V
“A la hora en que las putas
mezclan a Hölderlin con
Vacarezza”
R. Santoro.
Las putas arrastran tras de si las veredas
ofreciéndose a su viejo oficio.
incoloros seres
pasan junto a ellas
sin detenerse en su imagen.
en la esquina, un obrero pica el empedrado
con el maldito ruido que lo ensordece.
las mira... lo miran...
y comprenden que ambos
se destruyen mutuamente.
VI
“El exilio es una vaca que
puede dar leche envenenada”
J. Gelman
Y nos quedamos aquí
callados
ocultos
quietos tras las ventanas.
llovieron ríos
lloraron caminos.
vimos cómo pasaban los días
las horas interminables
los silencios no bastaban
las noches renacían con el día
y nos acostumbramos a escondernos
y permanecimos como ratas...
mirando pasar el tiempo.
VII
Me impresionó el dolor
de vos
de mí
sola yo nuevamente
en la ciudad gris de otoño
juntando hojas secas
recorriendo lugares
con la boca amarga
el gusto de la hiel
VIII
“Hoy, exactamente hoy, tuve
que tirar el corazón por la ventana”
R. Santoro
Como tantas otras veces
una más tuve que hacerlo.
lo arrojé lejos,
muy lejos,
no quería saber más nada de él.
quedé a medias
partida
separada en dos.
sólo existiendo mi cuerpo
solamente él,
latiendo en el borde de la orilla.
IX
En la alcantarilla
el renacuajo se estremece
en la oscuridad
mientras la luna pasea
su esplendor indiferente.
ignorándolos a ambos
un perro quebradizo
ahuyenta sus pulgas
que disimuladamente rastrean a un gato.
imágenes redondas
perfectas a la visión del águila
anuncian que la vida continúa
y somos solo
un minúsculo espejo roto
flotando en un haz de luz.
X
Y otra vez el hambre
la muerte
el miedo
acorralando corazones
de mí
de vos
de todos.
con el vientre apretado
y la mano abierta
limosneándole a la vida
cartoneando hilachas entre
las bolsas vacías.
ese dolor de mi pueblo
acarreando las heridas
ese hambre
muerte
miedo
que recorre cada esquina.
Susana Torralbo
susanatorralbo@hotmail.com
“A la hora en que las putas
mezclan a Hölderlin con
Vacarezza”
R. Santoro.
Las putas arrastran tras de si las veredas
ofreciéndose a su viejo oficio.
incoloros seres
pasan junto a ellas
sin detenerse en su imagen.
en la esquina, un obrero pica el empedrado
con el maldito ruido que lo ensordece.
las mira... lo miran...
y comprenden que ambos
se destruyen mutuamente.
VI
“El exilio es una vaca que
puede dar leche envenenada”
J. Gelman
Y nos quedamos aquí
callados
ocultos
quietos tras las ventanas.
llovieron ríos
lloraron caminos.
vimos cómo pasaban los días
las horas interminables
los silencios no bastaban
las noches renacían con el día
y nos acostumbramos a escondernos
y permanecimos como ratas...
mirando pasar el tiempo.
VII
Me impresionó el dolor
de vos
de mí
sola yo nuevamente
en la ciudad gris de otoño
juntando hojas secas
recorriendo lugares
con la boca amarga
el gusto de la hiel
VIII
“Hoy, exactamente hoy, tuve
que tirar el corazón por la ventana”
R. Santoro
Como tantas otras veces
una más tuve que hacerlo.
lo arrojé lejos,
muy lejos,
no quería saber más nada de él.
quedé a medias
partida
separada en dos.
sólo existiendo mi cuerpo
solamente él,
latiendo en el borde de la orilla.
IX
En la alcantarilla
el renacuajo se estremece
en la oscuridad
mientras la luna pasea
su esplendor indiferente.
ignorándolos a ambos
un perro quebradizo
ahuyenta sus pulgas
que disimuladamente rastrean a un gato.
imágenes redondas
perfectas a la visión del águila
anuncian que la vida continúa
y somos solo
un minúsculo espejo roto
flotando en un haz de luz.
X
Y otra vez el hambre
la muerte
el miedo
acorralando corazones
de mí
de vos
de todos.
con el vientre apretado
y la mano abierta
limosneándole a la vida
cartoneando hilachas entre
las bolsas vacías.
ese dolor de mi pueblo
acarreando las heridas
ese hambre
muerte
miedo
que recorre cada esquina.
Susana Torralbo
susanatorralbo@hotmail.com
2 comentarios:
me gustaron mucho sus poemas señora, señorita,especialmente el X, muy comprometida su palabra. Llegué por casualidad al sitio y pienso seguir pasando,saludos!! ariel
Me emocioné y sonreí.
Juanca
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