domingo, 5 de octubre de 2008

Cristina Villanueva: Soñar no cuesta nada


Soñé que me llevaban haciendo turismo a un castillo en Italia. Desde lo alto se veía el mar azul. Había algunos hombres y algunos invitados, entre otros mi padre.
Mi preocupación en el sueño era cómo iba a pagar eso, la magnífica belleza de ese lugar también tenía cierta inquietud porque algunos hombres me pretendían al mismo tiempo y temía a los problemas, peleas, disgustos, que esa situación podía traer aparejados.
La preocupación económica era bastante obsesiva y opacaba el disfrute. Tanto así que cuando me desperté quedé sin mar azul y sin deuda.


Si tienes un sueño tan vivo. Si adentro tuyo está ese paisaje simplemente hay que disfrutarlo. Te lo merecés, vos lo creaste.



Como el muro que cayó una vez, quizás caiga con este terremoto financiero en el bolsillo del Imperio (iba a decir corazón pero no tiene) esa idea de que todo se compra, se vende, se paga, ese dios del dinero.


Aprendí soñando que lo más bello no tiene precio. Todavía no hay en los mercados rodajas de crepúsculos, grandes ofertas en amaneceres.


También mirando una estampita de Epicúreo, le di la razón en su creencia en la bondad de los placeres. Era una filosofía que destacaba la amistad, por lo tanto desechaba a los placeres que hacían mal a uno mismo o a los otros. Lo más que se pueda de placer sin daño. Linda consigna para una pancarta. Basta de silicios o coronas de espinas o cruces, otra.


Soñá los sueños, crean realidad o permiten soportarla.


Si varios hombres se pelean por vos debe ser un sueño.


Si es de verdad sos una artista.


El arte y los sueños se funden.


P.D: Si hay algún psicoanalista por ahí, acepto interpretaciones salvajes y de las otras, pago con un café en un hermoso jardín (que no es el mío).



Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar

2 comentarios:

Virginia Edit Perrone. dijo...

Querida Cristina, la vida siempre da oportunidades inesperadas. Recibí este bello texto tuyo por mail, y debido a un capricho del servidor o la cuenta de infovia no pude mandarte mi respuesta. Estoy en lo que a correo se refiere, relativamente incomunicada entre ayer y hoy y veremos por cuánto más.
Entonces copio mi respuesta a tu escrito en esta querida Maquinola.
Ahí va.

"Maravilloso!!!!!!
Acuerdo absolutamente y me deleito tanto leyéndote.
Jamás me atrevería a interrumpir semejante breve, Poético y maravilloso Ensayo con ninguna interpretación que le quitara su potencia de verdad.
Gracias por tus bellos envíos de siempre.
Un cariño."
Virginia.

silvia dijo...

Cristina. ojala hubiese vendedores de crepúsculos o conos con estrellas...mientras tanto soñemos, como dice este texto que me sedujo. Un abrazo de

Silvia Loustau