Pienso en la gente que salió a defender a los criminales que arruinaron a sabiendas la vida de una niña de 14 años. En la impunidad que ellos mismos sentían al filmar su delito. Pienso en la mujer que defiende a un marido que comete esos actos de corrupción. Pienso en la diferencia de vara para medir hechos cuando los hace un hombre o una mujer. Pienso en todo lo que hay que luchar para que cambien esas cosas.Pienso que en la base de esos actos están la denigración, el deseo de someter, el odio. Pienso que debemos enseñar a los jovenes que la sexualidad es creación, amor y respeto. Pienso que la iglesia y otros sectores de poder son responsables de la falta de educación sex que puede evitar estos hechos. La ideología de sometimiento de la mujer, está relaciomado con la misma que gusta de usar el poder contra los débiles, llámase pueblos originarios, trabajadores. Débiles no porque lo sean, sino porque están en una posición social desfavorecida.
Lo que asistimos en Villegas es una manifestación de hechos que conocimos en tantas dictaduras, el placer de la muerte del otro como sujeto. El placer de someter para los que no se necesitan las sutilezas de la inteligencia. Estos hombres embistiendo con su furia destructiva no repararon en que se estaban poniendo el traje a rayas, la cabeza no les dio siquiera para ocultar su delito.
Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar
lunes, 17 de mayo de 2010
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1 comentario:
dificil decir algo mas de lo que dice cristina, solo que me sumo con dolor y preocupacion a esta mirada
que mierda nos esta pasando como sociedad?
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