Afuera
Salgo y no vuelvo.
Salgo a recorrer un poco
el aire
y desenvuelvo, desenredo,
desmadejo
los trastornos
incontables de mis dedos
y las paredes.
Dejé adentro- allá en las cosas-
los olvidos más queridos.
Los recuerdos que tramé
cuando llegaste;
el amor por el vacío sin palabras
y el futuro impostergado:
el futuro y tu desgano.
Salgo y no vuelvo o ya había salido
cuando aún no lo pensaba
todavía.
Pero el cuerpo se me fue
por la escalera y no cayó ni se detuvo
y no habían puertas
ni otros ojos.
No habían rastros.
Yo salí
o nunca estuve.
Y las cosas se deshacen
en las manos
cuando vienes.
Y no hay más vuelta
ni hay más caminos,
cerré ya todo
y ya no hay nadie.
Y no hay más vuelta.
Luis Alberto Esmail
tete_367@hotmail.com
domingo, 15 de julio de 2007
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