martes, 23 de junio de 2009

Diana Poblet: Poemas



Questionamiento


El amor ya está hecho
y quién lo habrá hecho
tan simple, tan ingenuo, tan espléndido
quién lo habrá hecho

quién pudiera a pesar del romanticismo
contrariar la lógica, los lenguajes, la sintaxis
quién lo habrá hecho

así,
sencillo y sin notarlo
sólo esa espina
ése temor al partir
esa nostalgia que se le parece tanto
pero no debiera ser importante
no tan definitivo ni imperioso
algo pasajero y circunstancial
una necesidad fisiológica
un cepillarse los dientes
que de pronto ocupó todos los espacios.

Quién lo habrá hecho.



Aires de permanencia

Qué forma de quedarse

en este burilar ausencia
volverla sólida, inmanente, mula terca,
desamodazarla y quererla
hacerla casi nuestra,
desajenarla,
liberar vientos y sentencias
ser la voz similar
el sentimiento ardiente
la fogata que salve insomnios y abismo

arrullados por el ¡Presente! que gritó la Plaza
los pañales vuelven a sus cabezas canosas de esperar
no dimensionan las hectáreas de Memoria creciente
hoy se camina sin gravedad de pasado,
miles gritaron negando ausencias
aferrados al mensaje que no fue posible desaparecer


Viento, no por llevarte la contraria
dibujes mis cerraduras
no trabes la caricia sin puerta
asilado en alguna lágrima mansa de frío
observa este desboque de junio
que lloriquea muchedumbre
solitaria quebrada de domingo
hoja suicida arrollada por el colectivo

qué pálida es la tibieza
qué mustia esa cabellera de árbol que abriga el asfalto
indiferente y gélido silba el frío entre mis piernas
sugestión imprevista de renombrar
esta bandada de servilletas sin destino

otras ráfagas azotaron
otra costanera se volatilizó
otro silencio de fuego se volvió antártico
y hasta parece que fue ayer.



Inviernoso


Yo trabajo el silencio
Lo hago llama
Alejandra Pizarnik

Viento, no por llevarte la contraria
dibujes mis cerraduras
no trabes la caricia sin puerta
asilado en alguna lágrima mansa de frío
observa este desboque de junio
que lloriquea muchedumbre
solitaria quebrada de domingo
hoja suicida arrollada por el colectivo

qué pálida es la tibieza
qué mustia esa cabellera de árbol que abriga el asfalto
indiferente y gélido silba el frío entre mis piernas
sugestión imprevista de renombrar
esta bandada de servilletas sin destino

otras ráfagas azotaron
otra costanera se volatilizó
otro silencio de fuego se volvió antártico
y hasta parece que fue ayer.



Declaración

Cuando sonreí
debí decir que te amaba
pero ocurrió todo aquello
casi graniza y al final fue sólo llovizna
cayó el muro que no era de Berlín
se derrumbó un murallón de silencio
un pájaro anidó en la estatua de Mariano Moreno
de tu mano brotó una pluma
tu boca abrió las compuertas del olvido
las bombas de Irak continuaron cayendo
los niños pedían monedas
crucé un gato no tan negro
una columna de piqueteros con banderas
y dos perros del baldío
perdí el 60 por incredulidad
tu banco insistía en solitario
el lustrabotas perfumó la tarde con betún
tu voz sugirió un no importa
mi palabra pulsó el silenciador
grotesca me atraganté con letras sin sonido
en ese momento no se movía ni una hoja
fue imperceptible la mirada empañada
ese limpiaparabrisas del ojo
y cuando apenas sonreí
debí decir que te amaba.


Diana Poblet
Tengo un frasco de luciernagas para iluminar la noche que llevo encima- diana poblet
http://remontandosoles.blogspot.com/
http://enlaclaridadelanoche.blogspot.com/
http://diana-poblet.blogspot.com/

1 comentario:

diana poblet dijo...

Gracias Aníbal, por esos días adonde editaste estos poemas yo estaba internada.Recién ahora y por una absoluta casualidad los encuentro y te agradezco un montón tu gesto solidario y tu generosidad.
Desde este extraño septiembre que pretenderá primaveras escarchadas te mando un abrazo.
Con cariño,
d.