domingo, 25 de julio de 2010

Entrevistas: Liliana Felipe



Liliana Felipe: “La sombra de Ernestina esconde muchos negocios”


Por: Verónica Mastrosimone
cultura@miradasalsur.com

“Escribí la canción después de leer la solicitada de los hijos de Ernestina. Me impactó verlos con tal sentimiento de violencia”.
La cantautora argentina residente en México cuenta cómo se inspiró para escribir la canción sobre la dueña del grupo Clarín, que por estos días circula en Internet. Luego de que Miradas al Sur dio a conocer el relato de Lidia Papaleo de Graiver sobre las torturas recibidas para firmar la venta de las acciones de Papel Prensa, la corresponsal en Argentina del diario La Jornada de México publicó la noticia en ese país. La cantautora argentina residente en México Liliana Felipe cuenta en esta entrevista cómo se inspiró para escribir la canción Ernestina , que por estos días circula en Internet.
–¿Cuándo escribiste la canción sobre Ernestina?
–Hace una semana. La grabamos en el bar. Leí la solicitada de los hijos (de Ernestina) y luego me impactó mucho verlos a los dos con ese sentimiento de violencia emocional del esclavo que castiga al esclavo, que castiga con más fuerza. Pensé todo el tiempo si hubiera tenido la desgracia de que mi sobrina estuviera desaparecida, no sé lo que hubiera sido mi vida. Estuvimos muy cerca de que ocurriera, entonces me costaba mucho la sensación de que ellos digan que no quieren saber de quiénes son hijos. Me pareció muy doloroso, como también me pareció muy dolorosa la derecha argentina, los sojeros, los curas, los militares, los mismos de siempre, insultando a las Abuelas, que tienen el legitimísimo derecho de saber quiénes son sus nietos. Todo eso se me mezcló y lo que quise es reírme un rato de Ernestina. Y no por supuesto mencionar a los hijos, eso me parece muy doloroso, simplemente pensar en ella como alguien que se dedica al engaño, como la droga exactamente.
–Cuando cantás parece que sale la bronca de adentro, ¿qué te pasa cuando interpretás esta canción?
–Lo que me impactó con esta canción, que fue muy liberadora para mí, es que sentí que me ayudaba a sacar el engrudo que se me metía en el cerebro cuando veía cómo insultaban a las Abuelas. La indiferencia, el silencio, los jueces, estas cosas del poder tan inmundas y que los ciudadanos mortales como yo no tenemos posibilidad nunca de poder influenciar en algo. Sentí que la melodía misma me ayudaba y me permitía reírme un ratito. Ojalá lo que ella nos hubiese propuesto en la vida hubiera sido reírnos, y no ser cómplices de 30.000 desapariciones y de todos los robos que ha habido y por haber. Siento que tenemos que llegar a la verdad y que la Argentina como país ya está grandecita y ya tenemos que saber toda la verdad.
–¿Pensás que se ha llegado por fin a conocer toda la historia o falta todavía?
–Falta, pero si pensamos que la Argentina prácticamente es el único país en el mundo en el que se están haciendo los juicios a los genocidas, entonces eso también es un motivo de orgullo, y decimos “¡vaya, finalmente la Justicia sirve, y la Justicia rejuvenece y hace bien, civiliza a la gente!”. Aquí en México todavía no se juzga a nadie, y las matanzas fueron mucho antes que las nuestras. Eso es impunidad, es darles pistolas a los asesinos, que anden sueltos, que hagan lo que se les hinche un huevo.
–¿Te siguen doliendo las cosas que suceden en la Argentina?
–Bueno, hace 32 años que estoy en México, para mí están las dos historias muy mezcladas. Estoy aquí viviendo por la historia sucedida en la Argentina, no están muy desligadas. Creo que por mi edad sufrí menos que otra gente que tuvo que salir de Argentina cuando tenían 38 o 45 años, 50 años, con toda una vida hecha, teniendo que enfrentarse a otra realidad. Siento que yo lo viví menos violentamente, puesto que era muy joven, tenía 26 años. Igualmente fue doloroso y entonces decido vivir en México, construir una vida, no tengo que reconstruir tanto. Yo aquí estuve de muy jovencita, seguí estudiando y conociendo México, y en eso ¡me enamoro de una mexicana! Ahí todo se completó, y cuando tuve la oportunidad de regresar ya no tenía muchas ganas. Uno pierde cierto interés cuando un país te duele tanto. Ahora me siento muy orgullosa de que se estén llevando a cabo los juicios.
–¿La Argentina de hoy es un lugar donde podrías vivir?
–No lo sé, es un lugar adonde me gusta ir. Ya soy extranjera en la Argentina, no sé si sabría vivir, convivir, no sé si podría desarrollar los mecanismos para sobrevivir. En México disfruto y vivo, y soy muy feliz. Igualmente para mí la primavera es en septiembre, aunque esté en marzo. Aunque ya llevo vivida más de la mitad de mi vida en México, hay cosas muy raras, muy esquizofrénicas, que tiene uno muy arraigado de la infancia. La verdad es que nunca lo había pensado, creo que no podría vivir en la Argentina.
–En una nota contás que cuando leíste el libro Matar o no matar del poeta húngaro Georgy Konrad, que incluye 131 aforismos contra la violencia, sentiste una sacudida y lo empezaste a leer con ojos argentinos. ¿Qué significa eso?
–Creo que verlo con ojos argentinos era verlo desde el lado de los torturadores. ¿Por qué estos tipos se arrogan el derecho de matar a una generación? ¿Por qué se sienten enviados de Dios, por qué se sienten poseedores de la verdad? Y ése es un sentimiento muy argentino, no un sentimiento que tengan los pueblos originarios, que podrían tener mucho más y con muchas más razones que los milicos argentinos. Pero el sentimiento de los milicos argentinos es el que te dan los curas, el dinero, los ancestros asesinos, mataindios, etc. Pero también está el otro sentimiento, el de la justicia, el de la lucha, el del ingenio, el escrache, el de la gente que no se dio por vencida aunque todos los medios de comunicación o el 99,9 % estuviera en contra, y aunque todos los pelotudos siguieran con sus programas de televisión, aunque siguiera ese circo estúpido. A mí me impactó mucho una de las primeras veces que fui allá, por el ’84, apenas asumió Alfonsín, que mi mamá llegó llorando porque había comprado una revista con las nalgas de una vedette, y en las nalgas decía “incluye la lista de los desaparecidos”. Qué terrible, ¿no? Mercadotecnia. Pero la alegría de que Luciano Benjamín Menéndez esté en cadena perpetua detenido en Córdoba, qué te puedo decir...
–¿Cuáles son los hilos conductores de tus composiciones?
–Yo diría que los hilos conductores son memoria, derechos humanos, sexualidad y religión, todo eso me marca. Yo digo que soy clerofóbica. Soy cabaretera culta, antitaurina, clerofóbica.
–¿Seguís asumiéndote como una eterna desvelada, oveja descarriada, borracha y fumadora?
–Ya no, vos sabés que dejé de fumar, dejé de beber, y estoy también muy sorprendida con eso porque yo pensaba que no podía vivir si no fumaba y pensaba que no podía vivir si no me tomaba mi botella de vino tinto por día, y estoy muy sorprendida de lo que uno cree y de las cosas que se agarra, porque dejan de tener sentido muchas de las cosas sin las cuales uno creía que no tenía sentido vivir. Y no sólo puedo vivir sino que puedo vivir mucho mejor. No meto la pata como la metía, ni digo las estupideces que decía, estoy feliz, mucho más tranquila, componiendo mejor.
–En muchas entrevistas te han preguntado sobre drogas, hablás de la marihuana y la cocaína de manera muy diferente al peyote. ¿Si Ernestina es como la cocaína (como dice la canción), quién sería como el peyote?
–Bueno, por ejemplo, Elena Poniatowska, que es una mujer con mucho conocimiento, porque el peyote lo que te da es un conocimiento y es relación con la naturaleza, también Marguerite Yourcenar, que lo que me provoca cuando la leo es esta relación con la naturaleza, este nexo, este amor. El mismísimo Carlos Monsiváis, que acaba de abandonarnos, ¡Saramago!, hablo solamente de escritores ahorita, pero es la gente que te provoca ese enlace con la naturaleza, con las cosas fuertes de la vida.
–¿Qué opinás de la ley de medios?
–También eso me hace sentir muy orgullosa de haber nacido en la Argentina. Hasta lo que yo entiendo, la ley de medios es una de las propuestas más progresistas que hay en el mundo en este momento. Tengo una sobrina abogada que me la desmenuzó y me mandó unas cosas con las que ella no está de acuerdo, como con que se le dé tanto espacio a la Iglesia. Pero yo siento que es la ley más progresista que hay en el mundo y te diría una cosa más: en México, el problema fundamental es que los medios están en manos de un duopolio, que son los que ponen al pelele éste en el gobierno. No tenemos un centímetro de espacio, no existe el espacio, lo que los cien millones de mexicanos escuchamos es lo que dicen unos locos, maniáticos. Es aterradora la situación en México con respecto a los medios de comunicación. Entonces, el hecho de que en Argentina se esté discutiendo algo progresista me parece lo máximo, ojalá que se implante ahora, con todos los defectos que tenga; para cambiar algo, hay que avanzar sobre el tema de los medios de masas que someten al mundo entero. Así como el tema del aborto se fue trabajando, se fue corrigiendo de a poquito, no nació de un día para el otro, con la ley de medios tiene que pasar lo mismo, hay que apoyarla. Además, por cierto, el aborto es un tema que me debe Cristina, porque ella debiera ser la primera en promover el aborto legal, por cuestiones de salud.
–¿Qué elogiás y qué criticás del gobierno de Cristina Fernández?
–Es un gobierno elegido democráticamente, eso es oro. Ella me parece muy inteligente. Y el bloque que presentan Evo, Lula, Chávez, Cristina, me parece maravilloso, es lo mejor que hay en el mundo. Mirá a Europa, un asco, una porquería. Es en América Latina donde están los mejores gobiernos; mirá el papelon de Obama, no pasa nada con Obama, y con la fuga de petróleo, ahora sí podemos decir que los gringos “están pasando aceite”. En cambio, este grupo está teniendo propuestas inteligentes, como separarse del FMI, hacer un banco independiente, nacionalizar empresas estratégicas. Bueno, mis respetos a los que les toca. ¿Viste que la derecha haga algo? ¡nada!, donde hay derecha hay narcotráfico y muchos curas, ese es el negocio, y se acabó.
–Tu canción dice: “Ernestina es más refalosa que la parafina. Se patina con su propia sombra siempre que camina”. ¿Pensás que padece su propia sombra?
–No me atrevo a pensar, pero entiendo que hay algo que ni siquiera sospechamos que está queriendo ocultar, porque ella estuvo en negociados jodidos, aparentemente los chicos son hijos de desaparecidos, eso pareciera que es una verdad a gritos. Por eso te digo que lo de Lidia Papaleo me explotó en la cabeza, porque yo no sabía, nadie lo sabía. Entonces siento que la sombra de Ernestina está escondiendo otros negocios.


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Para ver y escuchar el video de "Ernestina", tango de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez: http://www.youtube.com/watch?v=XmpOYrJ0lKE



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