lunes, 7 de abril de 2008

Sergio Simpson: Ella

Imagen: http://miradas.blogia.com

La silueta es primorosa. Le brotan suave la sonrisa ingenua y la mirada tierna. El perfil moldeado para la admiración me induce a caricias y besos, sin limitar las emociones de la desnudez. Su piel de aroma acogedor inspira la placidez de la comodidad. Revive la esperanza de un futuro armonioso, lejos del enardecimiento que provocan las minucias sin esplendor.

Al venir el alba saborea, como pocas personas, las melodías clásicas y con movimientos delicados diseña un desayuno agradable. Reboza dulzura su vida a pesar de las vicisitudes que le han maltratado la fineza, sin lograr desterrársela.

Incita a llevarla por los campos a escuchar sus palabras de mimo, el murmullo de las hojas que no se resisten a la lenidad del viento, el aplauso de las codornices en el momento de alzar vuelo, y deleitarse con la parvada de chocoyos apoderada del guanacaste aumentando el esplendor verdoso de su frondosidad.

Ella es acompañante idónea para sumergirse en la piscina de la azotea de un hotel, de veinte pisos en un paisaje tropical, y estar cerca de las nubes grises y blancas observando la declinación del sol; luego rodearla tendidos en la alfombra de una alcoba olorosa a jazmín, en un ambiente tenue; y al final conducirla de los dedos a cenar a un cabaret de primera donde se disfruta de la danza flamenca, sin importar el tiempo que en la mayoría de los casos se encarga de tensionar los placeres.

Su voz es arpegio, embelesa al tímpano y apacigua mi cuerpo. Su cercanía es son; me estimula a bailar sin descanso, y por la noche se transforma en almohada blanda donde reposo sin miedo. Durante el amanecer friolento es mi sábana pulcra, ahuyenta los maleficios. Su beso es agua que recorre la garganta agrietada de un sediento, y vitamina despertando la sonrisa de un moribundo.

Nuestros orgasmos prolongados, en movimientos acordes con musitados sonidos guturales, rompen los esquemas opresores. Engrandece las ilusiones de mi desencanto que no creía en el mañana promisorio. Es miel paseando por los cimientos de los sentidos. ¡Es frenesí que se extiende por la planicie del crepúsculo!

Con su ausencia aumenta la contradicción en el sopor de mi horizonte agredido por la rayería. Nace una lágrima, desgarra mi faz, y el epitelio se opaca con intención de marchitarse. Me atrapa la calamidad, viaja entre la copa de los árboles devastados, chocando con aturdidos quirópteros. Viene a mí la locura, flagela la conciencia porque se perdió su olor en el momento crucial del deseo. Aborrezco el futuro al tener certeza: Se aleja dejándome viva la incertidumbre, lacerando el organismo. Surge el estreñimiento estomacal ansioso de expulsar los ardores de la descomposición, y el paladar amargo blanquea la lengua adormecida por el ácido.

Un grito interior abofetea la sensibilidad de mi cuerpo mesurado que disfrutaba la calma del monasterio. Mis neuronas convulsionan sabidas de su extinción en la oscurana solitaria, atacadas por el frío, el temblor, y el sudor de angustia floreciente sin posibilidad de aplacarse. La sombra onírica de ella se mantiene en el punto donde comienza la luminosidad sicalíptica, y se explaya por el cauce de una furia irracional rumbo a la oligofrenia.

Su desprecio es la muerte: Se acerca lenta, firme y burlesca, a mi osamenta que se protege en lo recóndito de una vasija de barro húmeda, y abandonada en un rincón de la noche.

Managua, Nicaragua.

Sergio Simpson
Centro de comunicaciones y estudios sociales (CESOS)
Managua y Matagalpa, Nicaragua.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sergio
Soy la ´autora´ de la foto y llegué acá de causualidad! Me impactó mucho tu texto, me transmitió en varios puntos lo mismo que vi yo cuando saqué la foto. Me alegra que la hayas elegido para plasmar esos sentimientos.

Sds
Meri

Anónimo dijo...

Hola Sergio
Soy la ´autora´ de la foto y llegué acá de causualidad! Me impactó mucho tu texto, me transmitió en varios puntos lo mismo que vi yo cuando saqué la foto. Me alegra que la hayas elegido para plasmar esos sentimientos.

Sds
Meri

Anónimo dijo...

Saludos. El mérito es de los editores de La máquina de escribir. Coincido con vos, fue una selección acertada. Mi sugerencia es que te hubiesen comunicado la selección de la imagen, y reconocido la autoría.

Abrazos, Meri. Muchas gracias por esa fotografía. Impresiona.

Sergio Simpson

Anónimo dijo...

Me gustaría que me escribieras al blog http;//sergiosimpson.ysublog.com

para obtener tu dirección personal.

Abrazos.

Sergio Simpson

chana dijo...

hola sergio me gustaria hablar con vos mandame tu cuenta personal soy rosana chavarria chana saludo espero pronto