domingo, 3 de febrero de 2008

Bibi Albert: Mujeres solas


Mujeres solas


Queremos, no queremos.


De tanto no mirar, hay días que nos creemos invisibles.

Estamos más allá de estupideces, de egos, de mentiras.

Estamos tan de vuelta que nada nos conforma y de repente

cualquiera es una chispa en nuestra mecha incierta de tanto chamuscarse.


A veces nos lastima el beso ajeno,

y otras le colgamos una guirnalda cómplice

porque ya hubo mucho de eso en nuestra historia.


No pensamos transar con lo que antes

venía con el mandato tolerancia.


Nos gusta nuestra vida.

Y hacemos del silencio una verbena,

y del suspiro música y de la noche

secreto de los dedos desovillando olvidos.


Nos conocemos, nos reconocemos.


Urticamos bastante.

Las mujeres farsantes no nos quieren.

Y los hombres farsantes se sienten desafiados.

Las amigas decretan que penamos

y tejen y destejen la flor de sus argucias celestinas.

Las enemigas -ésas que nos regalan los mejores espejos-

deciden que tenemos lo que nos merecemos.

Y aciertan, felizmente.


Practicamos haderías con los hijos,

que cargan con nosotras pero poco.


Nos queremos, no nos queremos.


Y somos implacables y locas complacientes

y nos felicitamos y nos compadecemos.

Y es un ejercicio decirnos buenos días

y cada sol que nos despierta es homenaje.


Los ojos se van poniendo de color horizonte.

Las manos se nos vuelven pájaros carpinteros.

Las piernas pesan menos que las alas.

La piel es un santuario agradecido.

La voz canta y se ríe y nos sorprende

con sus sabias certezas.


Estamos listas por fin para un amor distinto.

Pero también sabemos que todos los amores son iguales.


Lloramos, sí, lloramos, con lágrimas de río.


Andamos nuestras horas, contradictorias, tercas,

de plumas y de bronce, hímnicas y orgullosas,

seguras de victorias y pechos arrasados,

a salvo de consuelos resignados,

el corazón bailando -emparchado, sellado, reciclado-

la danza de las mujeres solas

hasta caer dormidas, exhaustas, plenas, reinas

de nuestra aura, nuestra hazaña y nuestra cama.



Bibi Albert
bibialbert@gmail.com
(Del libro "Ronda de Pretextos", donde han publicado poemas las siete integrantes del Grupo de Poesía "Pretextos". En próxims actualizaciones iremos editando textos de las otras autoras)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué puedo decirte que ya no te haya dicho?. Para calificar este poema necesitaría un número de tres cifras. Maistra, te admiro besos de ALICORA