Supongamos que fabrico un volcán
con cien violetas.
Que se dispara una bengala
para poder espiarme los suicidios.
Que invento un nombre
para llamar al fruto
que madura en las cejas.
Supongamos que giro
sobre mi lado izquierdo.
Que el sol muere de risa
en medio de un glaciar.
Que escudriño al desamparo del espejo
para mirar de frente a los que huyen.
Supongamos que voy y vengo
por la mitad del río
sin volverme
sin revolver las dudas.
Que gobierno las horas
hasta brotarle almácigos de dedos.
Supongamos
que atrinchero a la noche
la recorto del día
para que nada eclipse
disienta o incomode.
¿dónde quedan los sueños
la libertad sus voces
mi espacio
la utopía ?
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
Argentina
http://www.silsh.com.ar/
con cien violetas.
Que se dispara una bengala
para poder espiarme los suicidios.
Que invento un nombre
para llamar al fruto
que madura en las cejas.
Supongamos que giro
sobre mi lado izquierdo.
Que el sol muere de risa
en medio de un glaciar.
Que escudriño al desamparo del espejo
para mirar de frente a los que huyen.
Supongamos que voy y vengo
por la mitad del río
sin volverme
sin revolver las dudas.
Que gobierno las horas
hasta brotarle almácigos de dedos.
Supongamos
que atrinchero a la noche
la recorto del día
para que nada eclipse
disienta o incomode.
¿dónde quedan los sueños
la libertad sus voces
mi espacio
la utopía ?
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
Argentina
http://www.silsh.com.ar/
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