a Janis Joplin
Flamígera, aunque retornes a casa,
la palabra ve mejor en el grito
sutil de la barbarie.
¿Dadivosa y ladrona esta sed?
Broto en imagen.
¡Yo ascendí sin ocaso, sin oro de este mundo,
voluptuosa!
Esta lepra emana y atrae.
No es de arcilla mi canto.
¿Te ahogas, te glorificas, bramas
cuando hay que bramar
frente al vacío teñido en sangre
de la muerte del hombre?
Bramas porque el pus de esta especie
te corona.
-Haz una fiesta con mi joven cadáver- le pedías a tu madre
con el duro desprecio al futuro insoluble.
-Fruto de tu vientre, miel del asco, miel de nada- le pedías.
Ella cumplió. Inmoló tu deseo tan puro
entre el ruido de copas y los falsos augures;
te bendijo con los trapos del disfraz
al galope bravísimo
de un blues por un camino de agujas.
¡Ya lo ven: no estoy muerta, sólo misteriada
misteriándome en esta plazuela de aldea,
perfectamente pálida, titiritera como la bruja del cuento!
¿Qué veías antes de ser reina
por voluntad de tus viejos andrajos?
Me trago la pudencia del sepulturero.
Un hambre de ciénagas se apodera de mis huesos..
Ferocía animi entre las piedras rotas.
Mientras tanto, ¿qué harás con el aullido
de mis perros famélicos?
¿Y con el zambullirme en un mar que está escapándose
como las puertas contagiosas de la revelación?
Voy a cortar de un tajo estas flores.
Ni redención ni odio en la corteza
hecha según las rotaciones del placer en la herida.
Te digo que voy a cortar de un tajo estas flores.
¡Cuántas veces habré ahogado a las hijas del silencio
con la cuchilla cruel del desperdicio!
(Nervaduras tiene esta cuchilla,
como la araña lacerante del prodigio
alimentándose de larvas.)
La cercanía me anonada
y veo los puentes como sólo un ángel
cayendo tristísimo a su grito.
¿Y cuándo el arcoiris por la niebla?
Bessie Smith me mostró el aire -mirífica-
y me enseñó a llenarlo
cuando la piel se eriza
y el golpe final alza su vuelo.
Manuel Lozano
newsr@elorodelostigres.com.ar
contacto@elorodelostigres.com.ar
Flamígera, aunque retornes a casa,
la palabra ve mejor en el grito
sutil de la barbarie.
¿Dadivosa y ladrona esta sed?
Broto en imagen.
¡Yo ascendí sin ocaso, sin oro de este mundo,
voluptuosa!
Esta lepra emana y atrae.
No es de arcilla mi canto.
¿Te ahogas, te glorificas, bramas
cuando hay que bramar
frente al vacío teñido en sangre
de la muerte del hombre?
Bramas porque el pus de esta especie
te corona.
-Haz una fiesta con mi joven cadáver- le pedías a tu madre
con el duro desprecio al futuro insoluble.
-Fruto de tu vientre, miel del asco, miel de nada- le pedías.
Ella cumplió. Inmoló tu deseo tan puro
entre el ruido de copas y los falsos augures;
te bendijo con los trapos del disfraz
al galope bravísimo
de un blues por un camino de agujas.
¡Ya lo ven: no estoy muerta, sólo misteriada
misteriándome en esta plazuela de aldea,
perfectamente pálida, titiritera como la bruja del cuento!
¿Qué veías antes de ser reina
por voluntad de tus viejos andrajos?
Me trago la pudencia del sepulturero.
Un hambre de ciénagas se apodera de mis huesos..
Ferocía animi entre las piedras rotas.
Mientras tanto, ¿qué harás con el aullido
de mis perros famélicos?
¿Y con el zambullirme en un mar que está escapándose
como las puertas contagiosas de la revelación?
Voy a cortar de un tajo estas flores.
Ni redención ni odio en la corteza
hecha según las rotaciones del placer en la herida.
Te digo que voy a cortar de un tajo estas flores.
¡Cuántas veces habré ahogado a las hijas del silencio
con la cuchilla cruel del desperdicio!
(Nervaduras tiene esta cuchilla,
como la araña lacerante del prodigio
alimentándose de larvas.)
La cercanía me anonada
y veo los puentes como sólo un ángel
cayendo tristísimo a su grito.
¿Y cuándo el arcoiris por la niebla?
Bessie Smith me mostró el aire -mirífica-
y me enseñó a llenarlo
cuando la piel se eriza
y el golpe final alza su vuelo.
Manuel Lozano
newsr@elorodelostigres.com.ar
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