domingo, 18 de mayo de 2008

Fernando Luis Pérez Poza en Buenos Aires


Crónica de una viaje a Argentina (VI)

EL INSTITUTO ANTROPOLÓGICO Y EL CORNAMÁN

Mi estreno como poeta en Buenos Aires fue en una jornada organizada por el grupo A.L.E.G.R.I.A de María Cristina Pizarro y Graciela Licciardi en el Instituto Antropológico y el Pensamiento Filosófico, en Belgrano, una zona residencial situada al norte en el callejero pero considerada centro. Ese día comí en un restaurante en La Recoleta calamares fritos, a los que aquí, utilizando la denominación que le dan en Cantabria y el País Vasco, todo el mundo conoce por rabas.
Mi prima y yo tomamos un colectivo que nos llevó directamente hasta dos cuadras más abajo del Instituto. Como fuimos con suficiente antelación, nos dio tiempo a dar una vuelta por la zona y admirar las maravillosas edificaciones, tipo casa señorial con ciertos ingredientes arquitectónicos coloniales que abundan por allí. ¡Lástima que la mayor parte de ellas no reciba el mantenimiento preciso, pues el lugar sería entonces magnífico!
Al evento asistieron unas sesenta personas entre las que había algunos destacados poetas, entre ellos el vicepresidente de la Casa de Ponteareas en Buenos Aires, quien además me parece que es vicepresidente del Instituto Argentino para la Cultura Gallega y que se comprometió a asistir también a mi presentación con María Rosa Lojo en el auditorio Francisco Madariaga de la SEA, el día 21 de mayo, a las 19,30 horas.
Un poco tarde llegó la coorganizadora del evento, Graciela Licciardi, poeta y novelista, retraso ajeno a su voluntad, pero que supo suplir después con su enorme simpatía.
Al término, algunos de los asistente fuimos a cenar a un restaurante ubicado en el mismo Belgrano. Para mí, además de ser un rato entrañable, fue muy interesante, porque pude contrastar opiniones e intercambiar información con Cristina Pizarro, sentada a mi lado. Conversación de la que espero se derive un viaje de ella a Galicia para presentar su obra.
Fue esa misma tarde cuando me di cuenta de un equívoco. Antes de partir de Galicia compré en una tienda unos amuletos de una cerámica muy conocida y valiosa, Sargadelos, que se caracterizan por estar dotados de ciertos poderes mágicos. En concreto, los que pedí eran las figas, un viejo remedio contra las "meigas", que es como popularmente denominamos a las brujas en mi tierra. He de decir que cuando el dependiente los estaba empaquetando no me fijé mucho, entretenido en seleccionar alguna otra figura para obsequiar a mi familia.
Mi sorpresa fue que cuando entregué el obsequio a Cristina, me di cuenta de que el amuleto no era una figa, sino un "cornamán", que es una mano con los dedos meñique e índice extendidos y los demás replegados y que previene contra los que le quieran robar el amor a la persona que lo lleva.
A mí, particularmente, no me gusta nada, primero porque es hacerle la cusca a los maridos de las homenajeadas, que lo van a tener crudo a partir de ahora para ponerle los cuernos a sus amantes esposas y, segundo, porque el gesto que representa esa mano, cuando vas en un vehículo y otro intenta adelantarte o te hace alguna barrabasada se suele utilizar para llamarle "cornudo".
Ni que decir tiene que las interesadas, las organizadoras de los eventos para las cuales los compré, están encantadas, seguras a partir de ahora de la fidelidad de sus esposos y amantes cónyuges.
Eso sí, cuando llegue a Galicia voy a poner de vuelta y media al dependiente de la tienda de cerámica, que se confundió y me empaquetó en papel de regalo los "cornamáns" con dedos desplegados y no las "figas", que a todos los efectos son iguales pero con los dedos replegados.
En esta jornada que se desarrolló bajo el título "Nosotros y el mundo de las artes en la literatura" tuve ocasión de compartir intervención con Alicia Dellapiare, Osvaldo Rossi, Cecilia Glanzmann, Bertha Bilbao Ritcher y Nélida Norris.
Al término de la cena, un par de taxis nos fue repartiendo por los distintos alojamientos y zonas de Buenos Aires.

Mayo 2008© Fernando Luis Pérez Poza
Buenos Aires. Argentina.
fpoza@yahoo.es
http://www.eltallerdelpoeta.com/

2 comentarios:

Recomenzar dijo...

Leer leerte me llevó a mi lugar...Belgrano.donde viví parte de mi vida. Tiene sabor el escrito, sabor dulce y lo sentí mientras lo iba leyendo. Te espero en mi blog, para compartir momentos

silvia dijo...

Fernando, leer tus andanzas en Buenos Aires es una delicia.Un abrazo,

Silvia Loustau