Caricatura de Sabat publicada por diario "Clarín", 01/04/2008La caricatura de Sabat: una venda en la boca de la presidenta arrastra (aún
sin desear el autor concientemente trasmitir ese mensaje) siglos de
imposición de silencio para las mujeres. La palabra en la boca femenina ha
sido calificada como chisme, sin importancia, parloteo, creadora de
inquinas, dañina e insubstancial. Materia de incontables chistes, es una
palabra degradada e innecesaria. La palabra de la presidenta, fue escuchada
por miles de personas en la Plaza, comentada y llena de trascendencia en un
momento crucial del país, resulta lo opuesto del prejuicio. Uno puede estar o
no de acuerdo con las ideas y palabras de un presidente pero al menos, suena
raro pedirle con inágenes que se calle. Casualmente el humor de Crítica sigue
la misma linea: "ellas hablan en el acto y después del acto también". Sin
embargo no es esta situación lo que me generó el deseo de escribir. Más bien
es que el hecho de haber aludido,la presidenta a la venda en la boca de la
caricatura de Sabat, se tome como un acto de intolerancia. No es
intolerancia, Sabat va a seguir trabajando con toda la libertad que
merece. Es sólo una ayuda para pensar. Lo que si sería intolerante, es que no
pueda contestar sin ser descalificada. Las ideas se refutan con ideas.
Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar
sin desear el autor concientemente trasmitir ese mensaje) siglos de
imposición de silencio para las mujeres. La palabra en la boca femenina ha
sido calificada como chisme, sin importancia, parloteo, creadora de
inquinas, dañina e insubstancial. Materia de incontables chistes, es una
palabra degradada e innecesaria. La palabra de la presidenta, fue escuchada
por miles de personas en la Plaza, comentada y llena de trascendencia en un
momento crucial del país, resulta lo opuesto del prejuicio. Uno puede estar o
no de acuerdo con las ideas y palabras de un presidente pero al menos, suena
raro pedirle con inágenes que se calle. Casualmente el humor de Crítica sigue
la misma linea: "ellas hablan en el acto y después del acto también". Sin
embargo no es esta situación lo que me generó el deseo de escribir. Más bien
es que el hecho de haber aludido,la presidenta a la venda en la boca de la
caricatura de Sabat, se tome como un acto de intolerancia. No es
intolerancia, Sabat va a seguir trabajando con toda la libertad que
merece. Es sólo una ayuda para pensar. Lo que si sería intolerante, es que no
pueda contestar sin ser descalificada. Las ideas se refutan con ideas.
Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar
1 comentario:
Como siempre, una Pluma insistentemente veloz para liberar, para establecer los matices que hacen a la comprensión de realidades complejas: "Un intelectual reputado librepensador que ignora lo que porta en su mensaje".
Toda una paradoja para su destinataria.
Sí Cristina, "nos queda la palabra". Y se lo digo a las dos. que la usan bien.
Un Abrazo.
Virginia.
Publicar un comentario