SÉPTIMO HIJO
En el romper del día
luz de luna
mis ternuras se acrecientan
en volcánico fuego,
el alma de mi aura
oscurece de poco a mucho.
Mi piel recorre el bosque
buscando el sabor de tu brisa
alteraciones en mi alma
se hacen evidentes.
Transfigurando.
Trasmutando.
Transformando.
Este ángel diurno
en un animal
que sale a cazarte
por las noches.
AUTISTA
Me decían pobrecito
por que sonreía todo el tiempo
y me bastaba yo
para jugar y divertirme
con mis imágenes.
Ellos andan con el seño fruncido
de tanta tristeza o dolor,
no se conforma con lo que tienen
¿Quienes son los pobrecitos?
yo autista, ellos sin autos,
¿Quién sufre más?
TRISTEZA
Melancólico sueño
apagado canto
con pena de plañideras
que aumenta en la soledad
encolumna la esencia en el luto
delito del fuego
que quemó mi esperanza
y la bruma va penetrando
sin clemencia
no se suspende en absoluto.
Espero el basta de mi tiempo.
Juan Ricardo Sagardía
SANTOAMOR
santoamor2005@yahoo.com.ar
2 comentarios:
Poema fuerte Autista, pero una realidad sin tapujos.
nos dejas pensando.
Javier Contreras
Buen poema Ricardo, un gusto leerte.
Un abrazo Gus.
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