lunes, 5 de febrero de 2007
Julio Luis Acosta Toledo: Espejo
ESPEJO
Tu boca tiene el divino manjar cuando recibo de tus labios, una caricia tan solo al rozar,
cubierta de ternura, colma mi desgracia, con tus caricias de mujer.
Tu espíritu de amor pronuncia palabras sanando mi atormentado ser,
ingenua criatura que pasa por mi vida elevándome a Dios.
Quizas, si fuera ciego, soñaría con verte, trataría de tocar tu frente,
y dormiría en la almohada de oro, abrazando tu alma.
Le hablaría al viento, para que me entregue tus encantos.
Bebería de tus labios, los secretos de tu corazón.
Quizás, es temor a tu belleza, yo, un pobre ciego, sin rostro,
predicando en el desierto, angustiado por perder tu amor.
Te miro entre lirios, que danzan bajo tus ojos,
tu silueta de sirena, embruja con su canto, mis soledades,
callados mensajes, me agitan, volcando mis sentimientos.
No me canso de mirarte, tienes al sol y la luna, la alegría y la ternura,
tienes todo, y no me canso de admirarte.
Tus cálidas manos, toman al viento, para abrazar nuestro nido,
siento tu corazón, en cada rincón, como una perla de amor.
Nada se asemeja más al cielo, cuando tengo, tu alma frente a la mía.
He firmado un trato con Dios, para vivir, cada vez mejor, su amor me alimenta,
recibiendo con humildad, lo que me da,
¡ Señor ! me pusiste a la muerte, como un espejo, en donde no debía mirar.
Julio Luis Acosta Toledo
julioacostafap@yahoo.com
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