragmentado por la desmemoria.
Y alguno de estos sucesos genera una sensación, una sensación diversa y varia, dolor, emoción, angustia, nostalgia, delirio, desasosiego o excitación, o cualquier otra, y ésta permanece grabada, en algún recoveco de la memoria y de alguna desconocida forma.
Después de cierto tiempo, en un momento pertinente y sensitivo, este recuerdo surge inesperadamente en el presente, creando ahora una sensación similar o tal vez igual (pero no la misma) y forma imágenes mentales, claras o difusas, reales o ficcionales, de aquel acontecimiento que las generó y entonces el cerebro y el espíritu las empieza a traducir en palabras, las decodifica, las sintetiza, las corrompe, y nace un verso, tan solo un verso, que el esfuerzo posterior, o sea, la inspiración, el talento natural y un complejo y desconocido andamiaje de saberes, convertirán en un poema, o mejor aún, en un proto-poema.
Después de todo esto, resta un esfuerzo importantísimo, el trabajo textual sobre esta arcilla blanda y maleable, que es el poema crudo, el poema en estado puro, y allí, las diversas facetas de este arduo trabajo.
Luego, una de las múltiples consecuencias de este proceso, es provocar una sensación parecida o análoga, a la que generó el texto, ahora en el lector, intención, que generalmente es otra derrota.
De aquí, que la poesía, el arte todo, es una permanente derrota, es la búsqueda de un ideal, de un imposible.
A mí me alienta la búsqueda de ese ‘aleph poético’, la búsqueda del poema total, aún sabiendo conscientemente que es un imposible, pero también una utopía, tal vez la que me incita a seguir escribiendo.
Algunos ‘poetas entre comillas’ (y dice esto, un poeta que no está totalmente libre de comillas) creen, que están escribiendo la ‘gran cosa’ y entonces, ‘se postran embelesados con reverencia ante un paisaje plagado de edenes’, o nos dictan ‘una desiderata estúpida y vulgar sobre su amor a la madre o a la novia indigestada de blanca pureza’, seguramente están muy lejos de la poesía o cualquier otra forma de arte que se precie.
Personalmente, no puedo afirmar que he accedido al ‘cosmos de la poesía’, digo que vi una hendija y espié por allí (y esto me llevó muchos años) y digamos, que apenas he vislumbrado ese cosmos, que intuyo infinito.
Compartirlo ahora con otros, con ustedes, es un acto generoso y egoísta, es buscar en el otro una afinidad, es buscar un soñador, un príncipe de las mareas entre aguas turbias y contaminadas.
Compartirlo con otro, es intentar un mundo mejor, es creer que la palabra sirve para algo más que para comunicarse, es un acto de rebelión, es también, un acto de fe.
Compartirlo con el otro, es el último acto de resistencia, para combatir la tremenda soledad que nos aflige en este nuevo milenio.
Compartirlo, es ya el triunfo, de esta permanente derrota.-
Aldo Novelli: nació en la ciudad de Neuquén (Argentina) . Poeta, cuentista, ensayista. Vivió hasta los 13 años en Challacó, un campamento petrolero en medio del desierto patagónico, hoy un caserío fantasma, luego vagó por el país hasta retornar al terruño, la ciudad de las manzanas prohibidas, enclavada en el valle de las quimeras, donde reside actualmente. Edita el plegado de arte y literatura ‘Animal Urbano’.Libros publicados: “La noche del hastío” (Ed. Limón, 2003); Plaqueta “16 poéticas” (Ed .Limón, 2004); “Agonistas del fin del mundo” (Ed. La luna que, 2005), "Desierto" (Ed-LLanto del Mudo-Cba-2007). Publicó en las siguientes antologías: “Poesía y cuento patagónicos” - 1992, “La Poesía en Neuquén” Ed. Sec. de Cultura del Neuquén – 1993, “Poesía y cuento de la Patagonia” Ed. FBPN – 1994; “La Palabra escondida” Poesía escrita durante la dictadura militar – 1996; “Poesia Neuquina de los 90” Ed. Narvaja Editor – 1996; “Canto a un Prisionero” de Ed. Poetas Antiimperialistas de América – Otawa -2005; “País de vientre abierto” antologia de poesía social argentina – Ed. Ediciones Patagonia -2005; “El verbo descerrajado” antología en solidaridad con los presos políticos de Chile – LOM ediciones; “InSURgentes” antología de las Primeras Jornadas de Literatura argentina en la Patagonia, Ed. Limon – 2005. Ha publicado poemas, cuentos y ensayos en diversas revistas de literatura y páginas digitales. Ha sido traducido parcialmente al inglés, protugués, italiano y catalán. Fue miembro del jurado del Fondo Editorial Neuquino, integró el grupo de poetas ‘Poesía en Trámite’ formado por veinticinco poetas de la región, que realizaron lecturas, espectáculos y perfomances callejeras y del grupo 'Poetas del Montón' que formaron la 'Casa de la Poesía' de Neuquén. Estudió parcialmente, la carrera de Licenciatura en Letras y la de Periodismo entre otras. Actualmente es corresponsal de la revista de poesía ‘Mapuche’ del sur de Buenos aires, del sitio en Internet 'El Muro Cultural' y la revista de poesía “Decires” de Cosquín, provincia de Córdoba.
Fuente: POEMANÍA la manía del poema…
Hoja literaria de aparición virtual
Aldo Novelli
aldonovelli@yahoo.com
1 comentario:
Suscribo en ese recorrido que hacés para hablar de los avatares de esa parición posible imposible del Poema. Raro asunto el hecho Poético, siempre por Orillas casi cayendo, casi creyendo, casi descreyendo.
No hay que esperar habilitaciones. Honestidad. Dudamos la mayor parte del tiempo. La duda puede ser un garantía, aunque no hay garantía alguna.
Muy bueno, Aldo. Tanto que esas partes abstractas sobre el Quehacer Poético, como Poeta me hubiera gustado escribirlo.
Creo que es el mayor elogio posible.
Vos lo sabés.
Besos.
Virginia.
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