Metáfora...., quiso definirla,
Texto, Diccionario, Academia,
y quedó sembrada de su propia violeta.
A trasluz, mientras la orillo, mi
sombra me hace su propia
sombra.
El árbol de la siesta duerme mi
infancia en el lugar que ya
no visito.
Suelto lo que nunca tuve y
recupero mis manos.
Las hojas del otoño viajan
solas, y cenizan las tardes.
Una despedida que se dice
a sí misma, como otra hoja
viajando su ceniza.
No puedo beber de la copa
que soy. Aquí mi vid.
Otra vez Ulises ocultado
de sus ojos espera su
tramo de eternidad.
Penélope desanda las cuentas
del Amor y se vuelve ovillo.
El niño pecho sin pájaros muerde
su propia simiente, y espera.
En el Mundo no hay destino para
todos, -le dicen.
Soy este debajo, tan Letra, tan
desguarecida, sólo conquisto mi
cuerpo haciéndome Palabra.
Un durazno arranca su carozo
y cae herido de sueños, herido
dulce en sus orfandades.
El rayo del amor curva toda
perpendicular,
los cuerpos comban sed en
océano.
Empujo insistente mi carne, le doy
cuerda a este pájaro de palabras,
y canto.
De repente nacía. Les dije:- sopa,
mamadera, Amor. Algo estuvo bien,
y vinieron las Palabras.
Zurcir días plegados sin planisferio
y lloverse otoños hasta
desembarcar octubre.
Luna adentro, toda hierba y
balcón, soy la misma,
soy adentro.
Mi barril gitano guisa
amores de viento,
amores de fuego.
Mira desde la foto la intemperie
que no fui. Me mira nena, pregunta
de futuro, y yo, tan hoy, violeta,
tan gracias Papi.
Suerte marinera la del nudo,
enlaza sal mientras tu barca me
navega.
Me empuja, la Poesía me
empuja borde, acantilado,
y ni siquiera tiene bautizo
la muy anónima.
Adán la busca huyendo, arranca
todas las manzanas, desdice la violeta.
Y Eva es su tinta, su destierro.
Virginia Edit Perrone
http://virginiaperrone.blogspot.com/
Texto, Diccionario, Academia,
y quedó sembrada de su propia violeta.
A trasluz, mientras la orillo, mi
sombra me hace su propia
sombra.
El árbol de la siesta duerme mi
infancia en el lugar que ya
no visito.
Suelto lo que nunca tuve y
recupero mis manos.
Las hojas del otoño viajan
solas, y cenizan las tardes.
Una despedida que se dice
a sí misma, como otra hoja
viajando su ceniza.
No puedo beber de la copa
que soy. Aquí mi vid.
Otra vez Ulises ocultado
de sus ojos espera su
tramo de eternidad.
Penélope desanda las cuentas
del Amor y se vuelve ovillo.
El niño pecho sin pájaros muerde
su propia simiente, y espera.
En el Mundo no hay destino para
todos, -le dicen.
Soy este debajo, tan Letra, tan
desguarecida, sólo conquisto mi
cuerpo haciéndome Palabra.
Un durazno arranca su carozo
y cae herido de sueños, herido
dulce en sus orfandades.
El rayo del amor curva toda
perpendicular,
los cuerpos comban sed en
océano.
Empujo insistente mi carne, le doy
cuerda a este pájaro de palabras,
y canto.
De repente nacía. Les dije:- sopa,
mamadera, Amor. Algo estuvo bien,
y vinieron las Palabras.
Zurcir días plegados sin planisferio
y lloverse otoños hasta
desembarcar octubre.
Luna adentro, toda hierba y
balcón, soy la misma,
soy adentro.
Mi barril gitano guisa
amores de viento,
amores de fuego.
Mira desde la foto la intemperie
que no fui. Me mira nena, pregunta
de futuro, y yo, tan hoy, violeta,
tan gracias Papi.
Suerte marinera la del nudo,
enlaza sal mientras tu barca me
navega.
Me empuja, la Poesía me
empuja borde, acantilado,
y ni siquiera tiene bautizo
la muy anónima.
Adán la busca huyendo, arranca
todas las manzanas, desdice la violeta.
Y Eva es su tinta, su destierro.
Virginia Edit Perrone
http://virginiaperrone.blogspot.com/
1 comentario:
Que buen manejo de la palabra. Son muy buenos para mí los trazos de Virginia. Un abrazo. Mercedes
Publicar un comentario