lunes, 31 de agosto de 2009

Graciela Chajud: A las de mi generación



Vengo de una generación de dictadura y silencio.

Llevo una cicatriz en mi rodilla izquierda, que me duele cada vez que miro la canaleta de desagüe, en el frente del que fue el Cine Cuyo.

Vengo de una generación que obedeció ciertos dogmas, y que entendió que esos dogmas no servían para las siguientes generaciones.

Después de años, un día volví a Boedo, al mismo lugar que las sacaron a palazos, en los años setenta.

Esas chicas eran las de mi generación, las metieron en la parte trasera de una combi y yo… sin poder hacer nada.

Pude ver y sentir los golpes que les daban en sus cuerpos, temerosa crucé corriendo la avenida Boedo, hasta llegar al entonces cine Cuyo.

Allí caí, allí mi rodilla pegó contra la canaleta del desagüe, pero no sentí dolor en mi herida, a pesar que sangraba…

Mi dolor fue mirar lo que sucedía en la vereda de enfrente.

Yo no pude hacer nada más que observarlas, solo correr, solo ir hasta el hospital a que me suturen la lesión de mi pierna.



Después de muchos años, subí la escalera de ese departamento que fue de injusticia y sufrimiento, hoy es el teatro llamado Boedo XXI.

Toqué las paredes palmo a palmo, alcé la vista hacia los techos y pisé las baldosas que pisaron los zapatos de esas chicas, las de mi generación.

A las que les pegaron azotes en sus nucas, a las que tiraron como paquetes en esa camioneta gris clara, un frío invierno el 19 de julio de 1976, sobre la avenida Boedo al 800.

Graciela Chajud
gracielachajud@hotmail.com

2 comentarios:

diana poblet dijo...

Es extraño, sabés, a mí sin cicatrices el 76 me sigue doliendo.
Te dejo un abrazo,
d.

Avesdelcielo dijo...

Con todo respeto la c icatriz de la rodilla de alguan manewra sanço, las otras persiste, persisten....
MARITA RAGOZZA