“La ojera de las vanidades”
1-
Es más fácil ser tontita
Apuntó
Y una lengua exultante
Saboreó cada página antes de devorarse
A Los hombrecitos de Jo.
2-
Dicen que soy Cursi
Lo soy? pregunta en el espejo
De la letra deformante
Y se ratonea con Alan Pauls
No soy Nadie
Sylvia tampoco fue Sylvia antes de hacer
Plaff.
Moriré piensa
En la incertidumbre
Como cualquier otra molécula
en las aguas del Mar Muerto.
3-
De entrada
Gras double
Digerible lentamente en hoja
De blog
El ruiseñor, en plato principal
(Especie de poule au pot
Regado con mal vé local)
De postre
Canon exquisito en salsa queer
Es sugerencia del chef
en medio de
la gran mancha de Eridanus.
4-
Junto mis huesitos
en la hoguera de las vanidades
porque según la abuela Jana
nadie teje con agua del propio río
Nadie cruza él mismo
a nado el fuego
Nadie nada sabe
de las cosas que realmente
pasan en el mundo.
Tengo un esqueletito
que brilla en la noche
y me alumbra
Voy tras él
veré de reunirme con mi espalda
Huesito quemado y ceniza
seré carbón tizne tinta
hilo sin hilar
haré crochet con las memorias
de mi origen.
Uno de verano:
“La fábrica de felicidad”
El amparo de la sombrilla
(“gorda, cuidado con la arena”)
Guarda vidas
Guarda costas
Al costo de juramentos de altar
Y atar
Colores y sombras
Que serpentean debajo
De los anteojos de no ver
Hablan de fútbol
Corvinas doradas
Pescan
Resignados el canto
De las sirenas que no
Sin brillo
Ni cuchillo
Ni espada en la cintura
Retan
al deseo que antes
les hinchaba
el pecho
Los niños milanesa no descansan
La sed, intacta.
(“Gordo, hay coca cola”)
Beber
Del cáliz que asoma
De la heladerita
El sol del mediodía
Perpendicular
El peor de todos
encara y seca
sus labios.
“Fotos de familia”
1-
Papi mataba un cordero
Cada cumpleaños
Los cuereaba y les sacaba despacito
El corazón
Delante de mí
Papi sí que sabía de vacas y caballos
A las vacas
Las miraba a los ojos
Y ellas permanecían impávidas
Pensando, vaya uno a saber qué.
A los caballos
Les acariciaba las patas con
Delicadeza y después
Les daba una palmadita
Como podrían saludarse los viejos amigos
Papi me decía “nena, no se dice
puta”
Y yo aprendí con inocencia
De cordero
“pu, no….ta, no…-le decía-
Puta sí”.
2-
Mami tampoco era inocente
Le retorcía el cuello
A una gallina
En un santiamén
Con la excusa del puchero
Una vez la vi llorar
Frente al despeñadero
De plumas
A lo mejor era nostalgia
Por las causas perdidas
O tal vez lloraba con lágrimas
Del pato
Que –estoy segura—amaba
A la bataraza en el cadalso.
3-
Me caso para divorciarme
Y qué
Les dijo mientras María
se confundía
con las cenizas del Ave
y la guitarra
de Pablo Milanés
No ama quien quiere sino quien puede
Elegir/se
Con libertad
Más tarde diría Spinetta
Que buscar se parece a nada
Pero buscar siempre es mejor
Que morir de sed
Adoro lavar, planchar y
cocinar
Pero todavía
Sueño con bordear
Lo marginal
Correr
El peligro de saber quién soy
Me caso, y qué
Les dijo y los hizo
Testigos de que todo
Futuro es imperfecto.
Norma Etcheverry(*), La Plata, verano del 2008
noralcasa@hotmail.com
(*)Nació en Ranchos, provincia de Buenos Aires, y reside en La Plata. Es Periodista, egresada de la UNLP y cursó en Humanidades materias de literatura y filosofía. A fines de los 80 participó, entre otros, con E.Tomaz, Caso Rosendi, Rezzano, Patricia Coto, Carlos Ríos, Susana Dakuyaku, Ralveroni, de la Feria del Autor Inédito, un proyecto que llevó la poesía a la calle mediante la difusión de producciones artesanales en plazas y espacios públicos. Publicó "Máscaras del Tiempo" (1998) y "Aspaldiko" (2002), (Editorial Universitaria de La Plata). Colabora en la revista de poesía "El espiniyo", y publicaciones del interior. Produce "Diagonal Converso", revistual breve que se distribuye periódicamente por correo electrónico.
2 comentarios:
Frescura...
Agudeza, ironía, originalidad . . .detrás de esto la profundidad. Una maravilla leer estos poemas. Felicitaciones a la autora.
MARITA RAGOZZA
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